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El hecho de que la mayoría de ex Presidentes de derecha a nivel latinoamericano vayan a parar a los Tribunales Internacionales, acusados de crímenes de lesa humanidad, no se debe sólo a los imbéciles que votan en las distintas elecciones por la derecha fascista, sino que obedece también a que muchos pobres son cohechados por empresarios y banqueros que son, en la realidad, los dueños del país. No falta el pobre que quiera parecerse, por ejemplo, a Sebastián Piñera, Lenin Moreno, Jair Bolsonaro, Iván Duque, entre otros Mandatarios, (en Chile se les llama los “fachos pobres” a estos ciudadanos que siguen votando por la derecha a sabiendas de que van a ser los primeros perdedores).
Mussolini llegó al poder gracias a “la marcha sobre Roma”, y el terror que tenía la derecha de perder el poder político y económico, luego de la Segunda Guerra Mundial, (en verdad, fue ganada por los soviéticos). La toma de las fábricas en Torino, inquietaron a los derechistas debido al auge del comunismo y el temor a la instalación de un gobierno comunista. Dicha marcha, aunque tragicómica, obligó al rey Víctor Manuel a nombrar a Mussolini como Primer Ministro.
El Partido nazi, en Alemania, logró triunfar en las urnas, (1933), a causa de una fuerte y bien orquestada campaña anticomunista, cuyo Partido era la segunda fuerza en la Alemania de Weimar.
En América Latina la última arremetida de la derecha, sobre la base de una estrategia cuyo fundamento era el terror al Castro-chavismo-madurismo, se centró hacer campaña del terror, en Chile, por ejemplo, muchos pobres votaron por Piñera, por miedo al “Chilezuela”, lema que la derecha logró introducir en las mentes de los analfabetos políticos y de la gente más vulnerable.
El Brasil, el juez prevaricador y corrupto, Sergio Moro, ordenó la prisión de Luiz Inácio Lula da Silva, (posible ganador en las elecciones); los cariocas votaron por el degenerado y fanático evangélico, Jair Bolsonaro, cuyas políticas negacionistas propagan por toda América y el mundo las variantes nuevas del virus Covid-19.
En Colombia, el pueblo lleva varios años de dictadura y, amparados los gobernantes en la doctrina de la “Seguridad Democrática”, han cometido lo más atroces crímenes, bajo el liderazgo del paramilitar y corrupto, Álvaro Uribe Vélez, y el pueblo, que sigue creyendo en la derecha fascista, votó por el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, quien sucedió a Uribe luego de dos períodos continuos de gobierno, y que los uribistas, descontentos, en primer lugar, porque se sintieron traicionados el Acuerdo de Paz, de La Habana, impulsado por el gobierno de Santos y, en segundo lugar, Santos durante su mandato, llevó a efecto una política de apertura, y por estas razones una mayoría de ciudadanos votó por el delfín de Uribe, el “cerdo” Iván Duque, (ahora en las cuerdas, y ad portas de ser acusado ante la Corte Internacional de La Haya por crímenes de Estado).
Quizás, una de las pocas veces en que en Latinoamérica los ciudadanos votan a conciencia fue el caso de Argentina, en que los ciudadanos eligieron como Presidente de la República a Alberto Fernández, frente a Mauricio Macri, que buscaba su reelección quien, además de incapaz, su única gracia fue la de haber sido presidente del equipo de futbol, Boca Junior.
El sábado y domingo, 15 y 16 de mayo de 2021, tendremos cuatro elecciones, y se elegirán alcaldes, concejales, gobernadores y, los más importantes, los constituyentes: es un hecho a resaltar el que por primera vez en nuestra historia los ciudadanos votarán por los representantes encargados de redactar la nueva Constitución para Chile, cuya reglamentación se basa en varias trampas que la derecha, junto a los traidores de la Concertación acordaron, con el fin de salvar a Piñera de la debacle, generada por las sucesivas manifestaciones, a partir del 18-0.
Las elecciones para elegir gobernadores, que pudieran ser muy importantes si se tratara de una verdadera regionalización y descentralización del poder político y económico pero, en la práctica, estos personeros serán puramente decorativos, pues los senadores que no cumplen ninguna función, (ojalá, en la nueva Constitución desaparezcan con la aprobación de una Cámara única), hicieron lo imposible para restar poderes a gobernadores que, por primera vez en la historia, se eligen en nuestro país.
Esperemos que los electores hayan tomado conciencia de sus deberes cívicos, en primer lugar, que acudan a las urnas a depositar su voto, (la abstención es inútil), y que, además, no voten por ningún candidato que pertenezca a la casta política, que ha llevado a Chile al deterioro de las instituciones.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
14/05/2021
Gino Vallega says:
La campaña de los e diarios por los independientes no asociados a «partidos30años’ , fué CERO ; jugaron , como los oficiales /tv/ «independientes con piel de progresistas» , por los mafiosos de siempre y mantuvieron la farándula de la teletón política sin asco.Será que el pueblo aprendió?Veremos los resultados caciquismo individualista ó la sorpresa de la organización popular?