Elecciones en Bolivia, llegó la hora
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Estos comicios tienen lugar casi un año después de los del 20 de octubre pasado en los cuales resultó reelecto Evo Morales, pero fueron anulados en el contexto de un golpe de Estado bajo el rebatido argumento de un fraude electoral.
La asonada golpista contó con el protagonismo de grupos reaccionarios de la derecha, altos mando militares y policías amotinados, además del respaldo de la Organización de Estados Americanos (OEA) que denunció por medio de un informe irregularidades en el proceso.
El texto es cuestionado y refutado con numerosos argumentos por distintos análisis de personalidades y organismos como el Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR, en inglés), que advirtió sobre la posibilidad de la manipulación del resultado de las elecciones de este domingo por parte de la OEA.
‘La OEA jugó un papel de liderazgo en la creación de las condiciones para el derrocamiento del Gobierno democrático boliviano, luego de los comicios del año pasado en ese país’, indicó Mark Weisbrot, codirector del CEPR.
‘Dicha organización rápidamente arrojó dudas sobre los conteos preliminares que mostraban a Evo Morales con una victoria en primera vuelta, emitiendo una declaración llena de falsedades sobre las elecciones un día después de su realización, y repitió estas falacias en múltiples comunicados’, agregó Weisbrot
En las elecciones del 20 de octubre de 2019, Morales resultó vencedor en primera vuelta para un cuarto mandato consecutivo, pero el 10 de noviembre altos mandos militares y policiales lo obligaron a renunciar.
Dos días después, se instaló un gobierno de facto encabezado por Jeanine Áñez quien, además de intentar mantenerse en la primera magistratura permitió masacres con al menos 37 muertos y más de 800 heridos, según la Defensoría del Pueblo de Bolivia; desató una persecución política a miembros del Movimiento Al Socialismo (MAS), y propició la corrupción y un retroceso económico y en los programas sociales.
Este domingo, según, el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, Bolivia tendrá ‘una jornada electoral limpia, segura y confiable’, algo puesto en dudas por diversos observadores.
Ayer sábado, la misión de las Naciones Unidas veedora de las elecciones generales bolivianas advirtió que estará vigilante ante acciones violentas o violaciones de derechos humanos.
Jean Arnault, enviado especial del Secretario General de la ONU, en una reunión con los candidatos del MAS dijo esperar que la presencia del organismo multilateral ayude a prevenir este tipo de acción y que la jornada del 18 sea lo más pacífica en lo posible.
El emisario hizo la declaración en un contexto de amenazas de violencia formuladas por miembros del gobierno, como el ministro del Interior, Arturo Murillo, que hasta compró armas para reprimir supuestas acciones violentas que a priori atribuye al MAS.
Incluso, el ministro de Justicia, Álvaro Coimbra, afirmó, sin pruebas, que, si pierde o no gana en la primera vuelta, el MAS ‘va a salir a matar gente’ en la madrugada del lunes, por lo que los ministerios de Gobierno y Defensa ‘tomarán acciones preventivas en las próximas horas’.
Asimismo, destacadas figuras como la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, y los exmandatarios Rafael Correa (Ecuador), Luis Inacio Lula Da Silva y Dilma Rousseff (Brasil), entre otros, abogaron por elecciones transparentes y democráticas en Bolivia.
La OEA carga con una gran responsabilidad en el deterioro de la democracia boliviana este último año. Su misión electoral de octubre pasado denunció la existencia de un ‘cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de la votación’, advirtieron
Observadores del parlamento europeo manifestaron su preocupación por la participación del Ejército en el proceso electoral, y las nuevas determinaciones respecto a que no se sacarán fotografías a las actas de cada mesa de votación.
El senador colombiano Gustavo Petro también alertó sobre ese impedimento y señaló que la OEA ‘ahora sí está avalando un fraude’.
‘La sangre que corra en Bolivia será una responsabilidad directa de Luis Almagro. Ojalá el ejército boliviano comprenda que no se puede oponer a la voluntad popular boliviana’, enfatizó por medio de su cuenta en Twitter.
De acuerdo con todas las encuentas, el binomio del MAS integrado por Luis Arce y David Choquehuanca es el favorito para ganar.
El expresidente Evo Morales (2006-2019) y líder del MAS señaló que pese a las dificultades, el TSE tiene la misión histórica con el país de garantizar elecciones democráticas, libres y transparentes para retornar a la democracia con cada uno de los votos de los bolivianos.