Candidatos a Convención Constituyente crean bloque para renacionalizar recursos naturales
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Este miércoles, frente a La Moneda, se dio un hecho de enorme significación para la historia de Chile, aunque los medios hegemónicos jamás digan una palabra de todo esto. ¿De qué se trata? Del lanzamiento de una plataforma política que pone la renacionalización de los recursos naturales en el centro de la discusión constituyente, una necesidad en vista de las enormes necesidades de la sociedad chilena, y que son claramente perceptibles con tan sólo constatar el creciente número de personas viviendo en situación de calle y la proliferación masiva de campamentos.
Un grupo de 24 candidatos a convencionales, liderados por el médico Pablo Sepúlveda Allende, nieto del ex Presidente Salvador Allende y candidato por el Distrito 10, anunció la creación de un bloque orientado a instalar uno de los temas que debería ser clave en la Convención Constituyente: la renacionalización de todo el patrimonio natural de Chile, tanto renovable como no renovable, entre los que se encuentran minerales como el cobre y el litio, además del agua, los bosques y los recursos marinos, riquezas que se encuentran en manos de grupos económicos chilenos o trasnacionales debido a una estrategia de desarrollo entreguista, oligárquica y antichilena.
«Este es un llamado a la ciudadanía en general, a los trabajadores del cobre, para que juntemos fuerzas para que instalemos este tema en el debate constituyente», señaló el líder del bloque de candidatos a convencionales, quien destacó que Chile no puede seguir regalando su riqueza en vista de las múltiples y acuciantes demandas sociales que, entre otras cosas, propiciaron el estallido social de 2019.
«Chile tiene las mayores reservas de cobre del mundo, la segunda o tercera de litio, y son recursos estratégicos que, bien explotados, nos ayudarán a dar el salto a un nuevo modelo de desarrollo, no este modelo hiperextractivista y depredador«, afirmó el candidato poco antes de leer un manifiesto, al tiempo que puso énfasis en «el simbolismo» que representa este bloque ya que se presenta cincuenta años después de la nacionalización del cobre.
La discusión no es un antojadiza, por cierto, toda vez que los derechos sociales universales tendrán un lugar privilegiado en la discusión. «El problema es que, hasta ahora, hemos hecho poco para ver cómo financiamos esos derechos en materia de jubilaciones, salud de calidad, educación de calidad y vivienda«, se anticipó en aclarar el economista y abogado Julián Alcayaga, de Chile Cobre, quien asesora al candidato, al tiempo que detalló la dimensión del saqueo del cobre desde que Patricio Aylwin decidiera desnacionalizar el recurso.
«Las empresas extranjeras se han llevado, desde 1990 a la fecha, 100 millones de toneladas de cobre, además de oro, plata, molibdeno, ácido sulfúrico y de azufre, lo que representa 900 mil millones de dólares, fijando el precio a 3 dólares la libra. Es demasiado grande lo que se han llevado, mientras que lo que han dejado en impuestos es un monto de apenas 35 mil millones de dólares. Codelco, produciendo menos de la mitad en idéntico periodo, aportó al Estado de Chile 80 mil millones de dólares. Lo peor es que hasta la fecha no se ve que alguien plantee la nacionalización de la minería, cuando es necesaria», sostuvo el abogado y economista.
Temor «progresista«
Alcayaga también fue crítico con aquellas voces que, desde el progresismo, expresan cierto temor ante la posibilidad de renacionalizar el recurso, fundamentalmente a causa de las sanciones que Chile pudiera sufrir. «Sólo habría que indemnizar a valor-libro las instalaciones que las empresas tienen, y que no pasan de los 20 mil millones de dólares. No procede la indemnización por recuperar los yacimientos ya que éstos son de Chile, y eso lo explicita incluso la Constitución del ’80», destacó.
«20 mil millones de dólares no es nada comparado a lo que podría ganar el estado para financiar las necesidades que tiene. Además se puede pagar a plazo; 30 años, 20 años, incluso podemos pagar en 10 años. No hay que temer a que nos apliquen un boicot a la compra de cobre ya que el mundo necesita el cobre chileno. Las necesidades futuras en cuanto a movilidad impide boicotearnos. Australia o EE.UU tienen reservas, pero mínimas», concluyó.
Y concluyó: «Muchos no se atreven. Cuando les digo ‘entonces cobremos un royalty de verdad, pero a las ventas, no a las ganancias’, y resulta que muchos siguen con esa mirada timorata».