Convención Constitucional: decisivo capítulo para la historia de Chile
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Los acontecimientos acaecidos el domingo 4 de julio de 2021 quedarán registrados en la historia de Chile. Se ha abierto uno de los capítulos más trascendentales en la historia de este sufrido país situado al sur del mundo.
En efecto, Chile ha vuelto a copar los titulares de la prensa nacional y medios de comunicación internacional, al trascender la noticia de que una aguerrida mujer mapuche, Elisa Loncon, fue elegida presidenta de la Convención Constitucional, organismo integrado por 155 convencionistas elegidos por votación popular. El 80 por ciento de la ciudadanía los eligió en una transparente elección, aún en tiempos de pandemia. En tal elección, el gran derrotado fue la centro-derecha chilena, conformada por partidos conservadores, ultraderechistas y grupos fanáticos que añoran los aciagos días del pinochetismo dictatorial.
A estas filas partidistas pertenece el actual mandatario, Sebastián Piñera, de pésima gestión gubernamental y quien en la actualidad gobierna con el apoyo de un seis por ciento de la ciudadanía, escuálida cifra jamás registrada en los anales presidenciales.
Piñera, sin embargo, está jugando los descuentos en su segundo período presidencial. Ha gobernado privilegiando al empresariado y a la élite socio-económica de este país, que ha soportado con estoicismo los embates de la injusticia y las inequidades derivadas de este ambicioso sector que no duda lucrar hasta lo inimaginable, a costa de miserables salarios de la clase trabajadora.
También fue noticia de primera plana el nombramiento del vicepresidente de la Convención Constitucional, Jaime Bassa, abogado constitucionalista con un extenso currículum profesional, quien de inmediato empatizó con la líder mapuche, abriendo de este modo la primera página de este histórico capítulo que comenzó el domingo 4 de julio.
DIFÍCIL TAREA
La tarea no será fácil. Los 155 constitucionalistas tienen nueve meses —prorrogables a 12—, para elaborar, discutir, planificar y estructurar la nueva Constitución que regirá los destinos de Chile las próximas décadas.
Y decimos que esta tarea no será fácil por el contexto en que comenzó este nuevo capítulo. Mientras los convencionistas se alistaban para la ceremonia inaugural, en calles aledañas fuerzas represivas de Carabineros de Chile se encargaron de activar el “guanaco” contra esperanzados grupos que se manifestaron con algarabía ante tal acontecimiento histórico. Este bochornoso incidente empañó la inauguración, pues el Estado represor una vez más emergió coartando la algarabía de los manifestantes. Varios convencionistas salieron en defensa de los manifestantes y algunos de ellos recibieron, también, chorros de agua contaminada lanzada por el irreverente “guanaco”.
La mano represiva del gobierno se hizo presente una vez más, como una forma prepotente de perpetuar los dramáticos sucesos acontecidos en la Plaza Dignidad, desde el estallido social del 18 de octubre de 2019. Desde entonces, arreciaron las acciones represivas, acallando los vítores de justicia de las apasionadas multitudes que clamaban por justicia ante las evidentes desigualdades sociales, a estas alturas agobiantes para el pueblo.
INDULTO A PRESOS POLÍTICOS
Hoy, el tema crucial de los convencionistas es acudir en auxilio de los cientos, miles de presos políticos de la revuelta, pese a que el gobierno de Piñera ha negado sistemáticamente esta realidad, aduciendo que los presos de la revuelta “son verdaderos delincuentes”.
En las cárceles chilenas los jóvenes catalogados como “presos políticos” —pese a la negación del gobierno—, cientos, tal vez miles de ellos, llevan más de un año en prisión preventiva, sin cargo alguno.
Esta es la urgencia de la mayoría de los convencionistas, aduciendo que debería aplicarse un indulto general, lo que alivianaría las reuniones y debates de los convencionistas.
PRESENCIA DE PUEBLOS ORIGINARIOS
A su vez, los pueblos originarios participan gracias a la asignación de escaños reservados.
Ante este tenso panorama, el gobierno ha insistido con vehemencia que “no existen presos políticos en Chile”, y que “los presos existentes son delincuentes”. Tales afirmaciones oficialistas se hacen sentir aún más fuerte cuando los convencionistas discuten, precisamente, la petición de indulto general para los jóvenes manifestantes encarcelados, reprimidos, vejados y detenidos por Carabineros de Chile sólo por exigir justicia, por un Chile más digno, con oportunidades para todos y no sólo para una élite social.
Y para qué hablar de los heridos y la secuela de mutilados oculares —más de 400, y algunos de ellos totalmente ciegos—, como los dramáticos casos de Fabiola Campillay y Gustavo Gatica. Les truncaron la vida de raíz con disparos asesinos (¿armas disuasivas?) frontalmente al rostro.
INSISTENTE REPRESIÓN
Esta postura insistentemente represiva del gobierno, incluso a minutos de comenzar la Convención Constitucional, revela una vez más la mano dura y dictatorial de Piñera, intentando degradar la actitud de los convencionistas que insisten en liberar a los presos políticos por luchar por una sociedad mejor y más justa para todos.
El panorama se ha tornado tenso y el desafío para los líderes convencionistas parece un camino pedregoso, particularmente para la presidenta mapuche, Elisa Loncon, quien sin duda no olvida cómo se ha maltratado a su pueblo, cómo se les ha reprimido a lo largo de la historia, abusando de ellos y robándoles sus majestuosas tierras para ponerlas en manos de latifundistas que han lucrado hasta la saciedad.
Los pueblos originarios, por primera vez, tendrán la oportunidad de alzar la voz y defender sus tradiciones, sus costumbres, su ancestral vida ligada a la naturaleza, a sus tierras indómitas de las cuales históricamente se les ha despojado.
Con razón —y muy acertadamente—, las primeras palabras de Elisa Loncon, tras haber sido elegida presidenta de la Convención Constitucional, fueron: “Vamos a refundar Chile… Y vamos a cambiar la historia de este país… Instalamos aquí una manera de ser plural, democráticos, participativos… Esta Convención que me toca presidir transformará a Chile en un Chile plurinacional, intercultural, en un Chile que no atente contra los derechos de las mujeres; en un Chile que cuide la Madre Tierra… Es posible, hermanas y hermanos, refundar este Chile, establecer una nueva relación entre el pueblo mapuche, las naciones originarias y todos los pueblos que conforman este país… Todos juntos vamos a refundar Chile…”
Por Francisco Leal Díaz