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Triunfo de Luis Arce y el pueblo boliviano: la autodeterminación de los pueblos

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Un gran triunfo tuvo el pueblo boliviano con Luis Arce y el MAS a pesar del golpe fascista y de la instalación de una dictadura de facto perpetrada con apoyo de Luis Almagro y la OEA con dirección del gobierno de Trump en contra del gobierno democrático del Presidente Evo Morales.

A pesar de la brutal violencia desatada en contra del pueblo boliviano y el Movimiento al Socialismo-IPSP, triunfó un pueblo que supo enfrentar con coraje y dignidad la violencia y el autoritarismo del gobierno de facto de Añez y sus medidas de restauración neoliberal que se pretendieron imponer. Del golpe de estado contra Evo y la democracia vino la resistencia del pueblo boliviano y ahora un triunfo histórico que restaura la democracia en un año.

Junto con el contundente e histórico triunfo presidencial de Luis Arce y de David Choquehuanca a la vicepresidencia quienes obtuvieron el 55,10 % de los votos triunfando holgadamente en primera vuelta. El MAS IPSP obtuvo mayoría en las dos Cámaras de la Asamblea Plurinacional y también la mayoría en los 9 Departamentos de los escaños parlamentarios de representación del Estado Plurinacional ante el Parlantino y Parlasur.

Con el triunfo presidencial, Bolivia retoma la democracia y el presidente electo Arce ha señalado que va restablecer todas las relaciones que fueron suspendidas y congeladas (1) por el gobierno de facto (1) lo que permitirá también a Bolivia en el plano multilateral volver a jugar un rol internacional en apoyo a los pueblos que luchan por su autodeterminación sin tutelas imperiales y neocoloniales y contribuir a fortalecer el ALBA retomando los procesos de integración andina y de América del Sur  tan pisoteados y debilitados por la acción de los gobiernos derechistas y (alineados con EEUU) de Piñera, Bolsonaro y Duque junto al mal llamado grupo de Lima.

Queda claro que actos en materia de relaciones internacionales de la dictadura de facto no tuvieron validez ni respaldo alguno, lo que permitirá a Bolivia retomar su política de relaciones internacionales y normalizar su relación interrumpida con la República Bolivariana de Venezuela y con Cuba en nuestra América y en el África con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) (2).

No tenemos dudas que con el gobierno del electo presidente del Estado plurinacional de Bolivia volverá a promover y defender el principio de la autodeterminación de los pueblos y la lucha contra el colonialismo y neocolonialismo en el ámbito internacional. En particular respecto de la RASD volverá a solidarizar con la justa lucha anticolonialista que libra el pueblo saharaui en contra del ocupante ilegal del Sáhara Occidental. La monarquía marroquí con su «política del cheque y el chantaje» y mediante obscuras maniobras y falsas promesas logró temporalmente que aquella efímera dictadura de Añez congelase la relación diplomática entre ambos pueblos y Estados.

Sobre el tema de las relaciones entre Bolivia y la República Árabe Saharaui Democrática reproduzco textual nuestro artículo publicado en enero de 2020 sobre la suspensión unilateral de relaciones por el gobierno de facto de Añez, operación que fue saludada como una victoria por la monarquía marroquí en su intento de negar y bloquear el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui:

Dictadura coherente: Gobierno de facto de Bolivia «suspende» unilateralmente relaciones diplomáticas con la República Saharaui (RASD).

Consecuencia lógica de la dictadura y gobierno de facto impuesto en Bolivia con Jeanine Añez, ha sido la «suspensión» unilateral de la relación diplomática entre el Estado Plurinacional de Bolivia y la República Árabe Saharaui Democrática.

Todos y cada uno de los «argumentos» utilizados por la cancillería del gobierno de facto boliviano en el comunicado titulado

«Fortalecimiento de las Relaciones diplomáticas entre el Estado Plurinacional de Bolivia y el Reino de Marruecos» para justificar la decisión de «suspensión» reflejan exclusiva y unilateralmente la posición colonialista y de ocupante ilegal del Sáhara Occidental del reino feudal de Marruecos. Ni siquiera se esgrimen las viejas y falaces ofertas de «cooperación económica» con que Marruecos acostumbra a disfrazar sus intenciones para presionar a los países soberanos para que rompan con el gobierno saharaui. Tampoco se requirió promesas de supuestas inversiones que nunca se materializan en verdad. Todo aquello forma parte de las «ofertas» y de las presiones políticas (las públicas) de la monarquía marroquí para que los países abandonen el principio de apoyo a la autodeterminación e independencia de los pueblos y rompan relaciones con la República Árabe Saharaui Democrática.

Cuando un gobierno de facto pisotea su propia soberanía y democracia reprimiendo a su propio pueblo y ,en consecuencia, abandona los principios en que se funda una política exterior basada en el respeto a la autodeterminación, la independencia e integración de los pueblos como la que viene de perpetrar la dictadura de facto de la Sra. Añez, uno de las medidas e indicadores clásicos de gobiernos conservadores o pseudo democráticos en América Latina que pisotean y se distancian de todo principio soberano sin una coherencia mínima en relaciones internacionales es el «congelar» «suspender» o «romper» su relación con la RASD.

Una situación muy similar se vivió en el Perú con el «congelamiento» de la relación bilateral con la RASD «negociada» entre el corrupto y siniestro asesor Vladimiro Montecinos y un alto representante del monarca marroquí, la que fue materializada por la dictadura encubierta de Alberto Fujimori Fujimori, hoy sentenciado y encarcelado por corrupción.

Otro triste y vergonzoso episodio reflejo de cuando se pisotean los propios principios de soberanía y autonomía, ocurrió recientemente luego de la asunción a la presidencia de Nayib Bukele, quién con descarnado  pragmatismo y mediante obscuros acuerdos con el reino de Marruecos, rompió arteramente y unilateralmente la relación diplomática entre El Salvador y la RASD, relaciones que estaban basadas en los principios de la autodeterminación, en la cooperación y en el respeto y apoyo mutuo a los procesos de descolonización e independencia de los pueblos.

No tengo dudas, que más temprano que tarde, cuando el pueblo boliviano termine con la dictadura de Añez y recupere su democracia con los valores y principios en que se funda la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia, la relación entre los pueblos de Bolivia y Saharaui volverá a restablecerse también en el ámbito diplomático e institucional.

(1) https://www.efe.com/efe/america/politica/luis-arce-restablecera-las-relaciones-de-bolivia-con-cuba-y-venezuela/20000035-4373040

(2)https://werkenrojo.cl/dictadura-coherente-gobierno-de-facto-de-bolivia-suspende-unilateralmente-relaciones-diplomaticas-con-la-republica-saharaui-rasd/

 

Por: Esteban Silva Cuadra

 

Santiago, 23 de octubre de 2020

Cientista político

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