Declaración de la bancada constituyente La Vocería del Pueblo asusta al partido del orden
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«El poder constituyente originario es un poder plenamente autónomo», señalaron ayer en una declaración un grupo de convencionales de la Lista del Pueblo, de escaños reservados para pueblos originarios e independientes que -anunciaron- funcionarán como bancada en el órgano constituyente.
«Llamamos a hacer efectiva la soberanía popular de la constituyente, expresada tanto en el reglamento como en las normativas que debe darse, sin subordinarnos a un Acuerdo por la Paz que nunca suscribieron los pueblos», manifestaron y generaron la reacción inmediata de los medios de comunicación hegemónicos y del partido del orden. Desde Yasna Provoste a Gabriel Boric rechazaron esta declaración. Los mismo desde el gobierno a través del ministro Juan José Ossa.
La bancada se ha llamado «Vocería de los Pueblos». En la declaración difundida, que se publica más abajo, los integrantes de la establecieron «seis garantías democráticas» que impulsarán para el desarrollo de la instancia. «Como constituyentes portadoras y portadores de mandatos colectivos que provienen de territorios, movimientos y organizaciones sociales, manifestamos nuestro compromiso democrático con el ejercicio soberano de los pueblos».
Vocería llamó a levantar espacios de participación popular y a «hacer efectiva la soberanía popular de la constituyente, expresada tanto en el reglamento como en las normativas que debe darse, sin subordinarnos a un Acuerdo por la Paz que nunca suscribieron los pueblos«. Esto último en referencia al acuerdo firmado el 15 de noviembre de 2019.
En la Vocería de los Pueblos no participa toda la Lista del Pueblo (conformada por 27 convencionales) y solo se han integrado quienes respondieron más rápido a la organización post elecciones. La constituyente del Distrito 12, Alondra Carrillo, indicó que “esta articulación no está cerrada, están invitadas a sumarse todas aquellas que provienen de movimientos y luchas sociales y que responden a mandatos colectivos”.
Provoste reaccionó ayer por la mañana: «Ningún grupo tiene la posibilidad de imponer a otro las normas de funcionamiento», en tanto Boric, que formó el acuerdo del 15 de noviembre del 2019, dijo a un medio que esta es una «discusión bizantina».
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Jorge Moraga says:
Estos convencionales del partido del orden son gatopardistas y lo unico que les interesa que se mantengas los intereses desleables de sus partidos que han pavimentado y perfeccionado el modelo capitalista neoliberal.So lo apelan por cambios cosmeticos y vociferan que luchan por cambios profundo.Tiene un temor inmenso de perder sus previlegios y mantener una obscura y disimulada colusion con el poder poitico y economico imperante.Hay que forzarlo a que se definan por los interesde la mayoria de los ciudadanos y solo con el ejercicio del una asmbla constituyente sera posible que el constituyenet original o sea el soberano es elque tiene el mandato de redactar una nueva constitucion soberana y no le corresponde al poder constituido escribir la carta magna que regira el furuto destino de Chile
Felipe Portales says:
Estimado Patricio: Desgraciadamente, Boric hace muuucho que «da jugo». Su culminación fue el 15 de noviembre de 2019 en que, además de subordinarse entusiastamente a las dos derechas (lo que le ganó su «entrada» a la consideración mercurial); lo hizo saltándose soberbiamente las más elementales reglas de disciplina partidaria y, de paso, ¡provocando el quiebre de su partido. Y luego dio su apoyo a la ley «antibarricadas» propiciada también por las dos derechas…
Patricio Serendero says:
Efectivamente lo central es que si los electos escribirán la Constitución y esta es la ley fundamental que enmarca todas las otras, entonces no se le podía haber puesto la camisa de fuerza con que fue aprobada por la casta política. Esto equivale a que unos gusanos dentro de una manzana podrida le pidan a otros que cambien la manzana pero que no se les vaya a ocurrir salirse de esta. Esto es exactamente lo que les recuerda a los 34 la senadora Provoste, representante del Partido del Poder. Interesante saber que dirán los constitucionalistas de izquierda, porque esta discusión es política y por lo tanto ideológica, un ingrediente que todos tenemos. Y no señor Boric, esta NO es una discusión bizantina. Es apenas el comienzo de este capítulo de la lucha por una nueva sociedad. Veamos que dicen los otros convencionales.
Renato Alvarado Vidal says:
La crítica desde la derecha en contra de este manifiesto, me parece muy entendible, ya que representa sus intereses de clase, pero la crítica que se pretende de izquierda y que sólo descalifica pero no propone ¿a qué intereses responde? Lo que me resulta significativo es que esta crítica supuestamente de izquierda se sustenta en una falacia, dice que las demandas son generales y fácilmente asimilables por el orden burgués, pero oculta que la demanda central es la soberanía constituyente, el no aceptar los límites que la casta política buscó imponer a una nueva constitución, y esto no tiene nada de asimilable, sino que constituye una amenaza directa al orden burgués.
El señor Guille no defiende abiertamente al «Partido del Orden», pero ataca y descalifica a sus adversarios, lo que viene a ser lo mismo.
Felipe Portales says:
Serán cruciales para que la democracia le gane al fraude diseñado el 15 de noviembre, las conductas que adopten el PC y el FA en este ámbito. Si ambos se suman efectivamente al rechazo del fraude de los dos tercios postulado por los 34 convencionales; tendrán demás el tercio que les permitirá legítimamente bloquear el bloqueo de las dos derechas a una Constitución que represente a la mayoría del pueblo que quiere ¡desde hace 30 años! el fin del modelo neoliberal impuesto a través del terror por la dictadura.
Guille says:
Aliarse en un frente parlamentario con las juventudes de la Concertación (Partido Comunes, fundado por el sobrino del golpista Alwyn) y el PC (que viene defendiendo a la Concertación de manera muy profunda desde hace unos meses ) e Igualdad (una suerte de vocería de Hugo Gutierrez y Teillier, cuando ambos defienden a la Concertación), es un frente con partidos burgueses. El MIT trotskysta de María Rivera, si a sí mismo se considera un partido obrero, está jugando al «frente popular» (y por su peso en realidad se trata de una caricatura muy exagerada de frente popular…se trata en realidad de un frente ciudadano, por el peso de las fuerzas políticas burguesas)
Además, las demandas son bastante generales y fácilmente asimilables por el roden burgués y sus partidos (recordemos que el kirchnerismo argentino se presentó como el que castigó a los criminales de la dictadura, sin dejar de ser ultrapatronal y antiobrero)