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Los objetivos actuales son importantes pero no civilizatorios

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Las luchas sociales y políticas son un paso adelante de cambio, lo posible sin ser fáciles. Junto con ellas debe señalarse las radicales.

China tiene la voluntad de superar a Estados Unidos en hegemonía. Es posible una guerra nuclear. Miles de millones de personas viven en la pobreza. La energía renovable no puede superar la cantidad que se utiliza de los hidrocarburos. Hay que detener el calentamiento global, la extinción de especies. El poder debe ser de las mayorías. La concentración de la riqueza en el 1% es violencia.

«No hay un modelo… Cada país va a encontrar una salida del neoliberalismo adecuada a sus circunstancias, a las características fundamentales de su economía, al grado de organización de las fuerzas de campo popular, a las posibilidades que abre una determinada correlación de fuerzas entre la derecha y la izquierda, a la intensidad de la presión del imperialismo y las grandes empresas, a su propia historia», afirma el sociólogo Atilio A. Boron.

El destacado sociólogo y académico chileno Alberto Mayol, al referirse conceptualmente al “momento cero” como fenómeno disruptivo en términos políticos asevera: “El concepto de “momento cero” es un derivado de un término que el lingüista Roland Barthes denomina “grado cero”. Esto es un momento en el cual los elementos que configuran el escenario están comenzando su proceso de construcción” (1).

Una inmensa masa de la humanidad no se moviliza. Solo una parte es activa y su tarea es hacer ahora. Abrir distintos cambios. Empezar a ser poder y a dirigir.

Esas voluntades de luchas sectoriales en algún momento deberán unirse tras los objetivos de la supervivencia. La época capitalista  es insostenible y va  a colapsar. Se debe transitar a ellos.

El fin del neoliberalismo se argumenta en análisis intelectuales y en propuestas políticas sin decir que se trata de un paso de cambio y al mismo tiempo conservador.

El fin del capitalismo se menciona menos.

Al margen de los deseos, incluso de todos, la realidad material del planeta y de sus vidas señalan la dirección en que se debe construir:

El planeta es finito, no hay otro disponible, y sus recursos se agotan incluso los renovables.

El crecimiento económico constante y su consumismo son imposibles a escala histórica. Los capitalistas los necesitan y tendrán que ser reemplazado por una nueva civilización sustentable global.

Las movilizaciones actuales deben fortalecerse y ampliarse para en algún momento confluir en la búsqueda de un modo solidarios de sobrevivencia.

Buscar un estar mejor bajo los capitalistas y su democracia occidental debe dar una ventaja pero sin olvidar que carece de tiempo largo.

Sí a las luchas sectoriales pero no a callar sobre los objetivos de una nueva civilización.

 

Por Rómulo Pardo Silva

Por una civilización sostenible solidaria

Mientras no haya partidos y movimientos civilizatorios todos ellos como sus masas son conservadores

 

 

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