OMS denuncia un «fracaso moral» en la distribución de las vacunas
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Recalcó que la entidad considera correcto que todos los gobiernos prioricen la vacunación de sus trabajadores sanitarios y grupos vulnerables, sin embargo, no es adecuado que adultos más jóvenes y sanos de naciones ricas se inmunicen antes de médicos y personas mayores en los territorios en desarrollo, dijo.
‘Ahora nos enfrentamos al peligro real de que, aunque las vacunas traen esperanza a algunos, se convierten en un ladrillo más en el muro de desigualdad entre los que tienen recursos y los que no’, puntualizó.
Datos de la OMS refieren que hasta la fecha se han administrado más de 39 millones de dosis de los fármacos contra el virus SARS-CoV-2 en al menos 49 países de ingresos altos y 25 en un país de ingresos más bajos.
Además, algunos países y empresas, detalló Adhanom Ghebreyesus, llegan a los acuerdos bilaterales, evitando Covax (Fondo de Acceso Global para vacunas Covid-19), lo que posibilita el aumento de precios, acaparamiento, y una respuesta descoordinada a la pandemia.
El año pasado se firmaron 44 convenios bilaterales y en lo que va de 2021 ya se consolidaron al menos 12.
‘Ese enfoque deja en riesgo a las personas más pobres y vulnerables del mundo, y a largo plazo solo prolongará la recuperación de la enfermedad, así como las restricciones necesarias para contenerla y el sufrimiento humano’, aseveró el titular.
Pidió también que los gobiernos trabajen de forma solidaria para durante los primeros 100 días de este año poner en curso la vacunación de trabajadores de la salud y personas mayores.
Aunque la OMS alertó recientemente que para 2021 no se logrará la llamada inmunidad colectiva, a pesar de haber iniciado la vacunación, el mecanismo Covax busca la disponibilidad de los fármacos a nivel global en estos 12 meses.
Los objetivos son inmunizar al 20 por ciento de las personas más vulnerables en todo el mundo, contar con una variedad de dosis diversificadas, entregarlas tan pronto como estén disponibles, reconstruir las economías y atenuar la fase aguda de la pandemia.
Para ello, países de ingresos altos y medianos contribuyen al fondo y reciben una parte de las vacunas adquiridas, y las naciones más pobres las reciben de forma gratuita.
Entre los acuerdos que se suman a la iniciativa, está uno con la compañía AstraZeneca/Oxford para obtener 170 millones de dosis y otro con Johnson & Johnson para 500 millones de dosis.