Corporación teatral del Sur expresa su dolor y completo repudio por el asesinato de Francisco Martínez

La Corporación Teatral Sur Austral (Cortesa) comunica su profundo dolor y completo rechazo del proceder del funcionario de Carabineros de Chile, que terminó con la vida del joven malabarista Francisco Andrés Martínez Romero, en la tarde del día 5 de febrero en Panguipulli, Región de Los Ríos.

Exigimos a las autoridades de gobierno y sus instituciones, no sólo la aclaración de los hechos y la administración de las sanciones respectivas en este caso de abuso de poder y asesinato, sino también, la urgente evaluación y refundación de la Institución de Carabineros de Chile, en tanto ha perdido toda efectividad, legitimidad y credibilidad ante la sociedad civil.

La muerte de Francisco Martínez viene a confirmar el abismo entre las fuerzas de orden y la ciudadanía que prometieron proteger; a su vez, la necesidad de contar con una institución que sea capaz de actuar con honestidad, racionalidad y profesionalismo en el contexto de una sociedad democrática y en el resguardo de los derechos humanos.

Como institución que promueve las artes escénicas y el desarrollo de nuestras comunidades a través del arte y la educación artística, nos sentimos profundamente conmovidos e indignados por los disparos que recibió el cuerpo de Francisco, en lo que debió ser un simple procedimiento de identificación. El no era un desconocido en Panguipulli. No era un delincuente, no era un traficante de drogas, claramente no era una persona que fuera un peligro para la sociedad. A nuestro entender, el sargento 2do, nunca debió desenfundar su arma, ni mucho menos disparar al tórax de Francisco. Él, no estaba armado. En sus manos sostenía unos machetes ficticios, para su acto de malabares, como parte de su habitual actividad artística con la cual obtenía su sustento.

Al mismo tiempo, lamentamos todos los hechos de violencia que se están viviendo en estos momentos en Panguipulli; absolutamente evitables, si las autoridades no actuaran con indolencia, lentitud y distancia de la justicia esperada por la comunidad. Por lo cual, exigimos, verdad y justicia, para reconstruir la confianza social, necesaria y fundamental, para reconstruir la confianza social, necesaria y fundamental, para recuperar la paz, la alegría y la dignidad.