Masiva movilización de Santiago Wanderers: No son 13 fechas, son 13 años
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La hinchada del club Santiago Wanderers realizó una multitudinaria marcha por el centro de Valparaíso para mostrar su indignación por el mal manejo deportivo del club, culpando a los dirigentes por la paupérrima campaña que lo tiene sumido en el último lugar de la tabla de posiciones de la Primera División.
En esta protesta popular fue muy interesante observar algunas pancartas en donde se expresa que los problemas actuales del Decano del fútbol chileno tienen que ver con la Sociedad Anónima (S.A.) que se hizo cargo del fútbol profesional el año 2008. Desde hace varios años una nueva camada de wanderinas y wanderinos ha venido haciendo ver que así como el modelo neoliberal instaurado en nuestro país ha mercantilizado todas las esferas de nuestra sociedad, incluso sectores tan sensibles como la educación y la salud, en el ámbito deportivo ha ocurrido lo mismo, transformando a los equipos y sus jugadores en mercancías y productos regidos por las denominadas leyes del mercado.
Este planteamiento no solo ha sido levantado por sectores importantes de la hinchada wanderina –que además participaron activamente en las movilizaciones que se produjeron en la rebelión que estalló con la fuerza de un volcán en octubre del 2019-, sino que también por diferentes grupos de hinchas de otros clubes chilenos.
Esta decidida toma de posición política frente al fútbol rompe tajántemente y deja de lado la cantinela de los sectores conservadores de la sociedad que siempre han planteado que no hay que “mezclar la política con el fútbol”.
La pancarta donde se expresa: “NO SON 13 FECHAS, SON 13 AÑOS” expone y resume en forma magistral precisamente esta visión política que muestra que la lucha por terminar de raíz con el modelo neoliberal debe asumirse en todos los espacios y sectores de nuestra sociedad. La referencia a las 13 fechas transcurridas del campeonato y su relación con los 13 años que han pasado desde que Wanderers se transformó en Sociedad Anónima el año2008, es sin duda alguna una referencia directa a la consigna levantada durante la rebelión de octubre del 2019 “No son 30 Pesos, son 30 Años”.
Por otra parte cabe destacar, asimismo, la masividad de esta movilización que congregó a cerca de un millar de wanderinos y wanderinas, la gran mayoría jóvenes y muchachas, pero también contó con una importante participación de familias enteras que incluían a niños, niñas y personas de la tercera edad. Esto demuestra, como se dice entre las porteñas y porteños, que Wanderers es su gente, que Valparaíso y Wandereres son una solo identidad y la pasión con la que se acompaña al equipo caturro es la misma en las buenas y en las malas campañas.
Es imposible no hacer una comparación entre esta multitudinaria movilización popular y las poco concurridas movilizaciones que se han venido realizando el último tiempo para exigir la libertad de los presos políticos, en donde el número de participantes no ha superado la centena. Pareciera que el enérgico entusiasmo con el cual se movilizaban miles de porteños y porteñas, pertenecientes a los movimientos feministas, ambientalistas, estudiantiles y de los más diversos sectores sociales, han perdido el entusiasmo y la pasión, conformándose y confiando solo en los caminos institucionales aceptados después de la firma del Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución, delegando y dejando en manos de la institucionalidad neoliberal la solución de esta urgente y necesaria reivindicación.
Volviendo a la manifestación wanderina y la pasión de su hinchada, las wanderinas y wanderinos comenzaron a reunirse ayer martes 03 de agosto a las 18 horas en la Plaza Victoria, haciéndose presente en los primeros momentos fuerzas policiales en motos, que incluso se subieron a la plaza y se desplazaron en medio de las personas, para realizar controles de identidad aleatorios, pero a medida que fueron llegando más hinchas optaron por retirarse del lugar. El número de participantes se fue rápidamente incrementando y centenares de personas interrumpieron el tráfico e iniciaron una marcha por Avenida Pedro Montt hacia la Plaza del Pueblo Salvador Allende, cantando, gritando consignas, encendiendo bengalas y lanzando fuegos artificiales.
En el escenario de la Plaza del Pueblo, frente al Parque Italia, se produjo un hecho digno de destacar, muy significativo y simbólico, al llegar hasta allí, transportada en silla de ruedas, una de las más representativas y emblemáticas hinchas wanderina, conocida como la “Tía Lauri”, que fue nombrada como “Socia Honoraria” por la Corporación Santiago Wanderers el 30 de marzo de 2017 y como se expresa en una nota de prensa de la Corporación un día antes de la ceremonia : “A sus 75 años, esta ferviente seguidora se ha ganado el cariño de los hinchas gracias a su enorme compromiso y disposición tanto con el equipo profesional, como con actividades de colaboración en beneficio de sus pares, convirtiéndose en un ejemplo y un ícono para la comunidad porteña. (…) Hincha del Decano de toda la vida, la Tía Lauri ha recorrido incansablemente el país alentando a Santiago Wanderers, sacando la voz tanto dentro como fuera de la cancha, haciendo de estos méritos más que suficientes para recibir este reconocimiento.”
Ahora, a sus 79 años de edad, se alzó en pie y pidió que la subieran al escenario para desde allí, a viva voz y sin siquiera tener un megáfono, logró que la multitud terminara con sus cantos y consignas guardando un respetuoso silencio para escucharla.
En parte de su improvisado y emotivo discurso manifestó:
“ (…) Ellos quieren destruir nuestro club, pero jamás hemos sido pisoteados y vencidos. Salió el Colo Colo de abajo y no vamos a salir nosotros que somos más choros. Hay que levantar al club como sea, hijos. Ese corazón que tienen los wanderinos de fe, de esperanza, que todas las semanas tenemos la ilusión que va a ganar, pero no importa, hemos estado en peores condiciones, porque yo hace 70 años que llevo en mi corazón a mí Wanderers. Todas las generaciones que están ahora nunca se van a rendir y van a dejar que a su club siga en el suelo y derrotado. Vamos a estar siempre arriba con el corazón hinchado y ahora vamos a cantar el himno del Wanderers.”
El llamado de la “Tía Lauri” no se hizo esperar y la fría tarde-noche porteña se llenó de energía y calor con la interpretación emocionada del himno de Santiago Wanderers, el club profesional vigente más antiguo de Chile que fue fundado el 15 de agosto de 1892, coreado por su fiel hinchada.
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 04 agosto 2021
hugo beal R. says:
Y para más , Sr, Correa, esta inmemorable hinchada andaba con bengalas
y guatapiques que tiraban al lote, para ver si le daban a jote especulador que
tiene a este increible y primerizo club en la miseria´. Y aun más. Sr. Correa,
son nada menos que trece años nuevos de abrazos y felicidad que ahora
se vuelven tristes.
Y Ud, Sr. Correa, como siempre dispone de la eterna ociosidad de gran
escritor muy conocido y respetado. Y Ud, Sr. Correa elabora nutritivos
comentarios que escribe con su brillante pluma de ganso……Oh.!
hugo beal R. says:
Por no decir Intrascendente. Digo mejor: cómico, es más suave….
hugo beal R. says:
Es divertido ser hincha de cualquier club de fútbol.
Y más divertido, describir con lujo de detalles algo
tan , digamos COMICO!!
Renato Alvarado Vidal says:
Desde otro puerto deseo la mejor suerte al querido Santiago Wanderers y me permito acotar lo siguiente: Durante 25 años fui dirigente deportivo amateur en todos sus niveles, desde el club hasta la federación nacional, y una cosa que me quedó muy en claro es que esta modalidad y el deporte profesional se parecen sólo en los uniformes e implementos, pero se mueven por lógicas internas totalmente divergentes. El deporte profesional tiene la lógica del espectáculo pagado, sea este el circo o el cine, requiere de «estrellas», de atractivos que lleven público a las tribunas; el deporte amateur privilegia la diversión y el esparcimiento.
Tal diferencia de fundamentos inevitablemente se traduce en diferencias prácticas: El dirigente amateur saca dinero de su bolsillo para el club, el dirigente profesional saca dinero del club para su bolsillo; la formación de sociedades anónimas no hace más que sincerar esta relación.