Carta abierta de una profesora de Filosofía al ministro de Educación: «Examínese don Raúl»
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Señor don Raúl Figueroa, ministro Espartaco del bienestar de las niñas, niños, niñes y adolescentes de Chile
Presente
Luego de oírle ayer, cuando usted lanza su cienmilésima orden a volver a las escuelas a niñas, niños y adolescentes (NNA) y personal educativo en contexto de pandemia -orden en la que homiléticamente proclama al mundo que “Tenemos como país la obligación de preocuparnos por el bienestar de nuestros niños”- , me quedé literalmente muda, y por largo rato.
La cuestión es que durante ese trance meditativo mío de mudez y silencio se me cruzó una película que me mostró a todo color que, si bien usted asume el 28 de febrero de 2020 como autoridad máxima en el Ministerio de Educación de Chile, ese mismo año (es decir, el año recién pasado) ingresaron a la Defensoría de los Derechos de la Niñez “818 denuncias de hechos que constituyen graves y sistemáticas violaciones de los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes[i]” (NNA) en Chile. Y en ese escape mío (que por ese número ya era pesadilla), se me apareció su policía, señor Ministro de “Educación”, y se me apareció como responsable directa en mi lóbulo frontal de esos crímenes de lesa humanidad. Y clamaban justicia las víctimas (niñas, niños, niñes, adolescentes, tod@s) en ese sueño o pesadilla o trance mío. Y me dolía adentro ese clamor por justicia. Y en un momento una voz digna me dijo: el 92% de esas violaciones fueron atribuidas por las víctimas a Carabineros de Chile. Y la sensación de honda compasión que me transmitió esa voz digna fue interrumpida súbitamente por una película de terror que empezó a pasearse, sin pausa, ante mis ojos cerrados, ante mi mente: cientos de esas víctimas –NNA- eran heridos por bala o perdigones, por golpes, por desnudamientos, por tortura, por detenciones ilegales, por persecuciones y amedrentamientos[ii], mientras desde otro lado de mi cerebro en meditación oía las declaraciones de colegas suyos de Gobierno, señor Figueroa, que juraban –en ese contexto de brutalidad de su policía contra los DDHH de niñas, niñes, niños y adolescentes y cientos de jóvenes de Chile- un compromiso irrestricto con el respeto de los derechos humanos.
De pronto, estas declaraciones se desmoronan de golpe, como naipes de mentira, en mi mente pues más y más atropellos brutales a los DDHH de NNA pasaban, nuevamente sin pausa, uno tras otro ante mis ojos, esta vez semiabiertos. Luego de una pausa, de un respiro desgarrado, esa voz digna me gritó desde alguna parte que esos atropellos deshumanizados “se continuaron repitiendo por meses[iii]” y que “En casi la totalidad de ellos, la verdad, justicia y reparación sigue pendiente[iv]”. Eso fue lo último que me dijo esa voz humana y digna. Y desperté de repente de esa pesadilla y me dije, no, no puede ser. Y no sé por qué, pero me fui directo a leer el Informe 2020 (año en que usted asume su cargo como ministro de Educación) de la Defensoría de los Derechos de la Niñez.
Pues bien, comparto con usted algunos párrafos de este Informe:
La Defensoría de la Niñez sostiene que el Estado de Chile ha violado grave y sistemáticamente los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes en el territorio nacional durante el período del estallido social. Violencia sexual, tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes en los procedimientos de detención durante el estallido social[v].
Luego de 30 años de haber ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño, Chile aún no cuenta con un instrumento que adapte dichos estándares a la legislación y marco institucional nacional, siendo el único país de la región sin tenerlo[vi].
Se requiere la construcción de una nueva institucionalidad dirigida a lograr una transformación social[vii] en materia de respeto a los DDHH de la niñez y la adolescencia en Chile. ¡Urgente!
Entre el 29 de junio de 2019 y el 29 de junio de 2020 (después de que usted asume su puesto, ministro), la Defensoría de la Niñez emitió 331 recomendaciones. Entre los organismos del Estado que recibieron un número no menor de recomendaciones se cuenta el Ministerio de Educación[viii].
Revise por favor este Informe y examínese, don Raúl. ¡Y por favor, no haga gárgaras con la palabra bienestar de NNA: usted y su jefe son co-responsables de esos delitos ejecutados impunemente durante el 2019 e inicios del 2020 en contra de la infancia y la adolescencia indefensa que cita este informe!
Quería contarle, en fin, que esos 818 casos (el número incluye sólo los reportados) de NNA violentados en sus DDHH y su bienestar emocional, corporal, mental y existencial en Chile bajo su gobierno dolieron y siguen doliendo mucho en mis emociones adentro.
Micaela Huala