El último debate antes de las elecciones norteamericanas
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Hasta hoy han votado por correo 40 millones de electores, es decir, más del tercio del universo electoral, por consiguiente, los ciudadanos que se deciden en los últimos momentos son muy pocos. Se ha probado que los foros y debates públicos influyen muy poco en la conducta electoral, y las excepciones son sólo esto, (el caso Nixon, por ejemplo, que perdió su elección a raíz de un foro, no se ha repetido).
En el foro del 22 de octubre, Trump moderó su discurso, y gracias a los resguardos tomados por los encargados de esta actividad, hubo mucho menos interrupciones. En sus intervenciones, ambos candidatos se acusaron de ladrones y corruptos, vendidos a Rusia, Ucrania y China…, (según mi parecer, ya este tipo de acusaciones ya no impresiona a los televidentes). A los partidarios de Trump poco les importa que tenga cuentas en China, que no pague impuestos, y aplauden que sea sagaz para engañar al fisco, (no ocurre solamente allá, sino también en Chile y en muchos otros países).
Los negociados con Ucrania que supuestamente realizó el hijo de Biden tampoco importa a sus partidarios: a las claras, el candidato Biden es un político y no un negociante, como sí lo es Trump.
Sabemos que la imbecilidad antipolítica es un signo de los tiempos, y que, por lógica, las personas de bien no se dedican la política tal como está hoy, pero el problema no reside en la política, oficio digno y fundamental en la vida de las personas y de la democracia, sino en quienes la ejercen y, sobre todo, en la falta de control ciudadano, por consiguiente, cuando se elige un anti político, estamos seguros de que será un dictador, asesino, corrupto y ladrón, y la historia prueba este aserto.
Joe Biden es un político de trayectoria: ha sido senador durante varios períodos, Vicepresidente durante el gobierno de Barack Obama, y claro, no está exento de errores, como todo ser humano. Esta vez, durante el último foro, demostró que el político es más capaz de enfrentar un evento como este que el anti político Donald Trump, que sólo le interesan sus negocios personales, y para que el foro le hubiera sido fuera favorable, se hubiera requerido que Biden expresara una tontería gigantesca o bien, una metida de pata, a la cual tiene acostumbrados a sus electores, o bien, que Trump lo hubiera puesto KO, con una frase genial. Afortunadamente, este milagro no ocurrió.
En un foro en que se puedan expresar ideas y programas políticos, Biden tenía todas las de ganar, pero Trump no es más que un loco ambicioso y narcisista en extremo, que lo único que sabe es gritar e insultar a amigos y enemigos, (en estos años han aparecido muchos libros y ensayos sobre Trump, a quien tratan como a un inepto, amoral y, sobre todo, ignorante).
En Estados Unidos se realizan tantas encuestas como días del año, en consecuencia, muy pocas veces dan en el clavo, y creerle sería tan tonto como el comprar la serie de cartones de la lotería y estar seguro de ganarla.
Por otra parte, a Trump no le interesa ganar en el voto popular, por lo tanto, que las encuestas le den ventaja a Biden por más del 10%, no lo inquieta, pues es sabido que aquellos que ganan con el voto popular, pierden en el voto de los Colegios Electorales.
Las encuestas sólo son una referencia en los diez estados en disputa y, sobre todo, en el decisivo estado de Florida, y encaso todos ellos Biden gana, en promedio, por un 5%.
Joe Biden, durante el debate, tenía todas las de ganar en temas como la pandemia, e íntimamente relacionado con este, el de la Salud Pública, el Obamacare, (hoy, Bidencare), lo mismo en lo referente a la inmigración, sobre todo, con el escándalo de 500 niños inmigrantes confinados: en el caso de los “soñadores”, Biden pudo lucirse; la temática sobre el racismo y demás formas de discriminación, era un asunto en el cual Trump llevaba todas las de perder, (salvo asegurar el voto del KKK).
Otro tema importante del debate de ayer fue el del medio ambiente: Biden fue claro en pronunciarse por las energías limpias, en consecuencia, no está de acuerdo con suicidio estatal actual al Frakking, que le ha concedido a Estados Unidos se ha convertido el primer lugar entre los explotadores de petróleo, pero el problema es que esta forma de extracción del petróleo es muy cara y, para ser rentable, exige un precio que suba de los 80 dólares el barril. El Estado de Texas es el principal productor de petróleo en Estados Unidos, y siempre había votado por el Partido Republicano, pero esta vez, sorpresivamente, el Partido Demócrata le disputa los votos.
Los debates electorales sólo interesan a quienes se especializan en ciencia política, pero el público, en general los ve como cualquier otro programa de televisión, y lo único que resta esperar es la llegada del día 3 de noviembre, en que, de seguro, no sabremos el resultado final de las elecciones, pues el recuento de votos por correo puede demorar, incluso, una semana que, de perder Trump, aprovechará para negar los resultados de la elección pretextando un fraude.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
23/10/2020