Entrevista a Esteban Silva para Patria News de Argelia: «Debemos construir un mundo multipolar sin imperialismo y colonialismo de ningún tipo»
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«Que la ONU asuma sin ambigüedad su rol sobre el Sáhara Occidental».*
Militante de larga data, «allendista» convencido, amigo de los argelinos y de Argelia, Esteban Silva habla con encendida pasión sobre Palestina y el Sáhara Occidental. Convencido de que todos los pueblos que luchan por sus derechos y su libertad, mantiene una fe inquebrantable en el resultado victorioso de las batallas homéricas de los pueblos palestino y saharaui. Luchas que tienen amigos seguros y muy poderosos en el otro lado del planeta en Chile, el Caribe, América Latina en todas partes del mundo. Hay pocas dudas sobre el resultado de estas batallas. Mejor escuchémosle …
Bilateralmente, y en vista de la densidad pasada que caracterizó las relaciones entre nuestros dos países, ¿cree actualmente que estas podrían ser consideradas de acuerdo con lo esperado? ¿Son perfectibles?
Chile y Argelia han mantenido en el pasado una relación profunda y dinámica, construida especialmente sobre la base de la sociedad y la diplomacia de los pueblos.
El pueblo chileno y sus organizaciones fueron muy activos y solidarios con el pueblo argelino en su guerra de liberación por la independencia.
En la década de 1970, bajo los gobiernos de los presidentes Allende y Boumediene, existía un gran consenso y visiones comunes sobre la lucha por un nuevo orden mundial y por la conquista de la soberanía sobre nuestros recursos naturales y estratégicos. Juntos, durante ese período, impulsamos activamente una agenda común desde el Movimiento de los Países No Alineados.
Después del golpe de Estado contra Allende,
el pueblo argelino y su gobierno se solidarizaron con el pueblo chileno y su lucha y acogieron a miles de exiliados. Finalmente, cuando Chile recuperó su democracia, el gobierno argelino propuso a Chile, entre otros temas, un importante programa de cooperación en el ámbito del gas y la energía. Una agenda que hay que retomar y proyectar en el presente.
Chile atraviesa actualmente un proceso de cambio muy importante. Estamos en un proceso de refundación constitucional que nos permitirá tener una nueva Constitución, nuevas instituciones y nuevas autoridades.
En este nuevo contexto histórico, podemos y debemos proyectar una nueva relación bilateral y una nueva agenda de cooperación en lo económico, comercial, tecnológico y construir una nueva alianza entre las empresas públicas y también entre las pequeñas y medianas empresas de nuestros países.
Necesitamos desarrollar la cooperación en múltiples temas, por ejemplo: energía, pesca, seguridad social, seguridad interior e intercambios culturales. También debemos construir visiones y acciones comunes en la política internacional para asegurar en este siglo XXI y en el post-Covid-19 un orden nuevo y más justo para los pueblos del mundo. Debemos construir un multilateralismo nuevo y real basado en el respeto del derecho internacional y de la autodeterminación y la soberanía económica para un desarrollo justo de nuestros pueblos.
En definitiva, para Chile, la profundización de las relaciones bilaterales con Argelia tiene un enorme potencial en sí mismo y también constituye una puerta y un sólido punto de apoyo para el futuro en la perspectiva del fortalecimiento de las relaciones político-culturales, económicas, industriales y comerciales con África.
A escala continental, asistimos al resurgimiento de varias corrientes de izquierda. ¿A qué se debe esto? ¿Y este fenómeno político podría ser una oportunidad para América Latina, e incluso para el resto del planeta?
En América Latina y el Caribe, a pesar de la contraofensiva conservadora y neoliberal de la derecha, con golpes de Estado parlamentarios, judiciales, mediáticos e incluso militares, la resistencia de los pueblos contra el neoliberalismo creció y se ha mantenido firme. Y hoy se abre nuevamente la posibilidad de avanzar en la construcción de alternativas democráticas al capitalismo salvaje.
Las fuerzas de izquierda y progresistas han obtenido importantes victorias electorales en México, con Andrés Manuel López Obrador (2017), en Argentina, con Alberto Fernández (2018) y en Bolivia con Luis Arce (2020). Recientemente en febrero de 2021, con el triunfo de Andrés Arauz en Ecuador, y creo que Arauz ganará la presidencia en la segunda vuelta en abril próximo.
En 2019 y 2020 se intensificaron diversas movilizaciones populares, como la gran movilización y rebelión social del 18 de octubre de 2019 en Chile, que cuestionó el modelo neoliberal dominante, una movilización y protesta que desencadenó el proceso de cambio de la Constitución.
También se han logrado avances significativos en la movilización social y la resistencia popular en Brasil, Colombia, Guatemala, Honduras, El Salvador, Haití y Perú.
A pesar de la brutal agresión económica y mediática y la continua amenaza militar de Trump y Estados Unidos contra Venezuela, el gobierno del presidente Nicolás Maduro se ha fortalecido con la realización de las elecciones a la Asamblea Nacional y con la victoria democrática de su Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Cuba, a pesar de la intensificación del bloqueo y las medidas coercitivas unilaterales impulsadas por el imperialismo norteamericano ha tenido grandes desempeños en la región en la lucha contra el COVID-19, y es el único país de la región que avanza en la producción de una vacuna como Soberana 01 y Soberana 02. Y sus brigadas médicas «Henry Reeve» se despliegan en solidaridad en todo el mundo para ayudar a atender a los pacientes con coronavirus.
Esta pandemia de coronavirus ha puesto de manifiesto la ausencia total de moralidad y humanismo entre los principales grupos financieros e industriales. Esta comprensión sirvió como una bofetada a toda la humanidad, que se veía morir en un momento en que las «grandes farmacéuticas» pensaban sólo en su propio beneficio e intereses. ¿Ha llegado el momento de reformar fundamentalmente el sistema económico y financiero mundial?
En primer lugar, hay que decir que la pandemia mundial del Covid-19 ha demostrado la urgente necesidad de garantizar la salud como un derecho de los pueblos y garantizar un sistema de salud pública y universal. Los Estados deben garantizar el derecho universal a la salud pública y el acceso real y efectivo de la población. Y por tanto, los estados deben garantizar la producción de vacunas y medicamentos y su producción no puede depender de los criterios del mercado y de las grandes empresas farmacéuticas privadas.
El año 202, comenzó con el resurgimiento de la pandemia a nivel mundial, pero especialmente en los países del norte capitalista como la Unión Europea y los Estados Unidos.
La economía mundial atraviesa una profunda crisis. Se agota el modelo neoliberal, que impone la financiarización de la economía. El neoliberalismo socava los derechos sociales y continúa privatizando la economía y la vida y es incapaz de responder a la crisis, agravada por el COVID-19.
La actual crisis global nos plantea grandes posibilidades de lucha global, por lo que se vuelve imperativo transformar profundamente el Sistema de Naciones Unidas, para asegurar, por ejemplo, una nueva composición y papel del Consejo de Seguridad. Un nuevo enfoque para la OMS, UNICEF, FAO, etc.
Debemos luchar para superar la actual arquitectura global del capitalismo y garantizar la soberanía alimentaria de los pueblos. Debemos construir nuevas relaciones económicas, en el comercio y para las inversiones y que nos permitan romper la dependencia y subordinación entre los países capitalistas del norte respecto a nuestros países periféricos del sur. Necesitamos la revisión y la derogación de los acuerdos de libre comercio para asegurar que las nuevas reglas sean más justas y complementarias y que superen el actual marco injusto de la Organización Mundial del Comercio.
En el actual contexto mundial, los principios que dieron origen al Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) están más vigentes que nunca. Necesitamos construir nuevas alianzas para asegurar la cooperación Sur-Sur entre nuestros países. Es necesario construir un mundo multipolar sin imperialismo, sin colonialismo, ni neocolonialismos de ningún tipo.
Debemos asegurar el fin de las sanciones unilaterales impuestas y la agresión del imperialismo contra la autodeterminación y la soberanía de nuestros pueblos.
Hoy, la solidaridad global con la conquista de la independencia de los pueblos sometidos en pleno siglo XXI por la opresión del colonialismo como Palestina, Sáhara Occidental y Puerto Rico en América Latina debe ser una prioridad.
¿Cómo ve la evolución del conflicto en el Sáhara Occidental, a la luz de la reanudación del conflicto armado, y el anuncio del ahora ex presidente estadounidense sobre la supuesta «marroquinidad del Sáhara Occidental»?
En coherencia con su papel de guardián de los intereses colonialistas y expansionistas de Israel, Trump ignora el derecho inalienable a la autodeterminación del pueblo saharaui. Trump violó la carta de las Naciones Unidas y las resoluciones de la Asamblea General de la ONU, en las cuales está claramente establecido que el Sáhara Occidental es un territorio pendiente de descolonización.
Como bien señala el Frente Polisario: «La decisión de Trump no cambia la naturaleza jurídica de la cuestión del Sáhara, porque la comunidad internacional no reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, la cual sigue siendo propiedad exclusiva del pueblo saharaui».
Al respecto, me parece muy importante la posición adoptada por unanimidad por los partidos y movimientos de izquierda y progresistas de América Latina y el Caribe, reunidos en el Foro de Sao Paulo el 30 de enero de 2021 cuando señalamos en nuestro comunicado público:
«La solución de este conflicto político y militar pasa porque la ONU asuma sin ambigüedades me subordinaciones a las grandes potencias su rol de hacer respetar la legalidad internacional para garantizar la descolonización y la paz duradera en el Sáhara occidental y asegurar la realización inmediata del referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui».
Declaración que finaliza con una llamada internacional:
» Llamamos a los pueblos del mundo, a las fuerzas políticas de izquierda, progresistas y movimientos sociales y populares de América Latina y el Caribe, y en particular a la CELAC y ALBA, a la Unión Africana y al Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) a asumir una clara y activa solidaridad con la lucha contra el colonialismo y el derecho inalienable a la autodeterminación de los pueblos saharaui conducido por su único y legítimo representante del Frente Polisario».
Unas palabras sobre el conflicto palestino y la persistencia de Israel en ignorar el derecho internacional..
La situación de opresión del pueblo palestino por parte de Israel se ha visto agravada aún más por el mal llamado «Acuerdo del Siglo» que Trump trató de imponer junto con Netanyahu.
Las reacciones de rechazo al plan estadounidense por parte de la comunidad internacional y de la propia ONU fueron muy débiles. Se trata de un plan para hacer que el pueblo palestino sea completamente invisible. Un plan colonialista y criminal en esencia, destinado a generar una estructura legal, política y militar, con la complicidad y la colaboración de gobiernos corruptos de la región, destinado a enterrar todas las aspiraciones de autodeterminación de Palestina.
Los pueblos del mundo no podemos guardar silencio ante los crímenes que se están cometiendo contra millones de palestinas y palestinos.
La solidaridad con Palestina debe volver a movilizar a las fuerzas progresistas del mundo. Esperamos que la actual situación palestina sea analizada en el 2021 en una sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Entrevista de Mohamed Abdoun
*Traducida del Francés por Werken Rojo.