Caravanas de autos, caminatas, y concentraciones son parte de la actividades enfocadas en los últimos días en convencer al sector poblacional que aún no decide a quien favorecer, el cual oscila entre el 30 y el 60 por ciento, según estudios.
La intensa jornada es desplegada en varias provincias como Pichincha, donde se ubica esta capital, Guayas, Azuay, y Manabí.
Para toda la campaña, el Consejo Nacional Electoral (CNE) dispuso un protocolo de bioseguridad a fin de evitar que el proselitismo derivara en el aumento de la propagación de contagios por la Covid-19 en el país, donde el acumulado de casos positivos hasta la víspera era de 252 mil 390.
En ese contexto, en los municipios con más de 100 mil votantes los movimientos políticos solo podían hacer movilizaciones con un máximo de 200 personas, con respeto al distanciamiento físico, además de hacer uso obligatorio de mascarilla y gel antibacterial.
Mientras, en las urbes con un número de 10 mil a 100 mil personas habilitadas para sufragar, el aforo permitido era de hasta 150 seguidores y en las localidades con un registro electoral menor a 10 mil, solo podían participar en las caminatas un centenar.
Las caravanas de autos también tuvieron restricciones de hasta 50 carros en ciudades con más de 100 mil votantes, 30 en las que hay de 10 mil a 100 mil y un máximo de 20 vehículos en aquellas con menos de 10 mil electores.
Pese a las medidas bien delineadas, en muchas ocasiones hubo violación de las normas en manifestaciones y actos de campaña.
A partir de las 00:00 (hora local) de este viernes, regirá en todo el país un período de silencio electoral, que al decir de las autoridades ayuda a los votantes a revisar las propuestas de los contendientes y definir su selección.
Igualmente, desde mañana al mediodía entrará en vigor la llamada Ley Seca, que se aplica 36 horas antes y 12 después del día de los sufragios y prohíbe el expendio, distribución o consumo de bebidas alcohólicas.