Denuncian en la Contraloría el permiso del edificio de la CChC en Las Condes por contener diversas ilegalidades
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Fundación Defendamos la Ciudad, cumpliendo su rol de fiscalización ciudadana, informa sobre el nuevo edificio de la CChC, localizado en la avenida Las Condes 6761 y avenida Apoquindo 6750, se construyó con el permiso N° 068 del 11/06/13, cursado por la Dirección de Obras Municipales (DOM) de Las Condes a la Inmobiliaria y Constructora Apoquindo Las Condes S.A. cuyo representante es el profesional Andrés Nahmias.
Dicho acto administrativo contiene varias ilegalidades, partiendo por el hecho cierto de que el proyecto no es un Conjunto Armónico, como se establece en ese permiso, figura legal que solo para los proyectos inmobiliarios que consulten más de 2 edificios considera mayores coeficientes de constructibilidad y altura, ello conforme a dictámenes N° 17.707, de 2008; N° 45.301, de 2008, de la ContraloríaGeneral de la República.
La municipalidad de Las Condes cometió errores garrafales en la emisión del permiso, los que están claramente descritos en la denuncia ingresada en laContraloría el 3 de mayo de 2021, con folio W013096/2021, cuyo texto de adjunta al igual que el señalado permiso de edificación mal otorgado.
Observando la imagen del edificio en la segunda página del texto ingresado en Contraloría, se aprecia que el proyecto contempla una sola estructura, edificio en donde operan actualmente todas las empresas ligadas a ese holding empresarial, llamando la atención que el señor Andrés Nahmías, constructor del edificio, haya renunciado a su membresía en la CChC.
Sobre este asunto, Patricio Herman manifiesta que, en la práctica, el edificio supera largamente las normas urbanísticas fijadas en la Zona EAa+cm del Plan Regulador Comunal (PRC) de Las Condes, la cual, para la Tabla C) de la mencionada zona, sólo admite 2 pisos de altura y exclusivamente para edificios de edificación continua, y no los 21 pisos aislados que tiene el mal aprobado permiso N° 68 de 2013. El proyecto tampoco cumplió con el coeficiente de constructibilidad, ni con el coeficiente de ocupación de suelo, ni con la norma sobre “piso retirado”, y peor aún, presentó un EISTU de un proyecto distinto, que contemplaba viviendas, a diferencia del proyecto aprobado por la DOM que se destina solo a oficinas y comercio.
Entendemos que la Contraloría deberá manifestar en su próximo dictamen por qué esa municipalidad cometió tan lamentables «equivocaciones» que beneficiaron a esa influyente y locuaz asociación empresarial que siempre ha criticado la atribución legal que ejerce el ente fiscalizador.
En resumen, los «errores» cometidos traen como consecuencia directa una importante plusvalía patrimonial a la CChC y en tal sentido la opinión pública podrá sacar conclusiones. Instamos al mediático alcalde Lavín a que se pronuncie públicamente al respecto, pues la funcionaria municipal (DOM) que cursó el permiso está bajo su fiscalización y supervigilancia directa, conforme a la Ley 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades.
El aspecto más grave de este permiso de edificación mal otorgado, dice relación con el hecho de que, es la propia CCHC quien clama airadamente por certeza jurídica de los permisos, pero es la primera en vulnerar las normas que afectan a los proyectos. Ese doble estándar, entre el discurso para la prensa y lo obrado, le hace muy mal al país, pues así se resta credibilidad a las instituciones públicas y privadas.