Columnistas

Javiera Parada, qué brillante fue tu abuelo

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 17 segundos

Y qué nos importa hoy día Javiera Parada cuando nos queda la memoria y los escritos de su abuelo Fernando Ortiz.

En esos años cuando se iniciaba lo que el mundo conoció como la Guerra Fría Chile era gobernado por Gabriel González Videla, quien luego de un viaje a los Estados Unidos volvió un furibundo anticomunista, un extraño mediocre que la historia lo describe como presidente voltereta.

Cambió su forma de pensar y desató una cacería en contra justamente de quienes lo apoyaron y le escribieron poemas, “el pueblo te llama Gabriel”. Llevó a cientos y cientos de militantes comunistas a los campos de concentración y por esos asuntos a Pinochet le tocó estar a cargo de aquel campo de prisioneros.

El abuelo de Javiera no nació viejo.

Fue un destaco dirigente estudiantil y de una consecuencia a toda prueba, era un orador brillante, un dirigente lúcido. En esos años oscuros entre sus compañeros de ruta y de lucha, estaban José Tohá, quien fuera ministro del gobierno popular y asesinado en el hospital militar de Santiago. Juan Bosco Parra, Julio Silva Solar entre muchos. Todos tuvieron una destacada participación en los periodos post González Videla y trabajadores inagotables durante los años de la Unidad Popular..

Fernando Ortiz Letelier, hombre nacido en Puerto Montt, fue Secretario General de las Juventudes Comunistas, algunos años después fue miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile.

Académico en la misma universidad donde realizó sus estudios llegó a formar parte del Consejo Superior de la Universidad de Chile y junto a Hernán Ramírez Necochea, un notable historiador, dieron la gran batalla por una reforma universitaria.

No tiene importancia que su nieta Javiera Parada haya abandonado su precario y rocambolesco pasado. Conversos han existido siempre y a todos les va muy bien con la derecha.

El ex ministro de Cultura, el bufón Rojas, que trabajó sólo un fin de semana fue asignado a la empresa Aguas Andina, y el limitado ex ministro de Relaciones Exteriores, un tal Ampuero, está feliz paseando por el Valle de los Caídos en España, mientras recuerda y se emociona silbando cara al sol con la herencia de Primo de Rivera y Francisco Franco.

Abrazar las causas que son necesarias para hacer que el hombre alcance derechos inalienables no es juego de días feriados. Se trata de intentar llegar a la altura de los obreros como canta Silvio Rodríguez.

La derecha desde sus trincheras mercuriales sigue manteniendo un añejo discurso de los años de la guerra fría. Se olvidaron de la derrota del imperialismo en la guerra de Vietnam, no condenan el ataque a Playa Girón.

Chile está viviendo un momento histórico, todo lo contrario a lo que afirma Javiera Parada que habla de un nuevo tiempo, de la necesidad de diálogo, del entendimiento y que justamente el ex ministro Briones, afirma que su gurú será el encargado de concretar. Mal análisis, pésima compresión de la historia. Falta de lectura. Intentar explicar las urgencias del país leyendo El Mercurio por las mañanas es mala compañía, algo así como ir corriendo como una bola en una mesa de billar.

No hay duda que la nueva conversa Parada no leyó la carta que le envió a su abanderado Briones el profesor Rubén Uribe Bahamondes.

“No es serio señor Briones, cuando el punto central de sus palabras propone traer docentes del extranjero”.

Por decenios millones de chilenos aprendieron a leer con profesores normalistas y que la dictadura militar cerró aquellas escuelas. Esos que enseñaron esa letra redonda que tenía una colita como cantaba Quelentaro.

Hoy cuando la educación está convertida en mercancía, que es el marcado interés del Cid Campeador de Javiera Parada la dura realidad deja como muestra un país pobre y desigual.

No está Chile en el fondo del pozo, todo lo contrario. Todo está por hacer para levantar las propuestas siempre vigentes. Este país tiene un 18-0 que nadie lo vio venir pero que se fraguó mezclando las viejas formas de lucha con la justa rebeldía de las nuevas generaciones en los tiempos actuales.

Las luchas populares las vivió Fernando Ortiz quien dignamente recibía su sueldo como académico de la universidad, muy diferente fueron algunas boletas ideológicamente falsas en esos tiempos de precampaña de Bachelet en el comando de calle Guacolda en Santiago. También duró poco Javiera, abandonó su poca responsabilidad, su pequeño trabajo.

Posiblemente ella no conozca esta historia.

En aquellos años de dictadura la vida en la prisiones era muy difícil, pero siempre hubo tiempo para el estudio y seguir manteniendo la preocupación solidarizando con todos aquellos que generosos hacían temblar la mesa del tirano.

Cuando nos enteramos de lo sucedido con los compañeros Nattino, Parada y Guerrero todos los presos políticos, en todas las cárceles se lanzaron en una huelga de hambre para denunciar al país y a la opinión pública mundial como eran esos años de oprobio, dolor y muerte.

Sabíamos que entre ellos estaba el yerno de Fernando Ortiz y eso era también un aporte a la historia para dejar constancia que solidaridad se puede ejercer y transmitir desde cualquier esquina de Chile. Aquellos gestos era para que la memoria no se haga bruma, para que la justicia cumpla con su oficio.

No estamos enrostrando nada, ni buscando el empate, ni un suspiro de pena por aquellos gestos desde las cárceles. Se deja constancia que sencillamente era necesario porque estábamos convencidos en la derrota de la dictadura. Ningún preso político cambió de bando, pero sencillamente nos ayudó a no pasar de lado por una injusticia. Ninguno abandonó su clase ni la dejó como un  asunto menor.

Siempre existirán personajillos que se acerquen con su tarrito limosnero para pedir algún beneficio y sus tres minutos de fama, aunque sea pisando la herencia de aquel libro magnífico y certero El movimiento obrero en Chile (1891-1919) de Fernando Ortiz Letelier. 

 

Por Pablo Varas

 

 

 

 

Escritor

Related Posts

  1. Margarita Labarca Goddard says:

    ¿Y por qué la vamos a dejar tranquila? Es que ella es un ejemplo típico de la falta de consecuencia y de la traición. Porque traicionó la memoria y el honor de toda su familia: de su abuelo Fernando Ortiz, un compañero estupendo a quien tuve la suerte de conocer, a sus abuelos Roberto Parada y María Maluenda, actores de primera categoría mundial. Hay una foto de Roberto cuando se enteró de la muerte de su hijo, que es la imagen del dolor en estado puro. Esta Javiera ni siquiera ha respetado a su padre asesinado, ni a su valiente madre. En suma, traicionó todo y a todos, una actitud vergonzosa y deleznable que no se puede olvidar.

  2. Dejen tranquila a esa niña .
    Luego de sufrir todo lo que sufrió en carne propia durante la horrorosa y criminal dictadura ,asesinaron a su padre de la manera mas vil ,hicieron desaparecer a su abuelo, junto con muchos de sus amigos o compañeros ,encarcelaron a su madre…. y nadie se pregunta que pasa en su mente ,donde esta la humanidad de quienes la critican ? .
    Los seres humanos no somos maquinas que pueda programarse eternamente .
    Todos estos dramas tienen otros culpables ..los que propiciaron ,sostuvieron y avalaron los años de locura criminal de la dictadura cívico militar .

  3. Como persona Javiera Parada es insignificante.No representa a nadie, sólo a su dudosa sanidad mental. No debiera ser tomada en cuenta si no fuera por haber denigrado la trayectoria política y personal de sus abuelos paternos ( Roberto Parada, María Maluenda) y su abuelo materno, académico asesinado por la dictadura (Fernando Ortíz) y su padre degollado José Manuel!! Hay que olvidar a esta conversa, travesti y malinche política digna exponente del Síndrome de Stocolmo!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *