COVID-19: Experto en pobreza de la ONU afirma que las medidas de protección social están «llenas de agujeros»; los peores efectos están aún por venir
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El experto independiente de la ONU sobre pobreza extrema, Olivier De Schutter, dijo en un informe[1] publicado la semana pasada que si bien los gobiernos han adoptado más de 1.400 medidas de protección social desde el brote de COVID-19, éstas han resultado en gran medida insuficientes, y advirtió que las peores consecuencias sobre la pobreza están aún por venir.
“Las redes de seguridad social implementadas están llenas de agujeros”, dijo Olivier De Schutter, realizando un llamamiento a los líderes mundiales reunidos en la Asamblea General de la ONU en Nueva York para que fortalezcan sus medidas de ayuda a personas empobrecidas. «Estas medidas son generalmente cortoplacistas, la financiación resulta insuficiente y muchas personas inevitablemente han quedado en el olvido».
La recesión económica, resultado de la pandemia, no tiene precedentes en tiempos de paz desde la Gran Depresión, dijo, y agregó que 176 millones de personas podrían caer en la pobreza si se utiliza una línea de pobreza de 3,20 USD / día. Esto equivale a un aumento en la tasa de pobreza de 2,3 puntos porcentuales en comparación con un escenario sin COVID-19.
Los datos del Banco Mundial que abarcan 113 países muestran que se han presupuestado 589.000 millones de dólares para protección social, lo que representa alrededor del 0,4 por ciento del PIB mundial. Sin embargo, el informe del experto dice que esas iniciativas no evitarán la extensión de la pobreza. Muchas de las personas más empobrecidas están excluidas de los planes de protección social concebidos para apoyarlas.
“Numerosos programas también requieren que las solicitudes se completen en línea, lo cual de facto excluye a amplios grupos de la población sin acceso a Internet o con bajas competencias digitales”, dijo De Schutter.
“Existen medidas que imponen condiciones imposibles de cumplir para las personas en condiciones laborales precarias o sin domicilio permanente. Los migrantes, especialmente aquellos indocumentados, a menudo no están cubiertos. Y aunque algunos programas se han diseñado para cubrir a los trabajadores del sector informal y con empleos precarios, muchos no lo hacen”.
Existen 1.600 millones de trabajadores informales y 400 millones de trabajadores en situación precaria en todo el mundo, lo que representa el 61 por ciento de la fuerza laboral mundial.
De Schutter dijo que la mayoría de los programas ahora se están eliminando gradualmente o sólo pueden renovarse mediante procesos parlamentarios de resultado incierto. “Las familias que viven en situación de pobreza ya han agotado todas las reservas que tenían y han vendido sus bienes”, dijo. “Las peores consecuencias de la crisis sobre la pobreza están aún por venir”.
Aun cuando existen medidas, las asignaciones son a menudo manifiestamente insuficientes de cara a garantizar un nivel de vida digno.
El experto independiente exhortó a los líderes mundiales a aprovechar el momento, pidiendo que se establezcan pisos de protección social sólidos guiados por principios de derechos humanos, para que sean más efectivos en la erradicación de la pobreza y la reducción de las desigualdades.
[1] https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/covid19.pdf