Crónicas de un país anormal Política Global

Donald Trump, un vulgar matón de barrio

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La estrategia del Presidente Trump consistía en destruir al candidato Joe Biden propinándole un KO en el primer debate. El desprecio que el matonesco mandatario norteamericano manifiesta por todas las personas que se atraviesan en su camino, en especial por el ex Vicepresidente de Barack Obama, Joe Biden, su contendor a la presidencia del país, lo condujo a una gran dosis de prepotencia irracional y un actuar lamentable, con nula empatía, propios de un psicópata.

El reiterar que el mencionado “debate” fue un caos lleno de descalificaciones e interrupciones se ha convertido en un lugar común, pues el problema de fondo radica en que la sociedad norteamericana está a punto de desintegrarse, (en las actuales condiciones no sería muy osado anunciar una guerra civil, y dada la conducta de Trump no parece una hipótesis muy lejana de la realidad).

Dentro de los rasgos psicopáticos que pudiera padecer Donald Trump ha sido el completo desprecio ante la desgracia del prójimo: en este caso, y en pleno foro denunció al hijo de Biden de haber sido expulsado del ejército acusado de cocainómano; ningún ser humano ante una desgracia de cualquier persona puede alegrarse de que el hijo de su rival, (o cualquiera otra persona en desgracia), haya padecido de una adicción a las drogas. En este plano, en la respuesta de Biden ante esta acusación demostró su altura moral.

En una democracia es inaceptable que un candidato presidencial haya evadido el pago de impuestos, y eso durante once años, que solamente lo hizo, entre 2016 y 2017, pero versando al fisco sólo la suma de 750 dólares, (mucho menos que un profesor, como le hizo ver Biden), y cada vez que se le pide a Trump su hoja de impuestos se niega a proporcionar dicha información, pretextando que aún está revisándose por Impuestos Internos de ese país.

El Presidente Trump aprovechó las múltiples formas de exenciones que existen en los países capitalistas a fin de que los ricos evadan impuestos, (en Chile no podemos vanagloriarnos en este aspecto, pues Presidentes de la República, empresarios y altos funcionarios públicos se ufanan de su sagacidad para burlarse de Impuestos Internos), y Trump expresó con claridad que “hay que ser tonto para pagar honradamente los impuestos debidos”.

En otro aspecto del foro, y en el colmo de la audacia, Trump se atrevió a negar validez del voto por correo, (existe desde hace muchos años en Estados Unidos, y por lo demás, hay estados completos en que sólo se vota por correo), incluso, de perder la elección del 3 de noviembre, se negaría a acatar su derrota, tratando de provocar el arbitraje de la Suprema Corte que, se sabe, actualmente tiene mayoría de republicanos.

Interpelado por el moderador, el periodista de Fox, Chris Wallace, respecto a los grupos violentos, en su mayoría partidarios de la supremacía blanca, Trump se negó a condenarlos, por el contrario, les recomendó permanecer tranquilos a la espera de usar la fuerza contra los grupos de izquierda, sobre todo los antifascistas.

Las afirmaciones del Presidente de la República sobre el tema de la violencia son particularmente graves, pues animan y profundizan la brecha entre derecha e izquierda y, sobre todo, el racismo y xenofobia, que se han apropiado de la sociedad norteamericana, especialmente a raíz del triunfo de Trump, en 2016.

Desgraciadamente, en Estados Unidos especialmente, existen grupos miserables e ignorantes, racistas, xenófobos y clasistas que, para más remate, se encuentran armados hasta los dientes, amparados por la 4ª Enmienda, que permite que todo el pueblo pueda, con toda facilidad, comprar armas. Estos grupos ultraderechistas – algunos paramilitares – son fanáticos de Trump, y cualquier barbaridad que exprese es celebrada con aplausos, (como ocurrió después de finalizado el “foro”).

Trump tiene asegurado el 40% de los votos, y que actúe a su antojo, no cambiará de opinión. Durante los casi cuatro años de mandato ha permanecido estable con esta cifra de aprobación.

Al no poder lograr el KO definitivo de Biden en este primer encuentro caótico y vergonzoso, el candidato demócrata logró el empate, lo cual, a mi entender, es favorable a quien va adelante en las encuestas de opinión hasta ahora, Joe Biden.

El culpar al moderador del desastre del primer “debate” es injusto, pues nadie podría dominar a un matón genuino para exigirle una actitud respetuosa, civilizada y democrática. El periodista Chris Wallace ha sido acusado de haber favorecido a Joe Biden, lo cual sería lógico pues tuvo que defenderlo ante los ataques de un antisocial.

Nada más insensato que pretender solucionar el problema de los foros caóticos e irrespetuosos con la supresión del mismo, pues sería equivalente, también a terminar con las elecciones al considerar que podría haber fraude. Sin diálogo y amistad cívica la democracia carece de sentido.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

01/10/2020

 

 

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