Acusa CIDH: la represión en Nicaragua entró en una nueva fase
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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció ayer ante la Organización de Estados Americanos (OEA) “una nueva fase de la represión” en Nicaragua y pidió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el órgano judicial del bloque regional, proteger a cuatro opositores en “extrema situación de riesgo”.
En una aparición pública, el presidente nicaraguënse, Daniel Ortega, aseguró que los 19 opositores presos, a cinco meses de las elecciones, no son candidatos ni políticos, sino “criminales” que atentaron “contra la seguridad del país, al tratar de organizar un golpe de Estado”.
En una ceremonia televisada, el mandatario los acusó de ser “agentes del imperio yanqui, que conspiran para derrocar al gobierno”.
Ante el consejo permanente de la OEA, la presidenta de la CIDH, Antonia Urrejola, mencionó los casos de Violeta Granera y José Adán Aguerri, y los aspirantes presidenciales Juan Sebastián Chamorro y Félix Maradiaga, también arrestados en las últimas semanas.
La CIDH subrayó en un comunicado que la vida e integridad de estos cuatro positores y de sus familiares, para quienes pidió un amparo, corre peligro. El organismo ya había emitido medidas cautelares para ellos en 2018 y 2019.
En este contexto, la poeta y activista nicaragüense Gioconda Belli sostuvo ayer que el presidente Daniel Ortega quedó “profundamente traumado” por haber entregado el gobierno a Violeta Barrios de Chamorro en 1990 y que ahora desoye todas las críticas internacionales porque “no está dispuesto a perder el poder”.
En entrevista con la agencia de noticias Ap, Belli lamentó que Ortega haya ordenado encarcelar a cinco aspirantes a la presidencia en las elecciones del 7 de noviembre y a otros 13 opositores, pese a que gobiernos y organismos internacionales lo han instado a garantizar comicios libres y transparentes.
La reconocida poeta, quien apoyó activamente el primer gobierno sandinista en la década de los 80, acusó que tras aquella derrota Ortega “pasó por encima de sus principios, perdió todos los escrúpulos y ya no tiene más norte que conservar su poder al costo que sea”.
La escritora también denunció el allanamiento realizado la semana pasada por la policía de Nicaragua a la residencia de su hermano, el empresario opositor y ex ministro de Educación Humberto Belli, quien huyó del país. “Eso fue terrible, amenazaron con violar a mi sobrina; a ella y a su madre las sometieron a un estado de terror, fue una venganza porque mi hermano escapó”.
En tanto, Cristian Tinoco, hija del histórico ex comandante guerrillero preso Víctor Hugo Tinoco, afirmó que “el sandinismo ha sido secuestrado por Ortega y en el partido se hace lo que digan él y su esposa”, Rosario Murillo.
Agencias AFP y AP
Felipe Portales says:
Triste final de un movimiento que suscitó tantas expectativas y esperanzas en los pueblos latinoamericanos.