Paro de camioneros cumple siete días sin solución a la vista ante un gobierno debilitado

Aunque durante el martes el ministro del Interior, Víctor Pérez, estuvo intentando llegar a un acuerdo con los dirigentes de la poderosa Confederación Nacional de Transporte de Carga para terminar el paro y satisfacer a los huelguistas, los esfuerzos resultaron inútiles y hoy deberán continuar los contactos.

El titular, muy criticado por su actitud permisiva ante el paro, se encuentra prácticamente entre dos fuegos, pues mientras los transportistas lo señalan por no atender a sus reclamos, desde la oposición le achacan la falta de medidas para impedir que los gremios causen problemas a la población en medio de la crisis sanitaria.

Incluso, la Democracia Cristiana lanzó un ultimátum al gobierno al plantear que si no aplica la ley de Seguridad del Estado, en 24 horas (que ya están en curso) van a presentar con el apoyo de otros partidos una acusación constitucional contra el ministro Pérez por no cumplir sus obligaciones en el mantenimiento del orden y la seguridad.

En tanto, mientras cientos de camiones siguen paralizados en las carreteras y sus conductores incumpliendo el toque de queda nacional y las medidas sanitarias por la pandemia, sin siquiera ser multados, el abastecimiento comienza a resentirse en ciudades del centro y sur del país.

Según reportes, en el puerto de San Antonio, que abastece el 80 por ciento de los granos que se consumen en Chile para la población y la alimentación de la ganadería, más de 290 mil toneladas se mantienen detenidas por la falta de camiones para retirar esos productos.

Sus directivos señalaron además que la capacidad de almacenamiento de la terminal está llegando al límite, por lo que pudieran crearse problemas tanto con las importaciones como con las exportaciones de mercancías.

La Asociación de Exportadores de Frutas expresó también su preocupación por la paralización de los camioneros e informó que en dos días a lo máximo no podrán seguir embarcando la fruta destinada el mercado internacional con el consiguiente perjuicio para los productores.

En el sur del país se ha acentuado la escasez de combustible y automovilistas hacen largas filas en gasolineras de las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, mientras imágenes de televisión muestran supermercados con estanterías vacías, y en esta capital se aprecia una considerable subida de precios en alimentos.

Todo ello obedece en alguna medida a las interrupciones del tráfico en las carreteras e incluso a las presiones de los huelguistas sobre aquellos conductores que no se han sumado al paro, para impedirles que lleven las mercancías a su destino.