Chile al Día

La calle no se deja: semana de protestas que culmina con manifestación por la libertad de presos políticos de la revuelta

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El día de ayer, la agrupación de Familiares y Amigos de las y los Presos Políticos de la Rebelión, convocó a una concentración en la Plaza Dignidad, la cual fue duramente reprimida y que dejó a un joven de 31 años con trauma ocular.

Aún son cientos de jóvenes que se encuentran encarcelados o con arresto domiciliario por haberse manifestado, junto a millones, contra el gobierno de Piñera y para acabar con la herencia de la Dictadura de Pinochet.

Esta semana hubo distintas actividades por la libertad de lxs presxs políticxs, convocada por organización de Familiares y Amigos de Presos Políticos (OFAPP), la Coordinadora 18 de Octubre y agrupaciones territoriales y políticas. Así fue que el martes 3 se realizó un “barrotazo” a nivel nacional con la consigna “aislamiento es tortura”.

El día martes 03 se supo que un joven detenido, producto del encierro y el aislamiento, intentó quitarse la vida, situación que nos alarma mucho más, por las duras condiciones a la que se ven expuestos las y los detenidos, con pruebas insuficientes para el encierro y denuncias de casos de montaje y grotescamente absurdos como el caso de Anderson Yaro que pasó un año encerrado por el simple hecho de haber quebrado un vidrio, o el caso de Daniel Morales y su sobrino que inculparon del incendio de la estación Pedrero, teniendo que ser liberado tras pasado un año en la cárcel, sin pruebas suficientes, es decir, un claro montaje.

Recientemente se presentó un proyecto legislativo de “indulto general”, para las y los detenidos en el marco de la revuelta, así como también se solicita el retiro de las querellas por Ley de Seguridad del Estado orquestada por el Ministerio del interior.

Haciendo eco de las concentraciones por la libertad a las y los presos políticos, distintos sectores de trabajadores han manifestado su apoyo y solidaridad, como los trabajadores del Hospital Sótero del Río, Hospital Barros Luco y Trabajadores de la educación de la Escuela Patricio Cariola, en cuyo caso se conformó una comisión de solidaridad para impulsar una campaña por su libertad.

Campaña nacional por la libertad de lxs presos de la rebelión

Hoy 7 de noviembre, a las 16:30 horas se realizará una reunión abierta de la agrupación juvenil VENCER, donde plantean la importancia de reactivar la movilización por las y los presos de la revuelta, donde los grande organismos de trabajadores, estudiantiles, con las federaciones y sindicatos junto a organizaciones sociales activen una campaña y acciones de protesta, para no esperar ni depositar la confianza en la ley de amnistía, que requiere que los mismos partidos del régimen que votaron la Ley Anti Protestas, la aprueben.

 

Fuente: La Izquierda Diario

 

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  1. Felipe Portales says:

    Es que como también lo has señalado, en las organizaciones de la «Unidad Social» tienen influencia decisiva militantes de partidos que impusieron o se sometieron al fraude constituyente generado el 15 de noviembre, ¡ya hace casi un año!…

    • Germán Westphal says:

      ( Eso fue entre nous, Felipe! Lo que pasa es que me estoy haciendo un poco el h… tonto para que nadie me acuse de que estoy desacreditando al movimiento social, el alma de la revolución que se viene y erradicará todos los males del modelo neoliberal globalizado… ¡No me tomes en serio! ¿No ves que podemos terminar en el paredón? )

  2. Felipe Portales says:

    Así es. El problema es que el control total de los grandes medios de comunicación es tan sutil y eficaz a la vez que deja fuera de la «percepción colectiva» temas tan cruciales para el futuro de Chile como el fraude constituyente que ya comenzó a operar, y que tendrá su culminación con las reglas de funcionamiento antidemocráticas de la «Convención Constitucional» (¡NO CONSTITUYENTE!). Y que estas ya están oleadas y sacramentadas, porque requerirían de una nueva Reforma Constitucional previa a la Convención, para modificarlas; lo que naturalmente no contará con la aprobación de los partidos que nos impusieron el funesto acuerdo del 15 de noviembre, y especialmente de la derecha, que como lo reconoció Longueira, le garantizan a la derecha que la «nueva» Constitución será completamente a su gusto.

    • Germán Westphal says:

      No me cabe ninguna duda de que los medios dominantes ejercen fuerte influencia en la población. Sin embargo, el movimiento social tiene un alto nivel de conciencia y claridad política que no se ha manifestado en cuanto a los puntos expuestos, algo que también ocurre en el caso de las organizaciones de la Unidad Social que incluyen miembros y dirigentes perfectamente bien informados. Ver el siguiente enlace:

      https://www.unidadsocial.cl/organizaciones

  3. Germán Westphal says:

    «A LUTA CONTINUA!» — Es de desear que pronto también se incorpore a la movilización social la denuncia y protesta contra las trampas de la Convención Constitucional aprobada en el plebiscito del 25 de octubre último:

    — El quórum de 2/3 que le da derecho a veto a la derecha cavernaria y favorece los acuerdos entre ella y la tal llamada «centro-izquierda», las dos coaliciones de partidos políticos que han co-administrado el país por 30 años.

    — La intocabilidad de los Tratados Internacionales, lo cuales incluyen los Tratados de Libre Comercio, piedras angulares del modelo neoliberal que es causa de todas las desgracias que sufre la gran mayoría de la población en cuanto a servicios y derechos básicos com salud, educación, pensiones, vivienda, transporte, sueldos y salarios.

    — La desproporcionalidad entre el número de delegados a la Convención Constitucional por cada distrito electoral y la población en cada uno de ellos. Esta es una aberración en cuanto a la representación democrática de los ciudadanos que es inherente al sistema de elección de la Cámara de Diputados que también se va a usar en la elección de la Convención Constitucional.

    Nada de esto era desconocido a partir del infame «Acuerdo por La Paz y La Nueva Constitución» del 15 de noviembre del año pasado. Sin embargo no hubo movilización social alguna para rechazarlo antes de que se incorporara a la Ley 21.200 de reforma constitucional que rige el proceso constitucional en curso.

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