La versión de un agente:  El rol de “La Oficina” en la democracia chilena de los noventa

El esperado libro de Ceibo Ediciones llega a todas las librerías del país: Rati. Agente de La Oficina. La Pacificación en Democracia, de los autores Dauno Tótoro Taulis y Javier Rebolledo Escobar, ambos con una lata trayectoria en investigación periodística y el primero con una lista de novelas que lo han posicionado como uno escritor reconocido en el mundo editorial.

 

El libro aborda uno de los pasajes más oscuros de la transición entre dictadura y la esperanza de la democracia, la creación de La Oficina, creada justo después del atentado en contra de Jaime Guzmán, fue la herramienta que usó la nueva institucionalidad para perseguir a los grupos armados de izquierda que dieron la lucha frontal en contra del régimen cívico-militar que encabezó Augusto Pinochet, y que no creyeron en las promesas de una alegría, que nunca llegaría.

 

El primer capítulo comienza con una escena cinematográfica, con balas, un ex policía que puede ser el antihéroe de cualquier serie televisiva de acción, caído en desgracia con sus ex compañeros, y temiendo por su vida, pero dispuesto a enfrentar el momento con la verdad, único recurso que le queda para resarcirse con la ética que dice haberlo llevado a abrazar esa carrera que terminó por decepcionarlo.

Rati. Agente de La Oficina. La Pacificación en Democracia, cuenta la versión de Jesús Silva San Martín, uno de los protagonistas de los hechos y se convierte en un insumo imprescindible para entender el entramado en que se ven involucrados políticos, como el mismísimo Andrés Chadwick, Jorge Burgos, Belisario Velasco, Marcelo Schilling, y otros nombres similares, que jugaron un rol determinante para acabar a sangre y fuego con la disidencia.

La historia podría ser perfectamente una novela policíaca con un intrincado argumento que mezcla conspiraciones, narcotráfico, soplonaje y momentos de tensión que nos enfrenta al dilema de entender cómo opera la “inteligencia”. Una historia que entretiene como si fuera ficticia, pero con el peso de contar parte de la realidad que marcó los primeros años una vez que Pinochet dejara el poder ejecutivo en manos de Particio Aylwin.

El protagonista de este libro fue testigo de la guerra sucia desatada por la Concertación a comienzos de los años 90: tortura en democracia, montajes policiales, delación, infiltraciones y agentes pagados. El agente sostiene que ese primer gobierno concertacionista y la derecha chilena sabía de los planes de atentar en contra del senador UDI, ideólogo de la Constituoción del ’80, y no hicieron nada por impedirlo.

La pregunta natural es ¿Por qué decidió hablar tantos años después? Según dijo, después del 19 de octubre de 2019 algo lo impulsó a compartir su historia con la esperanza de aportar en algo para barrer con la suciedad con que opera la Inteligencia secreta: “En estos días he visto a la gente joven en la calle, a los jóvenes peleando. Y me pregunto: ¿A cuántos como ellos habré metido presos durante mi tiempo de policía?

El ex policía fue agente de La Oficina, empleado de la UDI, colaborador de la DEA, y sabe que eso lo marca. “Llegó la hora de contar lo que vi e hice, porque quienes me quisieron anular, los que estaban seguros de que me habían callado para siempre, se equivocaron. Si naciera nuevamente, por nada del mundo sería policía. Aprendí a reconocer los signos de la maldad y de la corrupción. Por eso hablo”, señaló.