Corrientes Culturales

Muros y murales: aulas abiertas de pedagogía popular

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Al desplazarme hoy jueves hacia Valparaíso observé desde la micro en que me movilizaba algunos cambios en el mural ubicado en el Nudo Barón, aquel que fue plasmado sobre dicho muro el año pasado, graficando en forma magistral las distintas “líneas de acción directa rebeldes” que se crearon al calor de la lucha social  durante la Rebelión Popular que se inició el 18 de Octubre del 2019.

Durante el mes de marzo de este año, sectores de la derecha política más intolerante efectuaron una ignominiosa acción de destrucción de los murales existentes en dicho lugar, dañando no solo esta obra popular, sino también otros murales ubicados en el sector, buscando con este deleznable accionar borrar la memoria popular gráfica estampada en ellos.

En una crónica realizada el 30 de marzo pasado, denunciando este hecho expresé: “El hermoso mural que graficaba y sintetizaba las diferentes líneas de acción directa creadas al calor de la lucha callejera fue salpicado con pintura amarilla, pero el creador de esta obra, con su profesionalismo y creatividad, utilizó esas mismas manchas para realizar un nuevo acto de arte rebelde y de denuncia, diseñando e incorporando en el mural a los “chaquetas amarillas”, culpables de estos viles atentado realizados al amparo del Estado de Excepción denominado de Catástrofe, que rige en todo el territorio nacional.”

Después de realizar unos trámites en el plan de Valparaíso, volví hacia el sector del Nudo Barón para realizar un registro gráfico de lo que había observado desde la micro, encontrándome con la grata sorpresa de que en el lugar se encontraba el artista popular creador de dicho mural, quien estaba trabajando en esta obra.




Así pude constatar que su nombre artístico es Danny Reveco, un joven que nació el año 1987 y que cubriendo su rostro con una capucha con el rostro de los personajes que crea, trabaja desde el anonimato, como una manera de romper la individualidad, dando entender así que el colectivo de los personajes que se expresan en su obra son los importantes.

Mientras  observaba la plasticidad y destreza con la que delineaba con un pincel algunos trazos sobre el muro, conversé un rato con él.

 

 

Transcribo a continuación el diálogo que tuvimos:

¿Estás restaurando el mural?

“Lo que estoy haciendo acá no es restaurar el mural, sino que re-significarlo. Es la segundo vez que un grupo de derecha lo interviene y lo daña, ahora fue más radical tapando casi todo el muro. Entonces, más que restaurarlo, a mí me interesa mostrar lo que está sucediendo, y lo que está sucediendo es que están censurando distintas expresiones visuales en la ciudad y esta es un de ellas. Lo que estoy haciendo es volver a intervenir el muro y sumarle iconografías más contextuales, personas que se están movilizando ahora, con expresiones que están sucediendo ahora. Más que centrarme en restaurar el muro de la revuelta, entendiendo igual que todo avanza, nada va a volver a ser como antes. Es como mostrar esa huella que hace el fascismo. Ir superponiendo las capas es para mí muy significativo y necesario. Es necesario dar esa disputa de la calle, del territorio; en la calle ya no solo son las expresiones gráficas las que están en juego, sino que es la vida misma. Sales a la calle y puedes perder la vida, puedes perder un ojo, puedes no llegar, entonces, el espacio público está totalmente problematizado, y en eso estamos, haciendo ver eso.”

Allí has plasmado la imagen de una migrante, ¿qué quisiste representar con ella?

“Claro, en estas nuevas personas que he ido sumando a la composición del mural, aparece la madre de Romario Veloz, joven asesinado en el norte, y ella la semana pasada hizo una performance, usando un baile tradicional, al frente de La Moneda en Santiago, exigiendo justicia por su hijo (1). Entonces, esta composición se va actualizando según las cosas que van sucediendo también. Por eso funciona un poco como archivo visual el mural, porque yo al tratar de mostrar algo, s va construyendo a partir de lo que va sucediendo. Estoy tratando de hacer ver cosas.”

Para mí los muros son verdaderos pizarrones de educación popular, expresiones de arte popular que expresa situaciones, realidades, emociones, sentimientos….

“Claro, son murales y son arte popular, son totalmente un arte que nace desde el pueblo, yo lo considero así y veo que tiene una importancia vital el intervenir el espacio público, es súper necesario.”

 

En relación con lo planteado por Danny respecto a la imagen de una mujer migrante plasmada en el mural (1), el pasado 13 de octubre, Mery Cortés, madre del joven ecuatoriano de 26 años, asesinado por agentes del Estado el 20 de octubre del 2019 durante las movilizaciones en la ciudad de La Serena, realizó una acción de denuncia recorriendo algunas calles del centro de Santiago, vestida con un traje tradicional y con las frases “Justicia para Romario” y “Me Empelota la Injusticia”, escritas sobre la piel  de sus pecho y espalda respectivamente, llegando hasta el frontis del palacio de La Moneda, lugar donde realizó un baile tradicional y levantó su voz ante el Presidente Piñera,  “porque han pasado más de diez meses de frustración, angustia, impotencia, y de no saber para donde va la investigación de mi hijo (…) quién mató a mi hijo  lo hizo con dolo, una porque era extranjero, y dos, porque era negro…como era negro era un blanco fácil para el asesino..”, expresó.

 

Los silenciosos muros porteños se transforman de esta manera en verdaderos altoparlantes gráficos, que relatan historias de nuestra realidad.

El arte popular que se expresa en los territorios, en las calles, en las murallas,  convierte  los espacios públicos en verdaderas aulas pedagógicas de educación popular.

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso jueves 22 Octubre 2020

 

 

 



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