Chile al Día Crónicas de un país anormal

El Sename otra vez: máquina de represión, tortura y abusos contra las futuras generaciones

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El Estado, manejado por el empresario-millonario, Sebastián Piñera y sus hombres del “saco” – antes por los traidores de la Concertación de Partidos por la Democracia –  a quienes les importa muy poco  que el propio Estado, que debiera velar por los derechos de los ciudadanos, es especial de los más vulnerables, (niños, niñas y adolescentes), se haya dedicado a torturar al que tiene la mala suerte de nacer en un hogar pobre y en una familia disfuncional – así la llaman las supuestas autoridades inmorales de Chile -.

El diputado René Saffirio, una de las pocas personas que aún conserva la calidad moral, sumada a la empatía con su prójimo, se ha convertido en defensor, especialmente de los niños y niñas que se suponía estaban protegidos por el Estado en Centros del Servicio Nacional de Menores, institución asesorada por  Fundaciones cuyo directorio lo integran algunos millonarios, como también algunas mujeres “beatas” de la Democracia Cristiana.

El Estado está obligado, (según la Constitución de 1980), a cumplir sólo labores subsidiarias, es decir, las tareas en las cuales no se devengan rentabilidades, por consiguiente, se supondría que el Estado debiera hacerse cargo de la protección de niños y niñas y adolescentes vulnerables, pero sucede todo lo contrario: el SENAME se ha convertido en una máquina de represión, tortura y abusos en contra de quienes serían las generaciones del futuro del país.

Las Fundaciones, supuestamente “generosas y solidarias” que no pagan impuestos, al contrario, son altamente subvencionadas con el dinero del fisco; utilizan a niños muy “dañados” psicológica y socialmente, como una máquina para obtener rentabilidades y, a veces, para “pavonearse” con su supuesta sensibilidad social, (serían los “sepulcros blanqueados”, limpios por fuera y podridos por dentro, de los cuales nos habla Jesús al referirse a los fariseos), y hoy son los ricachones que se han apropiado del poder, que lo utilizan para obtener altos beneficios monetarios.

A partir del caso de la muerte de la niña Lissete, en un Centro del SENAME, provocada por los malos tratos y abusos continuos, los periodistas comenzaron, paulatinamente, a destapar el escándalo que venía ocurriendo desde hacía varios años, sin que las incapaces autoridades fiscalizaran su funcionamiento, menos la ciudadanía, que ignoraba lo que ocurría en esos Centros de protección de la infancia y adolescencia.

Mucho tiempo tardaron las comisiones investigadoras de la Cámara de Diputados y los Tribunales de Justicia de llegar al convencimiento de que niños y niñas eran abusados, incluso sexualmente, por cuidadores de muy baja calificación para cumplir la tarea de formación y protección de la infancia. Aún el Estado torturador y abusivo ignora el número de muertos en el SENAME, sea por tortura, por tratos abusivos y denigrantes, por medicación inescrupulosa y excesiva y por suicidio de niños desesperados ante la situación de oprobio en que vivían.

Las declaraciones ante la Prensa de la directora actual del SENAME, Carid Leal, y de la directora regional, Rosario Martínez, demuestran la lenidad con que actúan las autoridades frente al abuso de los niños y adolescentes, siempre protegidas por la presunción de inocencia…,(aun cuando es muy pronto para emitir un juicio sobre los abusos a los niños, en la casa familiar, de la calle Carlos Antúnez, donde un niño, lloraba y pedía auxilio, clamor que fue escuchado y grabado por una vecina del lugar). Todos sabemos que cuando un escándalo de magnitudes, (lo es la práctica el de los abusos del Estado a través del SENAME), basta con pedir sumarios, que nunca se llevan a cabo, o bien, terminan con el sobreseimiento de los abusadores, o también, se entregan a un fiscal quien, pretextando tener mucho trabajo, terminará enviando el expediente a los archivos judiciales, (ni siquiera son pasto para los ratones).

Cuando murió Lissete Villla, la Cámara de Diputados constituyó una de las tantas comisiones investigadoras que, por lo regular, han terminado con acuerdos sin trascendencia en pro de la defensa de la niñez pero, al menos, pudo conocerse que además de Lisete, 180 niños y adolescentes habían muerto en recintos del SENAME.

La casta en el poder sabe bien que para eternizarse en sus cargos requiere del voto de los clientes, llamados electores, pues mientras el capitalismo salvaje continúe al mando del país, los hombres de bien nos negamos a aceptar que los electores se les llame “ciudadanos”, y que el gobierno de Piñera sea una democracia.. Ya llegó la hora de reaccionar y se hace necesario actuar con celeridad, castigando a quienes abusan de los niños, niñas, y jóvenes, con penas significativas de prisión efectiva.

Desgraciadamente, hoy por hoy, los chilenos estamos condenados a soportar el desgobierno del peor Presidente de Chile a través de su historia: personaje mezquino, a quien motiva la codicia y el enriquecimiento personal, familiar y de sus amigos, los empresarios, y al menos por ahora, los niños seguirán siendo maltratados por un Estado ineficiente y abusivo con los ciudadanos más pobres y vulnerables.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

25/03/2021

 

Historiador y cronista

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