Política Global

Las potencias occidentales ambicionan el enorme territorio ruso

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El objetivo no declarado de los oligarcas de Occidente es el territorio ruso y su riqueza.

 

Se ha intentado con diferentes pretextos. En el siglo pasado se usó el anticomunismo. Ahora que no existe la URSS lo cercan militarmente sin una bandera de propaganda clara.

El presidente ruso Vladimir Putin aseguró que algunos de los gobiernos rivales de Rusia sueñan con tomar pedazos del vasto territorio del país. Los esfuerzos extranjeros para detener a Rusia datan de siglos, dijo. Citó al zar Alejandro III que afirmó “todo el mundo teme nuestra vastedad”. Putin sostuvo que algunos críticos de su país han argumentado que no es justo que el país se quede con todos sus abundantes recursos naturales. “Rusia es aún demasiado grande para algunos”. “Todo el mundo quiere mordernos o morder parte de nosotros, pero aquellos que quieren hacerlo deberían saber que nosotros les tumbaremos los dientes para que no puedan morder”, declaró el presidente.

 

La historia reciente muestra que la Segunda Guerra Mundial tiene relación con un intento occidental de colonizar Rusia. Francia, Inglaterra y Estados Unidos apoyaron a Alemania para que invadiera a los rusos.




 

En 1935 los alemanes establecieron el servicio militar obligatorio y el Reino Unido les permitió “poseer un tonelaje de barcos de superficie que correspondiera al 35% del tonelaje total de la potencia naval del Imperio Británico” además de la construcción ilimitada de flota submarina. Avances militares para Alemania prohibidos por el Tratado de Versalles de 1919.

Se concluyó el tratado de ayuda mutua entre Francia, la Unión Soviética y Checoslovaquia pero posteriormente el gobierno francés se negó a cumplirlo y con el apoyo del gobierno inglés anuló el acuerdo soviéticochecoslovaco.

En 1936 contra del Tratado de Versalles, Alemania ocupó Renania y se le dejó intervenir en España contra el gobierno republicano.

En 1937 lord Halifax, el ministro inglés, se entrevistó con Hitler conviniendo sobre la necesidad de la lucha contra el comunismo y prometiéndole abiertamente la ciudad libre de Danzing (Gdynia);

 En 1938 el embajador inglés en Alemania reiteró a Hitler el deseo de Inglaterra de una “verdadera y cordial amistad con Alemania”, y le reafirmó que lord Halifax ya había dado su conformidad hacia los posibles cambios en Europa. A continuación los alemanes invadieron y anexaron Austria.

 El gobierno soviético envió una petición a los gobiernos occidentales para acordar una política común respecto del expansionismo germano. Las potencias occidentales no aceptaron su propuesta.

Ante los planes de Alemania para Checoslovaquia, Francia e Inglaterra presionaron al gobierno checo para que cediese ante Hitler. El 15 de septiembre de 1938 el presidente del Consejo de Ministros de Inglaterra fue a entrevistarse con Hitler y se decidió la desmembración de Checoslovaquia. El día 19 los gobiernos inglés y francés, exigieron al gobierno checoslovaco la entrega a los alemanes de todas las regiones donde la población germana alcanzara más del 50 por ciento. El gobierno de EEUU también respaldó esa demanda. En vista de que el gobierno de Checoslovaquia vacilaba, el 21 de septiembre se le envió un nuevo ultimátum, más conminatorio aún. El 22 de septiembre de 1938 Chamberlain se entrevistó nuevamente con Hitler para comunicarle que los Sudetes podían ser transferidos a Alemania. Los días 29 y 30 de septiembre se celebró en Münich la conferencia entre los primeros ministros de Alemania, Italia, Inglaterra y Francia. El 29 de septiembre de 1938 se firmó el Pacto por el que Alemania se apropiaba de un 20% del territorio checoslovaco. Washington respaldó por completo los acuerdos de Münich.   

El 30 de septiembre de 1938, Chamberlain y Hitler firmaron la declaración anglo-germana de no-agresión y el 6 de diciembre se selló el acuerdo de no agresión entre Francia y Alemania.

El 15 de marzo de 1939 Alemania ocupaba militarmente toda Checoslovaquia.

El 24 de marzo, Berlín exigió a Polonia el corredor que unía Danzing con Alemania después, abolió el pacto germano-polaco de no agresión.

El 17 de abril de 1939 la Unión Soviética propuso nuevamente la posibilidad de conversaciones para una alianza político-militar de ayuda mutua entre la URSS, Francia e Inglaterra. Estas “negociaciones” aparentemente aceptadas fueron utilizadas desde marzo de 1939 por las potencias occidentales como una maniobra de disuasión. Procurando recibir de la URSS obligaciones de auxilio en caso de ataque alemán, Inglaterra y Francia se negaban a cambio a concederle garantías firmes de asistencia en caso de agresión a su territorio.

Canaris el jefe de la inteligencia militar alemana había hecho saber a las potencias que la agresión a Polonia estaba fijada para la primera semana de agosto. EEUU respaldó las posiciones anglo-francesas mediante su embajador en Londres, Joseph Kennedy que declaró la necesidad de abandonar a los polacos y que “un enfrentamiento de la URSS y Alemania sería de gran beneficio para el mundo occidental”. El embajador de EEUU en Berlín manifestó que la mejor variante de los hechos a sucederse era la agresión de Alemania a la URSS “con un consentimiento tácito de las potencias occidentales e incluso con su aprobación”.

La declaración de guerra de Inglaterra y Francia a Alemania de 3 de septiembre de 1939 no fue seguida por ninguna medida anglofrancesa destinada a la protección de Polonia. EEUU unidos apoyó la actitud de los aliados y se mostró proclive a unirse al bloque antisoviético.

En octubre de 1939 la comisión de los jefes de Estado Mayor británicos estudiaba los “aspectos positivos y negativos” de que Inglaterra declarase la guerra al estado soviético El ministro coordinador de la Defensa, lord Chatfield, envió al comité un plan de guerra contra la URSS en el que se había calculado ya el daño que se ocasionaría a la Unión Soviética destruyendo sus explotaciones petrolíferas en el Cáucaso, y la posible función de ‘chispa’ que podría tener esta acción en el interior: “La ocupación o la destrucción de cualquier gran ciudad rusa, de Leningrado en particular, podría servir de señal para el comienzo de las manifestaciones anticomunistas en el interior del país”. Por su parte, el gobierno francés consultó al británico y encargó al general Gamelin y al almirante Darlan elaborar el plan de invasión del Cáucaso.

En febrero de 1940 el subsecretario de Estado de EEUU viajó a Europa para intentar una reconciliación entre las potencias occidentales y Alemania. Estaba seguro de que era preciso incitar a Hitler contra la URSS.

El agregado alemán en Washington aseguraba el 1 de diciembre en su comunicado a Berlín que EEUU “siempre mostró comprensión respecto de Alemania y su guerra”.

Los militares británicos presionaron a Chamberlain de la necesidad de una alianza con la URSS y él amenazó con su dimisión en caso de que se planteara tal alianza. Un funcionario en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Conrad Collier, expresó la actitud de su Ministerio indicando que Londres nunca deseó la alianza con la Unión Soviética, sino que quería “ofrecer a Alemania la posibilidad de desarrollar la agresión hacia el Este sacrificando a Rusia”

Recién terminada la guerra Churchill preparó un plan de Invasión a Rusia con la participación de soldados alemanes.

La Operación Impensable era un plan británico para atacar a la Unión Soviética. El plan fue ordenado por el Primer Ministro británico Winston Churchill y desarrollado por las Fuerzas Armadas Británicas al final de la Segunda Guerra Mundial (junio de 1945). Como principal objetivo inicial se declaró: «imponer a Rusia la voluntad de los Estados Unidos y del Imperio Británico». Ante la superioridad militar soviética en el terreno, el comandante británico encargado de diseñar la ofensiva abogaba por rearmar a unidades de la Wehrmacht y las SS nazis.

 

Actualmente Alemania y sus aliados de la Segunda Guerra Mundial, Italia, Japón, Hungría, Eslovaquia, Rumania, Bulgaria, Croacia, Finlandia, y España (amiga de Hitler) actúan junto a Estados Unidos, Francia y Reino Unido amenazando a Rusia. Es decir 80 años después se logra el plan de unir esos dos bloques contra los rusos.     

 

La defensa del país ruso está en sus armas dice Putin.

“El desarrollo de nuestras fuerzas armadas es la garantía de ello”. Rusia tiene ahora las fuerzas nucleares estratégicas más modernas, incluso armamento sofisticado como el sistema de misiles Avangard, aseguró Putin.

 

Se agrava la crisis ecológica, los grandes empresarios globales buscan recursos fuera del planeta. No dejarán entonces de desear el rico territorio de Rusia.

 

La amenaza será una carga permanente para el pueblo ruso.

 

Por Rómulo Pardo Silva



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