Carta abierta al Sr. Minister Figueroa, Protéctor Eórum Maximum del “bienestar” de las y los escolares de Chile
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Ahora que Ud. descubrió que niños, niñas y adolescentes (NNA) sienten y tienen emociones, le pregunto: cuando pase la pandemia, ¿las escuelas volverán a ser cárceles adultocéntricas y almacenes de carne humana en donde mueren de seriedad, de encierro, de ránking y aburrimiento cientos de miles de escolares a lo largo y ancho del territorio nacional gracias al fraude neoliberal de la Jornada Escolar Completa (JEC) que les juró a apoderad@s y a escolares del país que las escuelas les enseñarían a las niñas y a los niños a ser felices en las escuelas por las tardes?
Ese descubrimiento súbito suyo del “bienestar” de niños, niñas y adolescentes, esto es, de que NNA tienen sentimientos, que sienten, que no son sólo lógica, de que ahora sí que sí importa no sólo el ránking sino aquello que les afecta, bienestar que usted suelta e invoca cada vez que puede ante la prensa para respaldar su urgencia de que las y los escolares vuelvan ahora mismo a las escuelas, ¿lo asocia usted a los derechos humanos y a la felicidad de estos NNA, verdad? Se lo pregunto porque usted como abogado debe saber que el bienestar y los DDHH de NNA son dos caras de una misma y única moneda.
Por lo mismo, y en ese sentido, ¿qué cambio curricular profundo decidirá e implementará su Ministerio luego de esta pandemia a propósito del bienestar de las y los escolares que usted tanto predica hoy? Se lo pregunto porque los aprendizajes de “felicidad, fraternidad y empatía” no están presentes en el currículum escolar, de acuerdo a informe reciente de la UNESCO (año 2020), dato consignado en El Mercurio (1), ¡imagínese! Y también se lo pregunto porque Unicef (2) denuncia –el año recién pasado 2019- que 6 de cada 10 niñ@s padecen violencia adulta en sus procesos de crianza en Chile (es decir, el 60% a nivel nacional), y porque el Informe 2020 de la Defensoría de los Derechos de la Niñez (3) llama a todo un país, al mundo adulto, al Estado de Chile, a hacer un cambio transformacional sistémico en materia de respeto al bienestar y a los DDHH de NNA, partiendo por los objetivos educativos y las asignaturas que trabajan las escuelas; bienestar y DDHH de NNA ante los cuales el mundo adulto, década tras década, ha pasado de largo, incluyendo al Ministerio de Educación y a las escuelas pues para éstos la única y primerísima prioridad ha sido, hasta antes de la pandemia, el ránking, por más que se jure y rejure desde la autoridad educacional que la formación escolar en Chile es integral o multidimensional.
Lo citado aquí de Unicef y la Defensoría de la Niñez alude a un problema que de seguro usted conoce de sobra, sobre todo si se toma en cuenta, reitero, que hoy por hoy usted sólo habla del “bienestar” de las y los escolares.
Señor Ministro, en realidad, este problema no es un problema: es una tragedia que padecen cientos de miles de NNA en nuestra comarca, tragedia que se pasea hace años ante nuestros propios ojos y a plena luz de día (desde los 90 que Unicef viene publicando esa fatídica estadística citada más arriba), tragedia ante la cual en general los adultos actuamos como si no la viéramos, o sea, pasamos de largo, incluyendo a la escuela.
Si Unicef Chile y la Defensoría de la Niñez nos muestran (y enrostran) evidencias irrefutables de esta tragedia en lo que respecta al bienestar y a los DDHH de NNA históricamente desatendidos (y en buena medida lesionados) por parte del mundo adulto en Chile -desatención que se replica al interior de los procesos de enseñanza escolar en nombre del ránking-, las neurociencias educativas afectivas y sociales y la educación para los DDHH también nos muestran, y explican -poniendo centralmente el foco en ese 60 % de escolares que en promedio ha sido víctima de alguna forma de maltrato adulto en su crianza-, por qué el BIENESTAR EMOCIONAL de estos NNA debiera ser la primerísima prioridad educativa para el sistema escolar chileno hoy, y ello a nivel de un cambio civilizatorio en el que se juega la sobrevivencia y la salud privada y pública de generaciones enteras de seres humanos en nuestro país, sobre todo si calibramos lo que nos ha enseñado a nosotr@s l@s profes y a usted, señor Ministro, la pandemia, en términos de constatar que el ser humano y los NNA no son máquinas ni mercancía ni números ni ránking sino seres sintientes que tienen emociones, sentimientos, cuerpos, los cuales no pueden seguir siendo asumidos por la educación adultocéntrica infeliz del ránking como puras perturbaciones que en las aulas hay que neutralizar, controlar, inmovilizar y domesticar caninamente y a como dé lugar.
En relación a esa desatención histórica del bienestar y los DDHH de NNA en Chile, no sé si usted se enteró, señor Figueroa, pero el año 2014 la Unicef denunció, vía sendo informe, que “… la mayoría de los niños del mundo sufren a diario violencia” y que esta violencia, en sus multiformes versiones y ámbitos de perpetración, no está radicada únicamente en sus hogares sino que -ya sea por comisión u omisión, ya sea de un modo consciente o inconsciente, ya sea de manera explícita o de manera implícita (yo agrego aquí, ya sea en nombre del ránking)- est@s niñ@s maltratad@s por adultos la vuelven a padecer incluso en las escuelas. Cualquiera que lea esta información –la que refiere puntualmente a la presencia de violencia en las escuelas-, se sentirá, qué duda cabe, naturalmente inclinad@ a creer que este dato hace alusión al bullying o al acoso escolar, pero no; ese informe no alude a violencias ni maltratos dados entre escolares (que los hay, por cierto, lo cual es ya una tragedia), sino que remite directamente y nada más y nada menos que a formas de violencias –impensables e inimaginables en Chile- que padecen niños, niñas y adolescentes (NNA) a manos de adultos al interior de sus propios centros educativos escolares, siendo el adultocentrismo el más sutil (y no por ello el menos letal y eficaz); fenómeno social y cultural desconocido o invisible para gran parte de nuestro mundo adulto, incluyendo en éste a ese que se informa y también al que ejerce tareas educativas al interior de alguna escuela en Chile. Refrendando esa información, y como si todo ello no fuera suficiente, en ese mismo informe se concluye que “…en nuestro planeta hay más niños sometidos a una educación humillante que niños que crecen en un entorno que los trata bien” y, para colmo, o como corolario, la Unicef sostiene que «… los adultos en cuestión actúan creyendo que lo hacen bien (4)”.
Señor Ministro, si en su usual y reiterada recurrencia al concepto de “bienestar de NNA” no se asoma por ningún lado el derecho que asiste a todo niño, niña y adolescente, en definitiva a tod@ escolar en Chile, a ser feliz en la escuela, entonces nada cambiará en la escuela neoliberal omnidominante del ránking de Chile luego de la pandemia. Y la inmensa mayoría de educadoras y educadores que queremos que la primera y más importante asignatura en la escuela sea que las y los escolares aprendan ante todo a ser felices, tendrá que resignarse a aceptar que su discurseado bienestar de los NNA de nuestro país, señor Ministro, por más que suene tierno y lindo, no puede desmarcarse de lógicas de control y dominación que son inherentes a procedimientos técnicos y disciplinarios mediante los cuales los cuerpos y emociones de las y los escolares en Chile han sido históricamente reducidos en la escuela a piezas de domesticación y, con el auge del neoliberalismo, únicamente a recurso maximizado como fuerza económicamente útil (5), o sea, a pura grasa para seguir engrasando la maquinaria económica infeliz de un capitalismo deshumanizante y salvaje que enferma cuerpos y emociones de cientos de NNA, capitalismo neoliberal que jamás se interesará por el bienestar, por la felicidad y por los DDHH de la infancia y la juventud escolar de Chile; lo cual es lo mismo que decir que la inmensa mayoría de educadoras y educadores que queremos que las y los escolares de nuestro país sean felices (partiendo por su experiencia vital y existencial en su largo paso por las escuelas), tendrá que resignarse a aceptar que el maestro Paulo Freire -pedagogo de pedagog@s- nunca se equivocó cuando denunció que toda educación bancaria es perpetua y que toda educación bancaria perpetua es deshumanizante pues no es más que una suerte de perpetuación y prohibición necrófila de que las niñas y los niños sean felices (6).
Ya despidiéndome, por favor, Ministro Figueroa, agregue esta reiteración, es decir, el siguiente axioma ético y pedagógico a su concepto de bienestar y a su desesperado y reiteradísmo llamado a que las y los niños de país vuelvan a sus escuelas:
“Sea en nombre del ránking, sea por comisión u omisión, sea de un modo consciente o inconsciente, sea de manera explícita o de manera implícita, toda actuación y acción adulta (incluyendo actuaciones y acciones docentes) que ignore o desatienda el bienestar, la felicidad y los DDHH de NNA, constituye un atropello al bienestar, a la felicidad, en suma, a los DDHH de esos niños, niñas y adolescentes”.
Noé Felipe Bastías
REFERENCIAS
1.-https://merreader.emol.cl/
2.-https://www.unicef.org/
3.-https://www.
4.-https://bdescolar.mineduc.
5.- http://www.piie.cl/biblioteca/
6.-https://rieoei.org/