Los sindicatos acá presentes, algunos de los cuales están en huelga, así como las organizaciones sindicales que nos acompañan como la CUT, nos dirigimos a la Convención Constitucional para exigir se consideren las demandas largamente postergadas de la clase trabajadora, las que requieren un compromiso político de quienes están en el proceso de creación de una nueva carta constitucional. Estas demandas son las siguientes:
- Nacionalización integra del cobre y su industrialización, para poner este patrimonio natural al servicio de Chile y así financiar el mejoramiento de la educación y salud pública, un sistema público de pensiones, la vivienda social y todas las necesidades urgentes que tiene el país. Es importante tener presente que el cobre será un recursos estratégico y fundamental en el proceso de evolución hacia las energías limpias, por lo que aquellos países como Chile con enormes yacimientos cupríferos, tendrán una gran oportunidad de alcanzar estados superiores de existencia si llegáramos a disponer en un 100% del uso de este recurso.
- Recuperación del agua y de todos los recursos estratégicos públicos y comunes -como el litio- para el desarrollo de Chile. No puede ser que el agua, un bien fundamental para la vida, sea hoy un insumo para el desarrollo de lucrativos e inhumanos negocios.
- Término del sistema de AFP y la sustitución de éstas por un sistema que garantice pensiones dignas y decentes. Actualmente el sistema de AFP entrega pensiones inaceptables para la mayoría de las y los trabajadores, al mismo tiempo que garantiza negocios altamente lucrativos.
- Eliminar el actual Código del Trabajo y la creación de una nueva institucionalidad laboral que garantice el derecho a huelga, la negociación por rama, y que termine con la dispersión y división del movimiento sindical, de tal forma que sea un cuerpo jurídico que proteja los derechos de los trabajadores y trabajadoras y no los negocios de capital privado.
- Incremento significativo del nivel de salarios que hoy existe en Chile. Entendemos que no es aceptable la enorme precariedad laboral y los extremadamente bajos salarios a los que tienen acceso trabajadoras y trabajadores. Esperamos que esta iniciativa sirva para animar a todas y todos los trabajadores de Chile a entender que los cambios y mejoras sociales se alcanzarán cuando enfrentemos solidariamente las luchas sociales, en donde la huelga general es el instrumento más poderoso para lograr los cambios sociales largamente anhelados por el pueblo de Chile.