Después del plebiscito…lo incógnito
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;“Avive el seso y despierte”, me alerta mi vecino recordándome algunas cuestiones que esta nota expone
Digámoslo sin ambages ni reticencias. Lo más probable es que la alternativa “APRUEBO” sea quien triunfe en el plebiscito del próximo 25 de octubre. Pocos chilenos (casi nadie en realidad) dudan de ello. Las encuestas así lo señalan, y la calle lo reafirma con certera convicción.
La duda no es si el ‘Apruebo’ triunfa o pierde; la duda, en realidad, apunta al porcentaje que esa alternativa obtendrá, y también al tipo de Convención que deberá encargarse de redactar la nueva carta magna.
Quienes juegan sus bazas a la alternativa “Rechazo” saben que serán derrotados, por eso sus fichas las ponen ahora en dos situaciones que resultan ser de verdad vitales en el desarrollo constituyente próximo. ¿Cuáles son ellas?
La principal tarea que la derecha se ha impuesto (luego de reconocer que perderá el plebiscito) es lograr que la alternativa “Apruebo” no supere el 60% de votación favorable. Ello le permitiría lenguajear y ‘mangonear’ respecto de contar casi con el 50% de la opinión nacional, lo que debería frenar cualquier intento ciudadano por redactar una Constitución auténticamente democrática y moderna.
La otra tarea derechista es, sin lugar a dudas, jugarse el pellejo por la opción “Convención Mixta”, ya que ella –a través de los parlamentarios participantes- le abre las puertas al veto de las propuestas democratizadoras que otros constituyentes puedan presentar, con lo que consolidaría el objetivo de Jaime Guzmán respecto de estructurar una Constitución tan “atada” que difícilmente pueda ser cambiada posteriormente. Esto, por cierto, es más que probable de ser logrado por los sectores conservadores merced a la política de los dos tercios, cuestión a la que la derecha seguirá aferrada con dientes y uñas.
En resumen, si en este plebiscito la ciudadanía no logra un “Apruebo” que obtenga un 70% (o más), y también triunfar con la alternativa “Convención Constitucional”, el proceso constituyente encontraría sin duda un tránsito muy cuesta arriba, y las decepciones podrían ser profundas.
La derecha persistirá pontificando teorías catastróficas después del plebiscito con la mira puesta en la elección de constituyentes; para ello contará con el apoyo de exconcertacionistas, como Jorge Burgos, Mariana Aylwin, Pepe Auth y varios más dispuestos a entrabar la decisión popular. La idea de los conservadores será obtener más de un tercio de los constituyentes para que opere la política obstruccionista de los dos tercios (en el caso de la Convención Constitucional), y mantener esa misma política en el caso de la Convención Mixta Constitucional. Es la miel sobre hojuelas para los socios del antiguo duopolio.
En el ínterin, el país asistirá a la prosecución de hechos destinados a enturbiar el ambiente y asustar a los desavisados de siempre (que al parece no son pocos en Chile), para alcanzar otro de los grandes objetivos políticos que caracterizan a los adoradores del statu quo, cual es convertir el país en un estado policial militarizado…o en su defecto, en un estado militar policíaco, aherrojando las garantías ciudadanas y entrabando hasta la asfixia a muchas de las libertades individuales.
Tal vez no ocurra nada de ello…tal vez sí ocurra. Son las incógnitas posteriores al plebiscito.
Por Arturo Alejandro Muñoz
Felipe Portales says:
Finalmente ¡El propio Ignacio Walker reconoció el cabal significado del acuerdo del 15 de noviembre en un artículo de «El Mostrador» de hoy! Que el quórum de dos tercios es para el conjunto del texto constitucional y que por tanto le confiere un poder de veto a la derecha y obliga a un texto consensual a su gusto; o si no sigue la actual Constitución… de Lagos…
Marcos Guzman says:
A todos los pitonisos no se les olvide el poder del pueblo movilizado que ya llevo al congreso a votar la ley del 10% y perfectamente va a exigir a los constituyentes una Carta Magna acorde a los nuevos principios de este milenio. No creen uds que por ejemplo cuando se legisle a cerca del agua como derecho humano básico y o un bien transable… no va a estar el tema en las redes sociales y también en las calles. Gracias al poder de los Ninis y los paupérrimos jóvenes desamparados
Felipe Portales says:
¡A votar por el «Apruebo» lo harán también los más caracterizados líderes de la derecha como Lavín, Longueira, Ossandón, Felipe Kast, Desbordes, Ubilla, Alessandri, Delgado, Codina, etc. Y además, según la encuesta de «Criteria», un 50% de los votantes de Piñera en la elección presidencial lo harán por el «Apruebo» y solo un 40% lo hará por el «Rechazo»! ¡Qué conclusiones podrán sacarse de ese «triunfo arrollador»! ¡Por favor; no nos cerremos los ojos!…
Y posteriormente tendremos el inmodificable y antidemocrático quórum de los dos tercios que hará que inevitablemente (¡y aunque se dé el extremadamente improbable abandono de los convencionales de la Concertación de su derechización de 30 años!) la derecha imponga los términos de la «nueva» Constitución. ¡No seamos cómplices del engaño sistemático que las «dos derechas» nos han hecho desde hace 30 años! ¡No más!…
Gino Vallega says:
Si la blandengue oposición a Piñera&boys ,como los Concerta y Nueva Macana se pliegan a la derecha como lo han hecho aprobando las leyes represivas
del neofascismo local , no hay vuelta y se «amonona» la misma constitución y seguimos hasta el próximo round. Si el resultado fuese APRUEBO y C/C por
buenos números y el «pueblo votante» se mostrara en un ,por ej. ,70/30 en la elección de constituyentes ,esa asamblea podría cambiar las amarras , cosa que veo difícil. El pueblo se ha formado en dictadura y dicta blanda y el autito y la cervecita ,el plasma y el mall , vale , el consumismo lo tiene obnubilado.
Pero ,si el millón+ sale a votar , tal vez haya sorpresas y la partidocracia vuelva a asustarse y permita cambios más avanzados que las «pinturitas a lo Lagos» de la duralex Guzmán-milicos varios. En el intertanto ,Piñera seguirá reinando con invertir un par de millones de los casi tres mil millones de dólares que posee en mantener al atajo de pelotudos/pelotudas que mantiene en su barato harem político.
Felipe Portales says:
El artículo no analiza la génesis de este «proceso constituyente». Primero, que hasta hace un año regía sin problemas la Constitución de Lagos, suscrita entusiastamente por Lagos y todos sus ministros que la definieron como una «Constitución democrática que representaba a todos los chilenos» («El Mercurio»; 18-9-2005). Segundo, que dicha Constitución representó la culminación del proceso que los sucesivos gobiernos concertacionistas hicieron de legitimación, consolidación y perfeccionamiento del modelo neoliberal impuesto por la dictadura, con su Plan Laboral, AFP, Isapres, ley minera, LOCE-LGE, universidades privadas con fines de lucro, etc. etc. Tercero, que para neutralizar la rebelión o estallido social de octubre pasado, la derecha y la ex Concertación «cocinaron» un fraude constituyente, en que en virtud del quórum de dos tercios para aprobar un «nuevo» texto constitucional en la Convención ella tendrá que hacerse al gusto de la derecha; proceso análogo al crucial y solapado regalo de la mayoría parlamentaria futura que la Concertación le hizo a la derecha a través de la Reforma Constitucional concordada con Pinochet en 1989, para justificar ante sus bases el que la Concertación «no pudiese» hacer las reformas en que ya no creía, porque se había derechizado inconfesablemente a fines de los 80, como lo reconoció crudamente su principal ideólogo, Edgardo Boeninger, en su libro de 1997: «Democracia en Chile. Lecciones para la gobernabilidad»; libro que todos debiésemos leer si queremos comprender el sentido de los últimos 30 años y del actual fraude constituyente que, por cierto, no nos llevará a una Constitución realmente democrática.
hugo randier says:
Gran «escritor» camuflado porque es muy modesto, y tímido también.
El ve todo lo que otros no pueden ver. Es «notable» en su género aris-
totélico de investigación y perspicacia increíble .
El ve debajo del agua y anticipa su «sabiduría» sin límites.. Oh, alalá ..!