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Si de algo podemos estar seguros es de esto: No habrá nueva constitución

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Para que exista una nueva Constitución es necesario que la Constitución pinochetista de 1980 sea erradicada de cuajo. Para que eso suceda, la nueva Constitución tendría que ser dictada por una asamblea constituyente y no por una convención constitucional limitada en sus funciones, como sucederá. Convención, más encima, que será electa bajo la actual ley electoral de parlamentarios, donde en la práctica quedan excluidos pobladores, obreros, campesinos. Quedan excluidos los sin casa, los que llevan años esperando atención médica, los pensionados aniquilados por las AFP, las dueñas de casa, los trabajadores informales, los pescadores. Es decir, quedan fuera de poder participar en la definición de la carta máxima, que regirá su futuro, quienes producen la riqueza del país con su trabajo.

Entonces ¿Quiénes redactarán la nueva Constitución? La redactarán quienes por décadas se han apoderado de las riquezas naturales del país y se han enriquecido gracias al trabajo ajeno. ¿Y quiénes son estos estos abusadores, estos explotadores? Se trata de la casta empresarial, aquellos atrincherados en la Sofofa e Icare, desde donde cada día elaboran la pauta de noticias de El Mercurio, La Tercera, la TV abierta y algunas radios. Son aquellos de las colusiones y la especulación financiera. Aquellos que evaden impuestos y reciben todo tipo de benevolencias de parte del SII y BancoEstado.

¿Y cómo redactará esta casta la nueva Constitución? La redactará a través de sus testaferros apoltronados en los partidos políticos de la derecha, de la Concertación y de algunos “ingenuos” del Frente Amplio. Pero sobre todo, apoyados por los partidos de “oposición” para dar legitimidad al texto constitucional venidero. El pueblo nada puede esperar de la Concertación. De hecho, en una declaración conjunta del PPD, PS y PR, dieron a conocer un documento llamado “Bases y fundamentos de una propuesta constitucional progresista” (96 pág.), que no es más que una propuesta de maquillaje para mantener los privilegios de la oligarquía chilena y la casta política. Por otro lado, la derecha, El Mercurio mediante, inició mucho antes del plebiscito del 25 de octubre una campaña para posicionar el tema del “derecho de propiedad” y la “libertad de enseñanza” como temas prioritarios de la “nueva” Constitución. Asunto de fundamentos religiosos para los sátrapas de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea. Otro tanto ha hecho el presidente Piñera, que, con más de un 80% de rechazo a su gobierno violador de derechos humanos, considera que puede imponer lo que debería o no debería estar en la próxima Constitución.

¿Y quiénes son los testaferros de la casta empresarial? Para saberlo basta una lectura a nuestra historia política desde 1990 a la fecha y los encontrará (descontando a la derecha, obviamente), en una cáfila bien definida donde sobresalen los Ricardo Lagos, Eduardo Frei, Eugenio Tironi, Andrés Zaldívar, Enrique Correa, Mariana Aylwin, Soledad Alvear, Ximena Rincón, Francisco Vidal, Andrés Velasco y una larga lista de siniestros dirigentes y parlamentarios de la DC, PPD, PS y PR. ¿Pero, qué es lo que tanto defienden alineándose siempre con la derecha y el pinochetismo? Lo de fondo que defienden, es la raíz que desde el siglo XIX ha permitido y dado categoría legal a todos los abusos y masacres de trabajadores en Chile; es decir, el republicanismo portaliano, cuyo eje fundador fue apropiarse, por parte de la oligarquía, de los recursos del país, sean naturales o fuerza de trabajo. Eso es lo de fondo que defiende la derecha y la “oposición”, aquella estructura política-económica-social que se mantiene aferrada como garrapata al orden portaliano, el cual está claramente reflejado en la Constitución de 1980. Por eso la campaña del terror cuando escuchan hablar de asamblea constituyente o parlamento unicameral. Les aterroriza la palabra pueblo, tanto así que han prohibido a los noticiarios de TV utilizarla.

¿A lo mejor es muy difícil redactar una nueva Constitución? No. No lo es. Los que hoy se erigen en expertos constitucionalistas no son más que expertos en proteger los intereses de quienes terminaron de apoderarse de Chile en 1973. Pretenden hacer creer que redactar una Constitución es tarea de “sabios”. Mentira. Para redactar la base de una Constitución verdaderamente democrática solo se necesita sentido común, sentido de justicia y comprender que la democracia es el “gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo”.

¿Y si no hay nueva Constitución, qué habrá? Habrá un remedo de Constitución asentada sobre la base de la Constitución de 1980 más el maquillaje que impuso Ricardo Lagos Escobar durante su gobierno. Tan simple como eso. Seguramente incluirán algún matiz “democrático” como por ejemplo que el agua sea un bien universal (o derecho humano) de uso público, pero con letra chica. Seguirán las AFP, y usted podrá seguir escuchando en el parlamento frases como “gracias su señoría”, “honorable senador tiene la palabra”, “gracias por el espíritu republicano”, etcétera. Pero, ¿no es posible dar un vuelco a la estafa constitucional que se viene? Difícil, de acuerdo a los científicos el sol recién se extinguirá en 5.000 millones de años más, así que paciencia. Claro que si no piensa vivir tanto, estudiemos alguna alternativa…, “por si las moscas”, como decía don Lucho. Aunque ojo, las moscas hace rato que llegaron… ¿Pasó la vieja?… Diga usted.

 

Por Alejandro Lavquén

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  1. Felipe Portales says:

    No me entendió. La razón más importante de considerar un notable éxito el poder bloquear (obteniendo un tercio de los convencionales) el designio de las dos derechas de establecer una «nueva» Constitución consensuada entre ellas, es porque ahora lo harían utilizando engañosamente la voluntad popular en TRES ELECCIONES SUCESIVAS, lo que ni siquiera lo hicieron con una en 2005. Obviamente esto le daría mucho más legitimidad a la «nueva» Constitución de las dos derechas que lo que lograron en 2005, como lo reconoció el diputado de la UDI, Javier Macaya. Agregué, además, una razón ADICIONAL respecto de los quórums. ¿Es tan difícil de entender? Y, por cierto, me alegro que comparta el juicio respecto de «las dos derechas».

  2. Felipe Portales says:

    Señor Serendero: El punto no es solo terminológico. En su comentario, además de usar solo el término «la Derecha» y ¡cinco veces! -lo que de por sí es muy equívoco- pareciera ver solo dos actores en liza: «la Derecha» beneficiaria del poder de veto y «el pueblo». Y se olvida del actor clave que en estos treinta años ha legitimado, consolidado y perfeccionado el modelo neoliberal impuesto a sangre y fuego por la dictadura: ¡la derecha concertacionista!, que fue la que le regaló precisamente el actual poder de veto a la derecha, así como le regaló la futura mayoría parlamentaria a la única derecha de ese entonces, a través del acuerdo de Reformas Constitucionales de 1989 (el «paquete» de 54 reformas).
    Además, se equivoca en señalar que un eventual veto de más de un tercio de convencionales efectivamente de centro-izquierda, no serviría de nada, ya que mantendría la situación actual. ¡Por supuesto que serviría y mucho en las actuales circunstancias! Bloquearía el maquiavélico diseño de las dos derechas que -como reconoció el diputado UDI, Javier Macaya, erróneamente les faltó en el diseño de 2005- ahora les permitiría legitimar mucho más una «nueva» Constitución de consenso entre las dos derechas, al ser fácticamente (con un eficaz y monumental engaño) confirmada POR TRES ELECCIONES SUCESIVAS: el plebiscito de entrada, la elección de Asamblea Constitucional y el plebiscito de salida.
    Además, no se olvide señor Serendero que siempre será más fácil cambiar la actual Constitución de Lagos, ya que sólo para muchos apartados de ella requiere solo de un quórum de 60%. En cambio la futura Constitución de las dos derechas va a requerir obviamente de un quórum de dos tercios para todo su texto.

    • Patricio Serendero says:

      Señor Portales: Tengo la sospecha que Ud está contestando algún otro comentario distinto del que he hecho, respondiéndole a Ud el 3/12 a las 6:26 PM de acuerdo a este medio. Primero, sobre las dos Derechas. He explicado silabáricamene la existencia de la Derecha política representante de la Derecha Económica y de la Derecha de la ex. Concertación indicando que esta está vendida ideológicamente a la primera a pesar de sus miembros de algunas de las fracciones de la Clase Media. Eso, para no discutir más esta supuesta negación de la existencia de las dos Derechas que Ud me achaca gratuitamente.
      En su último párrafo nos dice que «será siempre más facil cambiar la actual Constitución de Lagos ya que para muchos apartados requiere solo de un quorum de 60%». Solo un 60% !! Una bicoca! Explíquenos por favor donde irá usted a buscar un 60% de votos de parlamentarios que NO hagan parte de las DOS DERECHAS que suponemos – muy correctamente – que no quieren cambiar nada de lo esencial. Le sugiero que si desea continuar esta discusión conmigo, hagámoslo por via email, porque sospecho que los lectores ya se aburrieron.

  3. Felipe Portales says:

    Si señor Rulfo, los jóvenes se levantaron, pero las dos derechas hábilmente diseñaron -para neutralizarlos- una propuesta diabólica, más que maquiavélica, en que los hicieron votar engañosamente por lo contrario de lo que ellos querían. Con el «Apruebo» y la «Convención Constitucional» se legitimó algo que ciertamente ellos NO QUERÍAN LEGITIMAR: el que una nueva Constitución no pudiese ser aprobada mayoritariamente por los representantes electos por el pueblo; sino que tenían que contar con el poder de veto de la minoría de un tercio de la Convención para ser aprobada. Y, al menos, es muy importante que se vayan dando cuenta lo antes posible de este incalificable engaño, para que después no les venga un gigantesco desánimo o una ira incontrolable, que los lleve a la inacción o a una violencia extrema que deje pálida la de octubre del año pasado. Es claro que ninguno de esos caminos nos llevará al establecimiento de la democracia.

  4. El titulo es sugerente para elaborar muchas hipotesis , y creo que una de ellas es la que menciona el articulo , dicho eso podemos comenzar a descifrar el titulo
    1.- Pareciera que la sociedad no hubiera cambiado ?
    2.- Las nuevas generaciones de jovenes , no creen en los partidos politicos , porque solo ven sus intereses ?
    3.- Las maquinaciones en el poder legislativo estan , involucrados todos los miembros de este , nadie se salva …?
    4.- las organizaciones de trabajadores como la CUT , es una verguenza nacional , no dice nada , no participa en las demandas de la ciudadania , pareciera que estan en una empresa privada que les traspasan recursos para que esten tranquilitos , cambien sus vehiculos y vayan a capacitaciones fuera de Chile ?
    Con esas premisas no cabe duda que hay una parte de la sociedad , minor las citaria que solo busca su tranquilidad y bienestar personal , Pero los jovenes se levantaron y esto no terminara hasta que la Constitucion, y sino las demandas enlas calles seran permanentes..

  5. Felipe Portales says:

    Señor Serendero: Tenemos una profunda divergencia en el diágnostico del país. Usted señala que hay UNA derecha, cuando todo indica que estamos desde hace muchos años enfrentando a DOS DERECHAS. Una la que impuso el modelo a sangre y fuego; y otra la que lo legitimó, consolidó y perfeccionó particularmente entre 1990 y 2010. Tanto es así que AMBAS DERECHAS (más algunos incautos que nunca faltan) impusieron el fraudulento «proceso constituyente» con la finalidad de neutralizar la rebelión social de octubre de 2019. La diferencia del diagnóstico es clave, pues los que ven solo una derecha, van a tender a buscar en abril los dos tercios para «derrotarla»; en cambio, los que vemos las dos derechas, tenderemos a buscar el tercio para «derrotarlas». Y, claro, con su diagnóstico tampoco es capaz de apreciar que sería una gran victoria el que NO SE LEGITIMASE con tres elecciones seguidas una «nueva» Constitución; y que continuase la CLARAMENTE DESLEGITIMADA Constitución actual.

    • Patricio Serendero says:

      Señor Portales: Ni en sueños se me pasaría por la cabeza tener la pretensión de hacer un diagnóstico del país. Dos Derechas, Duopolio, Clase Política, ex. Concerta y Derecha o Derecha-Derecha. Creo haber utilizado en las colaboraciones hechas a este medio todas esas denominaciones para indicar 1) que la Derecha Económica, los verdaderos detentores del poder, la Clase Burguesa, tiene sus propios partidos que la representan. Mirando los apellidos vemos que muchos de los miembros de esta Clase son diputados y senadores. 2) La otra Derecha, que lo es en términos políticos e ideológicos porque socialmente sus miembros son generalmente de la Clase Media, o Clase Media Alta se ha vendido a la ideología del neoliberalismo. Ninguno de los partidos que la componen podrían ser de izquierda, porque ninguno tiene como objetivo el Socialismo. Esa es la línea divisoria, incluso con aquellos que se reclaman de «centro» o «Tercera Via», que como la Historia lo ha demostrados, terminan siempre …en la Derecha.
      Los trabajadores no están mínimamente confundidos con una o dos Derechas. Para ellos el conjunto de la clase política, todas las Derechas confundidas son vistos como sus enemigos de Clase. Su visión quedará determinada viendo como las Clases y sub-clases se comportan en un momento histórico determinado. Cualquier visión queda más clara si se hace el análisis en términos de análise de clases sociales y sub-clases, sus contradicciones y la lucha entre ellas.

  6. Felipe Portales says:

    Alejandro: Me parece que tienes que ponerte al día en los términos. Hablas de «la» derecha, cuando desde hace muchos años que existen en nuestro país DOS DERECHAS. La tradicional, que sustentó la dictadura para que se impusiese a sangre y fuego el modelo neoliberal. Y la que -revirtiendo completamente sus posiciones de centro-izquierda originales- legitimó, consolidó y perfeccionó, particularmente entre 1990 y 2010, dicho modelo. Ambas han sido complementarias en la historia reciente de Chile. Era completamente imposible para la derecha tradicional hacer lo que hizo la derecha concertacionista, después de haber sido el sostén y beneficiario máximo de la dictadura.

  7. Felipe Portales says:

    Señor Serendero: Creo que nadie ha dicho aquí que «no hay nada que hacer». HAY MUCHO QUE HACER. Respecto de las fraudulentas elecciones planeadas para abril; hay que denunciar, denunciar y denunciar el fraude. Y eso es mucho que hacer en una sociedad donde existe un total control de la información de las dos derechas (¡ni durante la dictadura existía tan poca diversidad de medios como la que hay hoy día!). Ahora, si además de la denuncia, que desgraciadamente TAMPOCO ESTÁN HACIENDO los partidos que no suscribieron el funesto acuerdo del 15 de noviembre (pareciese que el proyecto presentado por las seis diputadas fue solo un gesto testimonial), hubiese una consecuente búsqueda de obtener el tercio de los comvencionales para impedir que se consume el fraude consensual de las dos derechas, ¡bienvenido sea!, y creo que todos los que estamos por una Constitución democrática nos sumaríamos entusiastamente a dicha campaña.

    • Patricio Serendero says:

      Reunir un tercio de los votos de los constituyentes para rechazar algún artículo propuesto por la Derecha cuyo texto sea peor que el artículo vigente tampoco ayuda mucho. Si se rechaza un artículo, sigue vigente el artículo de la actual Constitución Pinochetista.
      Esta es precisamente la trampa. Si se propone un artículo digamos que favorezca al Pueblo la Derecha puede trancarlo con su tercio. Lo contrario no sirve. Porque si la Derecha propone cambiar un artículo existente por uno todavía mas neoliberal, ejercitar el tercio que Usted sugiere para impedirlo solo consigue dejar vigente el artículo actual. El Pueblo sigue perdiendo. Lo único que se conseguiría trabar con un tercio opositor seria alguna nueva propuesta de la Derecha – un nuevo articulo inexistente hasta la fecha – sobre alguna materia de quorum cualificado. Pero esta, que no desea cambiar ninguna cosa excepto algún texto maquillado, poco interés tendrá en proponer nuevos artículos y correr el riesgo de ser trabada por un tercio opositor. Total, con la Constitución actual le basta y le sobra. Sin ponerle ni quitarle nada. Todo esto, sin contar además con el pirquineo que la Derecha haga. Porque puede suceder que una cosa todavía peor sea aprobada por uno o más constituyentes que decidan cambiar de lado o abstenerse.

  8. Patricio Serendero says:

    Lo único que NO debemos hacer es lamentarnos porque aparentemente no hay salida a la Democracia del Tercio. En esta oportunidad tal vez será así. Y tendremos una Constitución copiar/pegar de la anterior. Las Constituciones valen lo que valen. Ni más ni menos. Durante Stalin la letra de la Constitución soviética era de lo más democrática. Y vea usted lo que pasaba en la realidad. La Constitución nuestra dice que todas las personas somos iguales ante la ley por ejemplo. Y no lo somos como se sabe. Cuando hay revolución social y se conquista el poder no hay papel que valga. De no ser que alguien pueda estar pensando que llegaremos a la nueva sociedad con una linda Constitución y una elección muy democrática. La última y primera vez que ganamos para tener gobierno democrático la Derecha chilena y mundial complotó desde antes que Allende asumiera. Y hoy día, solo por el temor de la calle desde hace un año se han pertrechado de leyes represivas, las usan para reprimir y asesinar, tienen ya los militares en la calle -por lo que pueda pasar – se amenaza de muerte a quien osa acusarlos así sea una jueza, y sus bandas armadas se entrenan recordándonos Patria y Libertad.
    A los jóvenes hay que animarlos a tomar conciencia y luchar por cambiar la sociedad. Y hay que decirles que no será ni fácil ni breve llegar ahí. Pero decirles que no hay nada que hacer sin más nada creo es una mala elección.

  9. El camino a seguir , aterra al caminante de la calle y no hay luz al fondo del tunel que más parece pozo séptico de campo a como hiede.Pero «es lo que
    hay» como dicen algunos con desesperanza y otros con la convicción que están ganando.Tuve la impresión que algunos parlamentarios habían decidido
    integrarse al proceso y soltar las amarras para lograr una nueva constitución NUEVA…..pero parece que volví a perder la batalla , aunque teniendo la certeza que no me voy a unir a los opresores.
    Un poeta Islandés , Sjon , decía : «sucede a veces ,
    en los poemas ,
    que cuando la niebla se disipa ,
    se lleva consigo la montaña.

  10. Germán Westphal says:

    Y como si todo lo que señala el artículo fuera poco, el engendro de la Convención Constitucional será ratificado en un plebiscito con voto obligatorio del pueblo soberano, condenando al país per saecula saeculorum a lo que el engendro estipule, algo que ni siquiera la mente enferma de Jaime Guzmán llegó a concebir en el mejor de sus sueños!

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