Chile al Día

Neltume: Encuentro de Memoria 2021

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El grito de libertad de las montañas de Neltume sigue resonando con fuerza y año tras año el Centro Cultural Museo Y Memoria de Neltume, junto con el Comité Memoria 81 continúan realizando Jornadas de Memoria Combatiente durante la primera semana de Febrero, conmemorando a los compañeros del Destacamento Guerrillero Toqui Lautaro caídos en las primeras etapas de la implementación de dicho proyecto.

Este año, debido a la pandemia, las actividades se realizaron de manera virtual, pero de igual manera cumplieron el objetivo de recordar la lucha de los compañeros y las compañeras que participaron en dicha experiencia de resistencia popular, uniendo además las luchas del pasado con las luchas del presente, mostrando de esta manera que existe un hilo conductor que las reúne y complementa.

Durante tres Jornadas de Conversatorios, realizadas vía online los días 3,4 y 5 de Febrero  se trataron los siguientes temas: “Luchas del Presente” – “Complejo Forestal y maderero Panguipulli. Análisis y Experiencias” – “Arte y Memoria como Herramienta de Resistencia”.

 

En la Primera Jornada participaron como expositores Marín Correa, Orlando Colipán, Yasna Calfual, Jorge Acuña.

El moderador de esta actividad Luis Cartes (profesor de Historia), dando por iniciada la jornada expresó “vamos a  conversar y profundizar en torno a la conformación propiedad austral y al avance inmobiliario en el wallmapu, que hemos denominado como una nueva forma de apropiación del territorio mapuche.”

El primero en hacer uso de la palabra fue el historiador MARTÍN CORREA, quien entregó un marco histórico general de la ocupación y usurpación territorial del Wallmapu en la zona austral, relacionándolo con lo que hoy está sucediendo. En parte de su intervención manifestó:

“Lo que pasa hoy día en el territorio mapuche no se entiende si no es retrotrayéndose a lo que pasó antes. El allanamiento que hubo recientemente a la Comunidad de Temucuicui en Ercilla, no se entiende si no es recordando el ingreso del Ejército de ocupación a la Araucanía  al sur de Malleco. Allí fueron los primeros allanamientos. Cuando entra Cornelio Saavedra, llega a Angol cruzando la Cordillera de Nahuelbuta en 1862 lo hace con 800 hombres, y coincide con la cantidad de hombres de la PDI que entró en Enero pasado. La historia se repite y cuando suceden los acontecimientos que están sucediendo hoy día, necesariamente en los  antiguos se recurre a lo que pasó antes.

(…)El gran territorio mapuche reducido a un 5% de la ocupación antigua y el resto, el 95%, es entregado a los colonos. Aquí lo que sucede es que una vez que se entrega la tierra a los colonos empieza el proceso de expulsión, que está bien documentado por el Parlamento de Coz-Coz en el caso de la zona de Panguipulli, Lanco, Malalhue y hacia arriba.

 

 

(…)porque una vez que se entregan los Títulos de Merced hasta el año 1929, viene el proceso de división de las tierras y en este proceso se autoriza para que solamente uno de los miembros de la comunidad, que también fueron radicado particulares, solicitara la división de la comunidad y se pudiera vender las tierras, se pudieran enajenar pedazos de tierra, y con la compra y venta de una sola Acción y Derecho, de un solo miembro de la comunidad, se hacían de todo el Título de Merced, o dieran en arriendo a 99 años.

(…) en los trabajos que he realizado, la memoria forma parte fundamental de este proceso. Habla de una memoria de la usurpación, no son documentos perdidos en el tiempo, no son meros recuerdos, es una memoria de la usurpación que de un tiempo a esta parte ha renacido, se ha fortalecido y es hoy día la base de la demanda histórica territorial mapuche. Todo lo que he señalado está documentado, está en la Memoria del Protectorado de Tierras Indígenas del Ministerio de Colonización, está en el Parlamento d Coz-Coz, hay un capítulo entero de la forma de hacerse de las tierras mapuche en el Parlamento de Coz-Coz, y es un documento oficial del Estado de chileno y de eso el Estado chileno se tiene que hacer cargo.”

Posteriormente exponen ORLANDO COLIPÁN, del lof Pilinhue Wenica, y YASNA CALFUAL, del sector de Malchehue, quienes se refieren en sus exposiciones a una nueva forma de usurpación y destrucción del territorio mapuche que dice relación con la irrupción de empresas inmobiliarias en la zona, las que definen con más dañinas aún que las empresas forestales.

Durante su exposición, el peñi Orlando Colipán expresa:

“Como hemos dicho, la instalación de una inmobiliaria, la instalación de un condominio al interior de la comunidad, al interior de un Lof, es mucho más nefasta que una forestal misma. Imagínense lo que estoy diciendo. Si uno piensa, ambos proyectos son nefastos, pero para nosotros el tema de la inmobiliaria es mucho más nefasto. Por ejemplo para la zona de la Araucanía, de la Octava Región, el tema de conflicto son las Forestales, cuando las comunidades logran recuperar las Forestales, o ese territorio que está con plantaciones de eucaliptus o de pino, eso se puede regenerar, se puede plantar, se puede recuperar ese territorio con nativo; se eliminarán las plantaciones de una u otra forma, pero tú puedes recuperar ese territorio, puedes recuperar el agua, pero no así cuando se instala una población al interior de la comunidad.

¿Qué pasa si el día de mañana la comunidad quiere recuperar ese espacio? Es imposible, porque es una población con construcciones gigantescas que se te instalan al interior de la comunidad y no hay ninguna manera cuando se instalen de recuperar ese territorio, porque de partida llegan familias a vivir ahí, cierran todo ese espacio donde no se puede circular, donde tú no puedes bajar a la playa, donde no puedes circular por los senderos antiguos que estaban dentro de ese espacio. Ellos compran, cierran y le ponen un letrero grande que te dice “propiedad privada”.

(…) se te apropian de las aguas haciendo pozos profundos y así ellos se garantizan de agua para sus riegos, sus jardines, para piscinas, para consumo de sus tremendas casas. Con eso afectan los cauces naturales que tiene la tierra, que son los menoko, que son los esteros, las vertientes, porque se intervienen artificialmente a través de los pozos profundos los cauces naturales del agua.

Son proyectos nefastos, son proyectos amenazantes, los dueños son tipos violentos, prepotentes, son tipos que te dividen la comunidad con sus negociaciones que hacen, entregando migajas, entregando algún tipo de proyecto hacia los dirigentes, hacia algunas familias de las comunidades para poder dividir a la comunidad, dividir al territorio.

(…)Bajo esa mirada nosotros decimos que hay que seguir haciendo frente a la Inmobiliaria, principalmente en este territorio donde hoy día estamos bajo amenaza, sabiendo como dirigentes, como mapuche, que si hacemos frente a estos particulares sabemos que muchas veces se puede tener un costo judicial, incluso un costo de vidas.

(…) Hay que dejar en claro que nosotros como personas, como humanos, somos parte de la tierra, por eso somos mapuche, y cuando uno reivindica un territorio, o cuando hacemos defensa de estos territorios que están amenazados por las inmobiliarias, bajo la concepción del mapuche kimun, del rakiduan, incluimos todo el territorio, y el territorio hoy día lo componen los espacios ceremoniales, los menoko, los pillán, los lawen, todo lo que uno puede ver, el aire, el cielo e incluso bajo de la tierra que también es parte de todo eso, todo eso es el mapu.

(…)Cuando las inmobiliarias amenazan intervenir un territorio, por supuesto amenazan las aguas, amenazan la contaminación, amenazan a la Comunidad, el che viviente ahí, entonces se produce un desequilibrio en el itrofil moyen, por eso que la defensa es en su conjunto. Nosotros lo planteamos de esa forma, porque cada elemento que integra el territorio, que compone el mapu, no va por separado, se complementan. Nosotros como personas somos un complemento, somos parte de la tierra.

No solamente los proyectos de las inmobiliarias, sino que cualquier proyecto extractivista es perjudicial, es nefasto para nuestra forma de vivir en el ámbito espiritual y en el ámbito social como personas que convivimos las comunidades, por eso es nefasto. Defendemos el territorio en su conjunto, con todo lo que allí existe, todo lo que lo compone. La reivindicación se mira desde ese punto de vista, por eso defendemos todo el territorio en su conjunto. Debajo de todo eso hay un rakizuam, un conocimiento mapuche que se debe defender, porque en la medida que las inmobiliarias o cualquier proyecto extractivista se instale al interior del territorio, al interior de las comunidades, solo un complemento que se Afecte, afecta todo el conjunto de la tierra, de la cual somos parte nosotros.”

 

Por su parte, Yasna Calfual, relató:

“(…) el Lof decidió comenzar por esta parte, para parar la Inmobiliaria. Ahí está el Sitio Ceremonial nuestro, tenemos la pampa de Guillatuwe, y un mapuche sin Feyentun no es nada, porque nuestros ancestros nos pidieron defender ese lugar, defender el Guillatuwe, porque ahí es donde se nos va a dar el Newen para poder  levantarnos con más  fuerza y pelear todo el territorio. En el Lof tenemos eltun, dos eltun o quizás hay más. El Guillatuwe antiguo, el Kuifi Guillatuwe, en Malchehue. Ahora estamos recuperando ese espacio.

También hubo una conversación donde el actual ocupante se compromete a entregarnos nuestro espacio, vamos avanzando por partes. Perfectamente podemos entrar a pelearnos con todos, quizás dirán que es lo que tiene que hacer el mapuche, es lo que tiene que hacer el weichafe, pero díganme ustedes qué hace un Weichafe sin Feyentun. El Guillatuwe se lo han mostrado a nuestras autoridades espirituales, a la Machi que nos está guiando, la Ngenpin de nuestro Lof, son a nuestros ancestros que le están entregando el mensaje, por dónde debemos guiarnos, por dónde debemos partir. Nos indicaron que tenía que ser a recuperar el Guillatuwe. Ese es el orden en que vamos nosotros, no hemos perdido el horizonte, no significa que vamos a pelear solamente el Guillatuwe y nos vamos a quedar, porque el Lof antiguo se tiene que reconstruir, pero desde nuestro Feyentun, porque nuestra Mapu lo está pidiendo, está levantando autoridades espirituales en nuestro Lof, a las cuales le debemos un respeto, a  través de ellas tenemos que guiarnos en este proceso. Llegará el momento en que digan ¡ya! Ahora vamos al paso siguiente. Como les digo una vez más, se concentra en este territorio un gran poder económico.

(…) nuestra lucha está recién comenzando. Nosotros no nos vamos a  quedar solo en la parte donde hicimos ingreso, que estamos en conversaciones y ya tenemos acuerdos con los actuales ocupantes, nuestro territorio es amplio, pero vamos guiándonos por lo que nuestros ancestros nos están diciendo, porque son ellos los que están hablando a través de nuestras autoridades espirituales.

El itrofel moyen es para nosotros toda la forma de vivir, toda la vida que exista en nuestra ñuke mapu, por eso la defensa de nuestro territorio, para poder tener un buen vivir, que el el kume moyen, tenemos que respetar y hacer respetar nuestro itrufil moyen en su conjunto.”

Por último, en esta Jornada sobre las luchas del presente y la usurpación del territorio austral hizo uso de la palabra el compañero JORGE ACUÑA, abogado integrante del Equipo Jurídico del Parlamento de Koz Koz, quien se refirió al tema de los “contratos de arriendo por 99 años”, otro artilugio “legal” para buscar acceder al dominio del territorio ancestral, explicando asimismo las acciones jurídicas que llevan adelante.

En parte de su exposición expresó:

“Respecto a los “Contratos de Arriendo a 99 Años” hay que hacer una breve referencia desde dónde tienen su origen. Estos surgieron al amparo de la antigua Ley Indígena, la ley actual indígena es del año 1993, después de la dictadura, la antigua Ley Indígena ocurrió que cuando la dictadura, el año 79-82 realizó un proceso por el cual liquidó los Títulos de Merced, los canceló completamente, jurídicamente dejaron de existir, y ¿qué hizo?, las personas que vivían al amparo de esos Títulos de Merced como títulos de propiedad colectivo, comunitario, fueron adjudicados, sin consulta, en hijuelas individuales. Donde vivía una Comunidad que tenía  cierta identidad, un tronco de origen geográfico o familiar común, simplemente lo que hizo la dictadura, entre el año 79-82, fue dividir, dependiendo del tamaño del Título de Merced, en 70, 100 o 200 hijuelas ese terreno y asignó propietarios individuales. Acto seguido dispuso una Norma, porque era evidente que eso iba a ingresar al mercado de tierras, esas hijuelas de tierra iban a ser parte de la voracidad de las personas  para comprar  esas hijuelas, dispuso una prohibición de 20 años para vender. El nuevo propietario se hacía dueño, pero no podía vender esa tierra por 20 años. Al año 21 ya la podía enajenar.

Se ideó esta triquiñuela, este fraude a la ley, de decir mire, yo que soy una persona no indígena le arriendo la tierra por 99 años, y en el mismo contrato él promete venderme, cuando se acabe la prohibición, y yo prometo comprarle. En el acto mismo que celebramos el contrato ahora le pago, en el mismo valor, el precio de lo que le estoy comprando, prometiendo comprar en 20 años más, el precio de todas las rentas a 99 años más, y con ese acto entra de inmediato a ocupar, en calidad de “arrendatario”, pero prácticamente como dueño un terreno por 99 años. Eso fue lo que se ideó. Estos contratos son enormemente inequitativos, son todos más o menos parecidos, contemplan, por ejemplo, que se pueden ceder y subarrendar, o sea que el arrendatario no indígena, que tomó esa tierra por 99 años, puede subarrendarla a otro sin el permiso del dueño, porque se le autoriza en la Escritura, y puede ceder, que es más grave, significa que el arrendatario sale del contrato y le vende ese contrato a un tercero y ese entra en la calidad que tenía este que sale, queda como arrendatario. Además dice que ese contrato de  ”arriendo” no se extingue por la muerte de los contratantes.

Como era previsible, esos contratos iban a sobrevivir a los originales contratantes, personas adultas, mayores de edad, de cuarenta o más años, que no iban a vivir 99 años más, de los cuarenta o cincuenta años que tenían, por lo tanto se estaba contratando para dos generaciones, esa es la anomalía de este contrato. Se establecía en todos estos contratos, que las mejoras que introducía en arrendatario, o sea la persona que iba a ingresar ahí, las mejoras beneficiaban al arrendatario. O sea, si me arriendan una casa y yo le hago mejoras, esas mejoras son mías, del arrendatario, y cuando llegue el año 99 y me exijan que les restituya, porque tengo que devolver lo arrendado, me tiene que pagar esas mejoras. Puede ser que las mejoras tengan tal entidad y tal valor que sea más caro que el arriendo, lo que torna imposible restituir. Eran contratos absolutamente abusivos que, evidentemente, tenían como propósito burlar la ley, defraudar la prohibición de venta por 20 años, y se celebraron.”

 

En la segunda jornada el Conversatorio virtual se trató el tema “Reforma Agraria y COFOMAP: Proyecto Social, Luchas y Avances de los Trabajadores y Trabajadoras”. Moderador de este evento fue el historiador Robinson Silva y las exposiciones estuvieron a cargo del Ingeniero Forestal FERNANDO SARAVIA y el ex trabajador del Complejo Forestal y Maderero Panguipulli , ex militante del MIR, JOSÉ BRAVO AGUILERA.

 

 

Al introducir el tema, Robinson Silva expresó que “ en esta oportunidad vamos a trabajar con un tema específico que tiene que ver con el COFOMAP (Complejo Forestal y Maderero Panguipulli), en relación con su proyecto, análisis y experiencia, vinculado a todo lo que nos puede entregar para los días de hoy, en que estamos en un país que necesita cambios urgentes, que necesita transformaciones, y tenemos que recurrir a nuestra historia, lo que los trabajadores y las trabajadoras hemos sabido hacer durante décadas y décadas. En este sentido echamos mano a la historia con dos personas relevantes en este proceso de los años setenta. El COFOMAP comienza a constituirse el año 71 y termina por ahí por el año 88, en una obscura venta y liquidación de predios a las grandes fortunas de este país, y que hoy día ostenta la propiedad de la mayor parte de esas cuatrocientas y tantas mil hectáreas que formaron parte del proyecto de gestión popular de los trabajadores y del Estado de Chile, tal vez la sea experiencia más importante en América Latina de cogestión de la economía y de la reproducción de la vida.”

Robinson planteó la siguiente pregunta A Fernando Saravia:

¿Cómo viviste tú el proceso de construcción y la experiencia del COFOMAP, más allá de lo institucional, la parte humana, estos proyectos sociales, porque el COFOMAP no solamente era producción maderera, sino también una serie de políticas sociales que se implementaron junto con él, de empleo, vivienda, salud, educación.;  cómo te acercaste a esa arista del trabajo del Complejo?

A continuación una transcripción parcial de la intervención de FERNANDO SARAVIA:

“(…) Conocí Neltume a fines del 59, por ahí por el sesenta y tantos me correspondió tener la oportunidad de llevar estudiantes de la Facultad de Ingeniería Forestal de la Universidad Austral y también después de la Universidad de Chile, a lo que iba a ser el Complejo Forestal y Maderero Panguipulli, que en ese momento todavía no se definía, porque estaban en proceso las Tomas. Conocimos junto a los estudiantes que nos acompañaban a José Gregorio Liendo, el compañero Liendo, el Pepe, todos sabemos lo que aconteció; conocimos al Poli, conocimos de cerca las condiciones en que se iniciaban las Tomas y la toma de conciencia, y allí hay un capítulo que me revoca una imagen, que es esta (muestra otra fotografía): son trabajadores en el proceso de educación y de recuperación de las habilidades literarias y también de la discusión de diferentes temas. Allí ustedes tal vez reconozcan rostros, pero en esencia el tema ahí es la educación, como la llegada de la educación permitió que cobrara vida la conciencia y que cobrara raíz y se hiciera carne en el esfuerzo  que ya estaba desarrollando todo el movimiento de campesinos y de obreros de los aserraderos y de la montaña, porque en conjunto se forma una fuerza social que es la que posibilita demandar mejores condiciones de vida, demandas justas, la lucha  y el fin del latifundio, porque lo trajo en el campo, tal vez con las mismas dificultades sociales, pero mucho más extendidas y más conocidas, porque era un fenómeno que se daba en América Latina en ese momento. Estoy hablando de los años la Revolución Cubana, de la Reforma Agraria como una demanda de todos los pueblos de América Latina. Entonces pudo cristalizar en la Reforma Agraria que comenzó con Frei y siguió ensanchada,  fuerte y vigorosa con Salvador Allende, para que se expropiaran los grandes latifundios, y fueron pagados, no fue gratis, pagados en condiciones bastante convenientes  para muchos propietarios.

(…) desde el Instituto Forestal se formó una entera división con cuatro secciones, que fortaleció con alrededor de 30 ingenieros, entre los cuales había voluntarios, y allí participa un voluntariado encomiable, el voluntariado de los compañeros suecos de UVB, pero también participa, y esto es muy desconocido, una enorme componente finlandesa. Los finlandeses vivían la historia de lejos y la sentían a través de otros canales, y llegaron a Chile y tuvieron un director, que fue el primer Director del Instituto Forestal, Lars Hartmann, y él vivió 12 años en Chile y llevó todo este semillero y convenció a su gobierno de que había que apoyar un proyecto de renovación de todo el conjunto de las industrias forestales del país, y una revisión completa del manejo del bosque completo. Eso se llamó el Plan Maestro de las Industrias Forestales y del Bosque Chileno, firmado en Helsinki y suscrito por los gobiernos de Finlandia y de Chile, en Julio de 1973, para lo cual el gobierno finlandés, además, pidió un proyecto especial que quería vitalizarlo, porque tienen mucha experiencia, en cómo se puede llevar esto que decía al principio, la práctica y transformarla en una vivencia de mejorar, de transferir tecnologías a personas en el campo, en los distintos oficios de la madera. En muchos, en todas las artesanías, todas las tecnologías, la aserraduría, el secado, la impregnación de madera, etcétera.

Transformarlo en algo que se pone en praxis y no está anclado en centros urbanos enormes, sino por el contrario está muy próximo a los lugares de trabajo, y en este caso se había establecido un proyecto, que fue el que más impactó a los finlandeses, y se llamó el proyecto de un Complejo Politécnico Educacional, y era sumamente ambicioso, tendría que tener internados para niñas y para muchachos, también visualizar la capacitación  de los trabajadores que ya estaban y tenían prácticas conocidas, conocían las herramientas, etcétera, mejorar eso, abrirlos a la docencia nueva, abrirlos a las tecnologías nuevas y también, porque no, a que trasmitieran sus propias enseñanzas.”

Luego de la intervención de Fernando Saravia, Robinson Silva plantea a José Bravo la siguiente interrogante:

A partir de las experiencias del COFOMAP que conocemos, profundizadas por el relato de Fernando ¿cómo ves tú la experiencia de esos años, los años 70, y las luchas actuales en chile; de cómo este país podría aprender de su historia para entender mejor que los trabajadores y las trabajadoras ocupan un lugar preponderante en la construcción del país?

José Bravo, en parte de su relato manifestó:

“Nosotros nos tomamos 16 fundos  en menos de dos meses (…) Los fundos de allá arriba en la montaña eran todos de propiedad de comunidades mapuche, ellos tenían incluso esos “generosos” Títulos de Merced que dejaron los españoles después de invadir al pueblo mapuche y matar a muchos y esclavizar otros tantos. Cuando llegaron los capitalistas arriba a la montaña no se dieron ni por enterados que la gente tenía Títulos de Merced y les robaron las tierras.

A nosotros después la derecha nos acusaba de usurpadores, porque el gobierno les había expropiado las tierras, las montañas, con árboles, pero nunca dijeron que ellos los patrones le habían robado la tierra al campesino mapuche.

Una de las cosas que pasaba es que todos los trabajadores del fundo se daban cuenta de la explotación, porque la vivían directamente todos los días; las condiciones miserables de la gente que trabajaba en la montaña y las condiciones duras que tenía la gente que trabajaba en la fábrica.

 

(…) Como decía el descubridor de la lucha de clases, “el capitalismo educa a su propio enterrador”. Allá en el Complejo estaba sucediendo eso, porque ahí sucedieron muchísimas cosas que tienen que ver con la lucha de clases (…) llegaron trabajadores que eran dirigentes sindicales o de otro tipo, y se quedaban en los fundos y conversaban con los trabajadores, entonces los trabajadores se fueron enterando de la historia y aprendían. Sabían de Recabarren, de Elías Lafferte, de Marmaduque Grove (…)  El asunto de la conciencia política de clase iba creciendo, creciendo, creciendo, y eso aumentó cuando nosotros comenzamos a hacerle propaganda a Allende, como en Mayo del 70, por ahí sería. Ahí ya se empezó a discutir de política, a conversar de política en las calles. La gente de Neltume, y de los otros fundos igual, conversaban de política en la calle. Eso antes estaba prohibido.

Los miristas habían llegado el año 69 al Trafún, Carranco y Paimún. Ahí en Paimún había una familia, que era una familia grande de varios hermanos, que tenían tierra. Esos eran colonos, pero trabajaban en Carranco, y ellos participaron en las primeras dos Tomas del fundo de Carranco. Cuando llegó el Pepe los conoció a ellos y al poco rato eran amigos, compañeros, y aquí está una de las cosas que yo quiero destacar en lo que pasó arriba, que es la falta absoluta de sectarismo del Pelao Krauss, del Pepe y de los otros compañeros que llegaron allá a enseñar esta cosa, porque a ellos nunca se les iba a ocurrir decir “no, tienen que salirte del Partido Comunista para venirte para el MIR”, ese nivel de sectarismo no existía en nosotros.

(…)Allende sale elegido cuando nosotros ya estábamos en campaña política y los compañeros del MIR que estaban allá en Carranco, con los trabajadores, deciden tomarse el fundo.

(…)la gente lo quería al Pepe, porque él dirigió casi todas las Tomas de fundos, porque después que tomamos Neltume, eso fue como la chispa que enciende la montaña, porque nos tomamos 16 fundos en menos de dos meses, y el gobierno de Allende los expropia en menos de tres meses. Las personas de los demás fundos venían a Neltume a buscar a los compañeros para que vayan a dirigir la Toma, cuando ya ellos habían decidido tomarse los fundos.

Aquí aparece otro elemento que es la vanguardia. Quiénes son la gente que conduce, dirige, educa al pueblo, que aprende de ellos, y que entre todos conversan, discuten y se ponen de acuerdo y hacen las cosas acordadas. Eso es la democracia.

Así va creciendo el asunto del Complejo y a los dirigentes se les dijo desde el primer momento que como no podemos pasar en reuniones permanentes, tienen que hacer cosas, pero cada un mes o dos meses, depende de lo que hagan, vienen a la reunión y nos cuentan, y si no nos gusta lo cambiamos. Y si después de dos o tres veces ustedes se equivocan en las decisiones que toman, usted presenta su renuncia, porque o si no le pedimos la renuncia. En ese tiempo allá arriba no se andaba con esos eufemismos de dar pasos al costado ni esas cosas.

Este asunto de la organización y la toma de conciencia de los trabajadores, porque una cantidad grande de obreros que no sabían leer fuero a aprender a leer, porque llegó una cantidad de gente joven que iba a ayudar, iban a aprender y querían conocer lo que estaba sucediendo. Llegaron también profesores de la Escuela Normal de Valdivia. Una vez en una reunión, porque allí en Neltume todas las cosas se resolvían en reunión, en asambleas donde había 300-400 trabajadores, en una reunión de esas había un profesor que llevaba casi un mes ahí y le dicen “profesor, qué es el poder popular”, entonces él dijo, bueno el poder popular es, como su nombre lo indica, cuando el pueblo manda, y si ustedes aquí conversan y discuten las cosas, se ponen de acuerdo y lo hacen, eso es poder popular.

(…)Los trabajadores habían decidido que íbamos para el Socialismo y a los dirigentes se les dijo los mismo que se les había dicho de antes, de que tenían que ellos resolver cosas, pero si se enchuecaban en el asunto, porque tenían que evitar cosas como el compadrazgo, el amiguismo, y si tenían un pariente que quería participar como dirigente, bueno, que demostrara que tenía condiciones para ser dirigente y ahí no había problemas, pero él no podía elegirlo porque tenía autoridad, elegir a su pariente. Después de eso tenían que dar cuenta, y se le dijo también a la gente de la Administración, que no les gustó nada, que tenían que rendir.

(…) después venía todo el asunto de la educación, de la salud, del turismo, y de la reforestación y ahí íbamos a tener problemas con los forestales, porque ellos querían reforestar con pino Oregón, y los trabajadores que no le tenían ninguna simpatía al pino decían todo lo que huele a pino acá no entra. Y como ellos mandaban, iban a haber problemas con eso.

(…)En el Complejo se dieron actos de solidaridad increíblemente grandes y eso era porque todos se habían preocupado de conocer la política, de saber que todo es un asunto político, y eso era lo que se estaba haciendo.

Eso es lo que hoy día cobra una tremenda importancia, porque hoy día el pueblo chileno tiene que volver a pensar en política(…)lo que les falta es una actitud soberana, que el pueblo se dé cuenta que la cantidad de gente que son , ellos son los soberanos, no son esta gente que se llama la clase política y que ellos se han transformado en patrones, en dueños de la política, porque ellos son los que piensan, ellos son los que deciden, y desgraciadamente han tomado puras medidas en contra del país y en contra del pueblo chileno, porque todo es privado, y el pueblo chileno está como sometido al imperialismo.

(…)Eso es la importancia de lo que pasó en el Complejo, que el pueblo se dio cuenta que tenía que pensar y tenía que hacer, pensar en política y que tenía que cambiar la vida, cambiar la historia para mejorar sus condiciones de vida, y eso mediante el Poder Popular, que el pueblo decidiera y que fuera solidario con todos sus hermanos de clase que necesitaban la madera.”

 

La tercera jornada del viernes 5 de Febrero se inició con un minuto de silencio en homenaje a Francisco Martínez, joven malabarista asesinado por Carabineros ese mismo día en Panguipulli, en un “procedimiento de control de identidad”.

El tema de este tercer conversatorio fue “El Arte y Memoria como Herramientas de Resistencia” participando como expositores Guillermo Rodríguez, ex militante del MIR y combatiente popular, que se refirió brevemente, a través de un video, a la técnica de la “lanigrafía”; Dana Wordes, integrante del Taller de Arpilleras Sitios y Memoria de Valparaíso; y Angélica Navarrete, Presidenta del Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume, quien contó de la experiencia desarrollada en el Taller Personajes de la Madera con Historia. La moderadora en esta ocasión fue la compañera Lili Valdivia, coordinadora del Museo de Neltume.

Guillermo Rodríguez en parte de su video expresó que: “El trabajo de lanigrafía era inicialmente para la subsistencia de los presos políticos a través de los talleres que realizábamos con la Vicaría de la Solidaridad. Los motivos que trabajábamos al principio eran palomas de la paz, crucifijos y otros, pero posteriormente, a medida que el Movimiento Popular luchaba contra la dictadura, fuimos cambiando estos motivos (…) la primera lanigrafía, que fue la que inició este proceso distinto, donde mezclé varias cosas, aparece el Presidente Allende, soldados, compañeros asesinados,  se hizo una composición distinta. Durante el último tiempo he estado trabajando en torno a lo que es el estallido, pero también combinado con otro trabajo, como por ejemplo retratos, copias de obras de clásicos, como Siqueiros.”

Guillermo Rodríguez realizó una lanigrafía con el tema del Destacamento Guerrillero Toqui Lautaro, la que fue donada al Museo.

 

 

Lanigrafía de Guillermo Rodríquez (captura depantalla)

 

Por su parte, Dana Wordes, durante su intervención en este Conversatorio, refiriéndose al arte popular de las arpilleras manifestó:

“Empezamos a hacer Arpilleras en un Taller en Valparaíso el 2016. Era una forma de honrar la memoria de las mujeres que hacían esto durante la dictadura. Nuestras Arpilleras, además de ser obras artísticas, son obras para rescatar la Memoria, de convertir un hecho en algo palpable y que pueda permanecer en el tiempo. Al principio comenzamos rescatando la memoria  del Cuartel Silva Palma, un centro de detención y tortura de Valparaíso. Nos entusiasmamos mucho con este trabajo y empezamos a realizar Arpilleras de muchos Sitios de Memoria de la región de Valparaíso.  

(…) Para mí fue muy importante esto de preservar la Memoria en una forma colectiva (…) No puede ser que la Memoria sea propiedad de los que tienen memorias personales. Esa forma de hacer Memoria es una manera de convertir algo muy doloroso y violento en una forma más suave, más aceptable para mirarlo y reflexionar.”

(…)Con la Revuelta Popular muchas de nosotras en el Taller nos entusiasmamos en tratar de documentar, no solamente los atropellos, sino también la Resistencia que fue algo muy particular en las imágenes que vemos de chilenas y chilenos sin miedo, enfrentando a una fuerza superior. Eso fue motivador y había que tratar de mostrar eso.

 

La primera imagen que me impresionó mucho fue ver los escudos artesanales, donde los jóvenes hacían sus escudos con tambores y daban protección a las personas. Eso fue algo perfecto para trasmitir en una Arpillera.

(…) Las Arpilleras actuales tienen temas recurrentes de lo que pasaba en la dictadura, muchos temas se repiten porque los que tienen el poder no cambian, los abusos son similares y las necesidades del pueblo a reaccionar contra eso también son similares.

(…). Como Taller pensamos que debíamos hacer una Arpillera para Neltume, era como un compromiso moral que varias integrantes del Taller plantearon. Por uno u otro motivo no tuvimos el tiempo de hacer algo colectivo y tomé la decisión de hacerla personalmente. Escogí esa del mural que hay en el Muso, imagen del bosque porque para mí era muy conmovedora, no solamente por el sacrificio y el compromiso de los compañeros, sino también del compromiso de los que siguen afiliados al Museo para preservar esas memorias de luchar por un país mejor, como también el compromiso anual de muchas personas de subir, aunque para muchos ya no sea tan fácil, a la montaña a rendir un homenaje, entonces eso me conmovió mucho (…)Yo basé mi Arpillera en el Mural que está en el Museo de Neltume.”

 

Arpillera realizada por Dana Wordes

 

Por su parte Angélica Navarrete durante su intervención manifestó lo siguiente:

“Es bonito ver como el arte, de diferentes maneras, se manifiesta. Abrimos esta trasmisión con canciones, porque el arte hace cantar la memoria creo yo, la trasmite con letras bonitas o con letras más dolorosas. Un dolor, por ejemplo, lo convierte en poesía. El teatro también trasmite historias, recuerdos, y respecto de las artesanía yo digo que son un arte para sanar.par sanar algunas cosas que tenemos ahí guardadas, pero que también traen a la memoria momentos, como decía Dana, del pasado y lo trasmite a través de estas creaciones que nacen de las manos de mujeres y también de varones.

Pudimos apreciar en el video la presentación del compañero Guillermo Rodríguez, con su arte de lanigrafía, que es espectacular, un maravilloso trabajo lo que él hace. Cuando vi la primera imagen de su trabajo, que es una imagen del Campamento, yo pensaba que era una pintura, nunca me imaginé que eran pedacitos de lana que se iban pegando hasta formar ese cuadro precioso. Más impactante todavía ver lo que ha alcanzado a lograr con la creación de retratos. Es muy lindo el mensaje que va entregando.

(…) Respecto al Taller “Personajes con Historia”, este Taller nace viendo todo lo que estábamos perdiendo nosotros como identidad en nuestro territorio por la llegada de esta poderosa empresa que es Huilo-Huilo. Yo comencé a aprender este trabajo con ellos, trabajé haciendo las famosas hadas y duendes. No me empezó a gustar la historia cuando en diferentes talleres tuve que escuchar que las hadas y los duendes le habían dado la vida al pueblo de Neltume.

(…)Partí este Taller como un gallito de fuerza con Huili-Huilo y así en el Museo pasamos de un espacio que estaba como calladito a un espacio que empezaba a hacer presencia en la comunidad, porque tuvimos la suerte de que cuando estábamos trabajado el primer personaje, que era “El Totero”, que es el hombre que sobre su hombro carga el trozo de madera ya elaborada, para hacer castillos o pilas de madera para ir a la venta posteriormente aprendí con la gente muchas cosas que desconocía porque algunas me decía que su papá o su hermano había sido “Totero”, por ejemplo.

 

 

(…) Me pareció tan importante ir rescatando estos oficios de los hombres que trabajaban en la montaña, pero también de las mujeres. Ese fue el primer trabajo que hicimos y con ellos abrimos la primera exposición a la comunidad para el Día del Patrimonio Cultural. Hicimos una exposición solamente de “Toteros” que era el personaje que habíamos hecho esa primera vez. Para suerte nuestra y de las chiquillas del Taller llegó mucha gente al Museo, desde muy temprano, entusiasmada para ver al “Totero”. Eran las siete de la tarde y la gente no se iba y estaban muy contentas porque decía que esto sí les pertenecía, esta sí era su historia.

(…)Lo que han hecho los personajes, estos pequeños muñecos, más que recordar es trasmitir los orígenes del pueblo y ponerlos a la vez en valor.

(…)Hay un personaje, que es el último que se hizo, que tiene una historia muy particular que es relatada por José Bravo, que dice “les voy a contar brevemente sobre uno de los jóvenes que se fueron a vivir con los trabajadores a la montaña, a él lo conocimos como José, era estudiante de Valdivia y junto con otros se fueron a la montaña porque el compromiso en ese tiempo era así de grande por la convicción política que habían alcanzado y también por el proyecto que se desarrollaba en la montaña era muy grande y poderoso; llega a Trafún, que era uno de los primeros fundos que conformaban el Complejo Maderero, después del pueblo de Coñaripe. Para caminar  él usaba dos muletas, como consecuencia de un problema de salud de su infancia, y tenía que recorrer de Trafún a Paimún y Carranco una distancia de 30-40 kilómetros, que él hacía por dos senderos de la montaña. Viajaba con un “rokinero”, que era un bolso de mezclilla que usábamos casi todos, donde llevaba principalmente libros y los escritos de las reuniones, y de vez en cuando un sánguche, porque así se decía por acá, casi siempre de “pan con pan”, y su guitarra, porque él tocaba la guitarra y cantaba. No había casi nadie que no lo escuchara y cantara con él. Por sus muletas los compañeros, en forma interna, le decíamos el “Maestro de los Palos”

 

 

¿Por qué lo quise destacar?, porque cuando él es apresado, la manera como se ensañaron con él fue quitándole sus muletas y obligarlo a ponerse de pie, en consecuencia que sabían perfectamente que así él no podía caminar. Este personaje, con el compromiso que tiene con el proyecto que se está iniciando, es emocionante de destacar, porque recorrer la montaña sin muletas ya es difícil, y recorrerla sin muletas es doblemente difícil.”

Mauricio Durán, periodista e integrante del Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume estuvo a cargo de la parte técnica de estas  Jornadas de Conmemoración en modalidad telemática, encuentro de Memoria 2021 que contó  con la colaboración del sitio Memorial de Paine, la Radio Comunitaria de Malalhue, Radio Pellin Folil de elpuelche.cl y Radio Kvrruf, que apoyaron en la promoción, difusión y trasmisión de contenidos de los conversatorios en las redes sociales y a través de la señal radial.

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 11 deMarzo 2021

 

 

 

 

 

 

 

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