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CUT reitera ante el gobierno un salario mínimo de $ 500 mil y congelamiento de precios de alimentos

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La presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, respecto del debate del  reajuste del salario mínimo que debía entrar en vigencia en mayo y continúa en la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara de Diputados, dijo ayer que la Central rechazó la oferta del Ejecutivo.

«Nosotros le hicimos una propuesta en tres ámbitos al Ejecutivo: Salario Mínimo por sobre la línea de la pobreza, Renta Básica de Emergencia de $500 mil para el 80% de la población por a lo menos 6 meses […] y la necesidad de congelar el precio de los alimentos porque no sacamos nada entregando bonificaciones, entregando recursos mientras el costo de la vida se encarece”.

En la Comisión de Trabajo y Seguridad Social está el debate del reajuste del salario mínimo. Esta semana deberá ser votado.

Se está a la espera que, entre este martes y miércoles, el Gobierno presente al Congreso una nueva propuesta ya que sectores de la oposición anunciaron su rechazó a la oferta inicial. El Gobierno pretendía tan solo elevar el Ingreso Mínimo Mensual (IMM) en unos irrisorios $10.500, es decir de los actuales $326.500 a $337.000 (de acuerdo al IPC del 3,2%). La votación de la Comisión y de la Cámara en su conjunto está prevista también para esta última semana de mayo.

La postura de la CUT ha sido siempre la de incrementar de forma gradual el salario mínimo para alcanzar que esté por sobre la línea de la pobreza, cuestión que no ha prosperado por falta de voluntad política, de hecho, Figueroa recordó la implementación de comisiones tripartitas para afinar mecanismos que pudiesen permitir abordar la gradualidad del aumento; la última fue en el 2014 y en ellas, dijo: “Lo que ha primado, más que un criterio técnico u otro, ha sido un criterio de voluntad política”.

Bárbara Figueroa, presidenta CUT Chile

La discusión actual, enfatizó, se da en un contexto crítico de propagación de la pandemia: “…donde hemos visto, incluso, colusiones en sectores como el gas, donde, un balón de 45 kilos puede llegar a costar 45 mil pesos”. A ello, agregó, que el IMM, con los descuentos de la AFP y Fonasa-Isapre: “… significa menos de 300 mil pesos para el bolsillo de las familias. Ese salario es imposible de sostener con el alto precio del costo de los alimentos y de los medicamentos”.

En esa perspectiva, exigió que en el Parlamento se legisle: “El salario mínimo por sobre la línea de la pobreza; una Renta Básica Universal que permita garantizar, por lo menos seis meses, un ingreso al 80% de la población, donde están también los informales, y garantizar el congelamiento del precio de los alimentos y, por qué no, de los medicamentos también, como medidas básicas, para enfrentar la situación crítica en términos económicos que estamos viviendo en nuestro país”.

Fernando Carmona, economista del Programa de Políticas Públicas de la Fundación Instituto de Estudios Laborales, FIEL (institución al alero de la CUT), expuso -en representación de la CUT – ante la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara de Diputados el pasado lunes 17 de mayo.

“Aumento de los salarios reales podría significar aumento de la actividad económica y, por lo tanto, aumento del empleo […] Y entendemos hoy que un salario mínimo de justicia serían los $500 mil”.  Eso fue parte de los argumentos de fondo que esgrimió la Carmona para sostener la exigencia de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT Chile, de elevar el salario mínimo por sobre la línea de la pobreza.

Fernando Carmona, economista FIEL-CUT

En la oportunidad, echó por tierra varios de los argumentos apocalípticos respecto que, por ejemplo, subir el salario mínimo supondría incremento del desempleo, pues, enfatizó, no existen estudios que avalen esta premisa: “Los salarios reales no tienen efectos sobre la demanda de empleo, sino que la actividad económica es la que tiene efecto sobre la demanda de empleo, y en la medida que hay más actividad económica, aumentan los niveles de empleo. Y eso, uno lo puede ir viendo correlacionando entre los retiros del 10%, la reactivación que produjo en la economía y los aumentos de empleo que tuvo […]. Y, así como se nos dijo que sacar el 10% podía empeorar la crisis, sacar el 10% en realidad activó la economía; cuando se nos dice que aumentar los salarios mínimos podría aumentar el desempleo, en realidad el aumento de salarios mínimos puede aumentar la actividad económica”. Esto porque en la medida que las y los trabajadores y sus familias tengan mayor poder adquisitivo, más se activa y dinamiza la economía del país.

Asimismo, cuestionó lo dicho por las autoridades ministeriales, quienes aseguran que el salario mínimo es solo la puerta de “entrada” ya que a su juicio los trabajadores tienen sueldos muy por sobre el ingreso mínimo: “Cuando uno ve los salarios de la economía chilena, donde el 50% gana menos de $400 mil, es difícil considerar el salario mínimo como un salario de entrada, sino más bien un salario permanente en la mayoría de los casos”, afirmó, agregando que: “el salario mínimo no solo se paga en la micro y pequeña empresa sino que también se paga en la mediana y gran empresa que tienen mucho más espacio para pagar mejores salarios y además, el trabajo está concentrado en la mediana y gran empresa”, por lo tanto, concluyó, el debate sobre el salario mínimo está entre entra estas últimas.   

Es por ello, reiteró, que la CUT siempre ha propuesto: “…una política salarial escalonada que en el fondo vaya llegando a un salario mínimo en la línea de la pobreza en el mediano plazo. Entendemos hoy que un salario mínimo de justicia serían los $500 mil […] Es un horizonte que podemos ir alcanzando con algunos pasos escalonados”.

 

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