Crónicas de un país anormal Portada

El fin del imperio norteamericano

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Obras históricas clásicas, como la de Edward Gibson, La historia de la decadencia del imperio romano y la de Arnold Toynbee, El estudio de la historia, puede darnos una “morfología” (así la llamaba O. Spengler en su obra, La decadencia de occidente), muchas pistas para comprender el actual derrumbe del imperio norteamericano.

Entender la historia como “biografías de hombres ilustres”, tal cual lo hacía Carlyle, es insuficiente para abarcar la explicación sobre el derrumbe de los imperios; tampoco nos es útil plenamente el estudio del largo período histórico, aportado por la Escuela de los Anales, o los estudios clásicos del rol de las religiones monoteístas, especialmente del cristianismo, en el derrumbe del imperio romano.

Rómulo Augusto, el último emperador romano, no puede ser comparado, por ejemplo, con Donald Trump, y no basta culpar – como lo harían los periodistas – al mandatario actual de Estados Unidos y sus cuatro años en el gobierno, y también el audaz autogolpe (¿o insurrección?) del 6 de enero de 2021, para tratar de explicar la decadencia del imperio norteamericano, ni siquiera, la historia de invasiones a través del mundo, propiciadas por Estados Unidos, son suficientes.

Algunos historiadores y analistas políticos han comenzado a profundizar en las trazas de la guerra civil, de mediados del siglo XIX, que se prolongaron durante todo el siglo XX, y que, ni siquiera pudo Martin Luther King, a causa del arraigado racismo norteamericano, apagar las brasas de la lucha por los derechos civiles.




La diversidad etnográfica y geográfica de Estados Unidos está jugando un papel importante en el derrumbe del imperio que, y no sólo se debe a factores externos – como lo relatado por Toynbee en su libro, El Estudio de la Historia- sino también debido a un quiebre de varios estados federados que conviven con realidades sociopolíticas muy distintas.

Si se quisiera buscar un vocablo que resuma la realidad actual de Estados Unidos, tendríamos que hablar de los “miedos – en plural – entre los cuales podríamos destacar el temor de que su país, la tierra prometida, termine siendo dominada por los “bárbaros modernos” (extranjeros), mexicanos, portorriqueños, cubanos venezolanos…Hasta ahora, parece mentira el que un país con tal potencial científico y tecnológico no haya sido capaz de diferenciar su multiplicidad étnica, ni siquiera, la conducta electoral de los que llaman, muy equivocadamente, latinos y afroamericanos.

El mapa histórico-político se mantiene intacto entre los dos partidos políticos, que se reparten las instituciones del país: ambas costas siguen perteneciendo al Partido Demócrata, mientras que el centro del país, en las dos últimas elecciones, el Partido Republicano se ha identificado con Donald Trump y lo que él representa.

No precisamente fue Trump quien inventó “los grupos supremacistas blancos”, ni siquiera, a aquellos que utilizan los signos nazis pues, por ejemplo, Ku Klux Klan estaba muy vivo mucho antes de que Trump apareciera como “el salvador” de la ultraderecha norteamericana, pero con Trump, el macartismo ha resucitado en todo su esplendor.

La balcanización ha jugado un papel fundamental no sólo en los derrumbes de los imperios del pasado, sino también en los actuales. Si antes de la Primera Guerra Mundial el imperio turco-otomano fue el “enfermo de Europa”, hoy, en el mundo lo es en el imperialismo norteamericano.

Oswald Spengler, en un libro quizás poco conocido, Pesimismo, representa profundamente el papel del capitalismo salvaje y la hegemonía del dinero en la destrucción de las culturas, (muchas de esas profecías se están cumpliendo en el imperialismo norteamericano de este milenio).

Cuando las instituciones se vacían de espíritu y el pueblo, (para usar términos biológicos spenglerianos), deja de hacer circular los ríos de sangre al corazón, se produce el derrumbe de imperios e instituciones, sin sentimientos, ni emociones, ni vida, es decir, está a punto de llegar a su fin.

Estamos entrando, muy silenciosamente, a una feroz guerra tecnológica, y uno de estos epifenómenos es el cierre de las cuentas de Trump en el mundo de las redes sociales, que puede, con mínimo esfuerzo, acallar a gobiernos y parlamentos. El imperio industrial y militar está dando pasos agigantados a una nueva hegemonía cuando la industria tradicional es reemplazada por un mundo militar y altamente tecnológico.

Cuesta acostumbrarse a aceptar que la historia se mueve dialécticamente, y en la triada hegeliana, (tesis, antítesis, síntesis), termina por aparecer nuevas síntesis, y se demuestra que “jamás nos bañamos en las mismas aguas de un río…”, (Heráclito), y que la vida no es otra cosa que los absurdos trabajos de Sísifo, tan bien descritos por Albert Camus. La tarea es superar el nihilismo y el fanatismo, que arrastran a gente común y corriente al totalitarismo, es decir, a la “Banalidad del mal, (de Anna Arendt) que, en Estados Unidos se expresa en la supremacía blanca, el fanatismo en iglesias protestantes y en el chauvinismo nacionalista.

El hecho de que Donald muera políticamente, los cimientos de los sueños del “destino manifiesto” siguen despiertos en un imperio moribundo y leproso.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

15/01/2021

Bibliografía

 

Edward Gibson. Historia de la decadencia del imperio Romano

Oswald Spengler La decadencia de occidente 1918 -1923

 

Arnold  Toymbee Estudio de la historia

La Historia Neguen, España

Historia de las civilizaciones

 

 

 

 

 



Historiador y cronista

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  1. ramon roman says:

    Es increible lo que sucede con algunos ensayistas chilenos que publican sus opiniones en El Clarin. Estos caballeros que viviendo en su país no tienen la más minima idea, conociendo todas las variables de suspaís, de lo que el futuro trae a su país, pero se dan el lujo de pronosticar el futuro de otro país, país que realmente regula las condiciones políticas de la mayoría de los países del mundo, nos guste o no nos guste. ¿A que se debe este poder? Estos caballeros lo saben pero no se atreven a encararlo racionalmente. Ese país todavía regula económicamente al mundo, ya que su divisa, el dólar, rige los mercados del mundo y sus capitales, los de sus inversionistas, están en todas partes del mundo, incluso en China y en Rusia. Además, este país, tiene más de 800 bases militares en el mundo, incluída Sud América, con bases en Colombia y en Chile. Nadie puede negar que los avances technológicos, la mayoría, han salido de sus científicos, aúnque ahora los científicos de China, Rusia e Irán ya están igualando estos adelantos científicos del Imperio. Imperio, si, los EEUU es todavía un imperio y todavía no muestra esa decadencia que estos ensayistas chilenos lo describen. Escribe el ensayista, copiando a un famoso escritor: «La diversidad etnográfica y geográfica de Estados Unidos está jugando un papel importante en el derrumbe del imperio que, y no sólo se debe a factores externos «. ¿Cuáles son los factores internos, caballero? ¿La diversidad ethnografica? Bueno, don, Hace un poco más de doce años un negro afroamericano fué elegido presidente del decadente imperio, ¿y…? ¿pasó algo con el imperio? Nada, Ahora, por cuatro años un narcisista y blanco supremacista ha gobernado a los EEUU, ¿y…? ¿desapareció el imperio en forma interna? En forma externa este engendro realmente gobernó a los EEUU y el mundo, aplicando sanciones económicas a los que no seguían sus mandatos y rompiendo pactos internacionales sin ninguna consecuencia en contra del imperio. Don, ¿se ha dado cuenta usted que el vice presidente del nuevo gobierno de los EEUU es una persona negra? A través de toda la historia de los EEUU, este país ha estado dividido social y politicamente, esta es la realidad, y ahora, más dividido está después de cuatro años de gobierno de este pelotudo narcisista, pero nadie, NADIE, a diferencia de los ensayistas del clarin, se atreven a pronosticar la decadencia del imperio americano. Economicamente, un solo ejemplo de que nada va a pasar: el nuevo presidente prometió una inversion de 2 TRILLONES DE DOLARES, para salir de la pandemia y de los problemas que dejó ésta. Para terminar, caballero, no mencione a la triada de Hegel, ya que fué desacreditada por otros filósofos de su tiempo. Escribe usted, don: «Cuesta acostumbrarse a aceptar que la historia se mueve dialécticamente». NO, CABALLERO, NO CUESTA ACOSTUMBRARSE si se es una persona racional y no un fanático religioso o un fanático politico como los conservadores que le han dado diferentes nombres a este conservadurismo, en sus diferentes partidos politicos. Para terminar, si, don, la vida es un absurdo, y lo escribió Camus en el trabajo, no los trabajos, de Sisifus, que era hacer rodar la piedra hasta la cima de la montaña y dejarla caer y darse el respiro de bajar hasta el pié de la montaña, preguntándose no sé cuantas miles de cosas, para nuevamente hacerla rodar hacia arriba, eternamente.

  2. Patricio Serendero says:

    No hay más forma de entender la Historia que no sea por las leyes del materialismo histórico. Y por lo tanto, utilizando las leyes de la dialéctica que bien refiere Rafael Gumucio , aunque digamos de paso que la dialéctica hegeliana no es la misma del marxismo. En este, es la base económica de las sociedades y los procesos que en ella se desarrollan las que determinan en última instancia su destino. La riqueza y el poder cada vez más creciente del 1% mundial ha destrozado la super estructura social con la que se inauguró el capitalismo: la democracia. El capitalismo de Estado chino (por falta de una caracterización rigurosa que dejamos a los entendidos) supera a EEUU en tecnología. Y eso supone los instrumentos de la guerra y aquellos del comercio mundial con destaque para sus empresas estatales que compran empresas estratégicas en el mundo entero. Si no se abre un período de revoluciones antes, el yuan será nuestra moneda el próximo siglo.

  3. Gino Vallega says:

    La historia , relatada por muchos , a retazos , a medias verdades y otras , a veces creemos verla y nos parece entender algunos trozos : USA perdió el «made in USA» por buscar más ganancias con mano de obra más barata y se trasladó al Asia y la convirtió en su competencia ,que está perdiendo ; al mismo tiempo , la industria militar-tecnológica necesitó la globalización para vender sus productos y necesitaba guerras y revoluciones de color para eso.Éstas y muchas otras razones originan la decadencia pero , aún en ella , se mantiene el espíritu del «destino manifiesto» incólume y 70 millones lo han corroborado así y te hace exclamar : tan capitalista y tan yanqui…..Son pequeñas observaciones que los locales vemos y lamentamos pero están allí y al parecer el narcisista Trump sería sólo la «enorme» gota que rebalsó el vaso.

  4. rafael gumucio says:

    HUGO LA VERDAD HISTORICA ES QUE LA HERMANA DE NIETZSCHE CASADA CON UN NAZI USO LA FUNDACION CON EL NOMBRE DEL HERMANO PARA EL PARTIDO NAZI, SPENGLER SE NEGO A REUNIRSE CON HITLER A NUNCA LO APOYO A PESAR DE SER DE DERECHA

    HABLA BIEN DE SPENGLER NO TE PARECE HUGO

    SALUDOS R

  5. Germán Westphal says:

    A mi modo de ver, todo va por otra vereda que no tiene nada de tropical… Económicamente EE.UU. ha perdido una parte substancial de su poderío como potencia mundial, con China su mayor competidor nada menos que gracias a Nixon, quien debe estar dándose cabezazos en su cripta. También a causa de su decadencia industrial —principalmente en la industria pesada— por la internacionalización del capital y su avidez por la mano de obra barata en otros países. Sin embargo, EE.UU. sigue manipulando políticamente a nivel internacional con el respaldo de su fuerza militar para poder abastecerse de las riquezas naturales que necesita. Con todo, lo que hay que entender es que el poder del capital estadounidense se ha instalado transnacionalmente, fuera de sus fronteras, en el mundo de la globalización que ha creado algo que podríamos llamar «la etapa superior del capitalismo…» De que a nivel internacional también tiene competencia del capitalismo estatal chino, entre otros, no cabe duda pero eso se arregla con tratados o acuerdos que sellan guerras o escaramuzas comerciales. En este cuadro a brocha gorda los países como EE.UU., China, Rusia, India Japón y conglomerados de países como la UE, juegan distintos papeles según el grado de influencia que económicamente tengan en las transnacionales. A los demás, esos países de economías básicamente extractivas como .cl, sólo les queda ajustarse cediendo soberanía como con los TLC, por ejemplo, abriéndose de nalgas y piernas para ser más claro, algo que ha hecho tanto durante la «patriótica» dictadura militar (1973-1990) como durante la civil disfrazada de democracia (1990-hasta ahora). Saludos y salud! Mientras la haiga!

  6. hugo randier says:

    Qué bueno, Gumucio Viejo. Luego de tanta historia chilena que atosiga
    de tanto bla,bla,bla… Le pones el final al Tio Sam, y tú «sabes» muy bien
    lo que dices.
    Pero el enano Spengler era divertido y teóricamente apoyaba a Hitler,
    No te olvides. Esto lom saben todos los que han leído sus majamamas
    de enano enfrmizo.. NO te olvides, por favor..!

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