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Solidaridad internacional con las y los presos políticos: lanzamiento del libro del comandante Alcides Oviedo

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La prisión política y las luchas de liberación de los pueblos son dos elementos que están concatenados, ya que la  cárcel es un eslabón más de los múltiples instrumentos represivos utilizados por el sistema de dominación con el objeto de neutralizar, someter y confinar a las luchadoras y luchadores populares. Para los y las combatientes, la prisión política constituye una trinchera para resistir, manteniendo incólumes sus opciones de vida, para poder desde allí reflexionar y elaborar material que contribuya a la continuación de la lucha de liberación.

Con una trasmisión en vivo a través de la página de la página de Facebook  de la organización “Estudios Populares de Ecuador”, el pasado viernes 07 de agosto se realizó un encuentro  internacionalista virtual, con motivo del lanzamiento del libro “FALSEDADES, ENEMIGOS DE LOS POBRES Y DIOS”, cuyo autor es “Alcides Oviedo Brítez, “Comandante del Ejército Popular de Paraguay (EPP), organización guerrillera de orientación marxista-leninista, que hoy se encuentra prisionero en Paraguay, condenado a 40 años de reclusión”, como manifestó Karina, integrante de Socorro Rojo y Negro del Ecuador y conductora del evento, agregando, al dar por iniciada la conversación: “Alcides nos dice en su libro ¿por qué medios se puede liberar de la miseria el pueblo? Para saber estos medios hay que comprender claramente cuál es la causa de la miseria en las grandes masas del pueblo, en el régimen social de Paraguay de nuestros días”

Como expositores o panelistas participaron Ernesto Flores Sierra, vocero del Movimiento Guevarista Tierra y Libertad del Ecuador, Eloy Alfaro Reyes, Académico, docente universitario, y Jaime Castillo Petruzzi, ex combatiente internacionalista.

 

En primer lugar hizo uso de la palabra ERNESTO FLORES, vocero del Movimiento Guevarista Tierra y Libertad, quien, en parte de su intervención, expresó:

“Al libro “Falsedades, enemigos de los pobres y de Dios”, nosotros le hemos puesto como subtítulo en la introducción  “La lucha de clases en la emancipación de las conciencias y la vida de los oprimidos”.

Como Movimiento Guevarista estamos trabajando en el proyecto “Editorial Subversión”, que trata de recuperar la memoria histórica de los pueblos en lucha, que para nosotros es un elemento fundamental para orientar y formarnos de la lucha política de la actualidad. Como Movimiento consideramos que conocer la historia de lucha de nuestros pueblos y nuestros compañeros, es capacitarnos para las jornadas de lucha que tendremos en el futuro  (…) el proyecto tiene como objetivo permitir que se difunda el pensamiento político marxista-leninista, guevarista, revolucionario entre nuestros pueblos.

(…) En Ecuador llevamos adelante campañas, tanto de ayuda a los sectores populares que se encuentran vulnerados por el Estado, por el capitalismo, como también apoyar la lucha de diferentes pueblos que en este momento se están batiendo contra el capitalismo y el imperialismo, y dentro de eso hemos llevado campañas por la libertad de los presos políticos. Esa también es parte de por qué hoy día Socorro Rojo y Negro acoge este espacio, que es también un compromiso más por la lucha por la libertad de los compañeros que se encuentran detenidos.

(…) Obviamente el Comandante Alcides es uno de los presos políticos por quienes nosotros siempre nos mantenemos luchando y manteniendo alzada la bandera de la lucha de clases. Estas dos condiciones hacen que presentar este texto para nosotros sea de un aspecto fundamental.

(…) Haciendo un acercamiento al por qué nos parece que este texto es fundamental para nuestros compañeros y los sectores populares los estudien, es en primer lugar por la crítica que se hace  a la visión jerárquica de la religión, que tiene este papel embrutecedor, alienante, de dominación, y que ha sido impuesto desde tiempos coloniales a nuestros pueblos (…) ese es el primer desenmascaramiento que hace el Comandante Alcides y es fundamental en un pueblo. La jerarquía religiosa siempre ha tratado de mantener oprimida a la gente, a los pueblos.

Nosotros que rescatamos la Teología de la Liberación, que luchamos juntos con los cristianos de base, que consideramos que hay otras formas en el qué hacer del factor religioso, es un reto muy importante para desenmascarar toda esa visión de la Iglesia jerárquica y plantear la Iglesia de los pobres como una alternativa, que es parte también del trabajo que nosotros hacemos con los sectores populares, campesinos, de nuestra sociedad.

(…) También nos parece que es un texto fundamental para nosotros y nuestros camaradas, porque se hace una reivindicación de toda una postura clasista de la lucha revolucionaria.

No es un texto que hable de arrepentimiento, de conciliaciones, de pasos atrás, sino que plantea el marxismo-leninismo como la herramienta fundamental para transformar la realidad, desde la visión de la lucha de clases, desde donde se plantea abiertamente una crítica a todo lo que son las visiones de cretinismo parlamentario, de la conciliación, y se reconoce, y se reivindica lo que es la lucha revolucionaria, lo que para nosotros es  un aspecto central, como sabemos que el objetivo de las cárceles de los burgueses es someternos, es que nos rindamos, es que claudiquemos, que el espíritu revolucionario se vaya, y esto es muy importante porque el compañero que está en las cárceles, está en las celdas del imperialismo, reivindica nuevamente la lucha de clases como una postura totalmente marxista-leninista, como una postura que no admite conciliación, y es el único camino viable para la transformación social, lo cual nos dice a nosotros que las cárceles burguesas no han logrado doblegarlo, no han logrado hacer que claudique, y eso es precisamente por qué nosotros creemos que la reivindicación de los presos políticos es fundamental

(…) Creo que ese mandato que Mariátegui nos dejó a los marxistas-leninistas del continente en este texto está ampliamente desarrollado. Por eso consideramos que es también un elemento central para la formación de nuestra militancia, porque al hacerse esta crítica de la alianza entre  lo religioso y el Estado burgués, al reivindicarse la visión clasista del marxismo-leninismo, al plantearse la lucha de clases como el motor principal de la historia, y todo eso aplicado a la realidad del pueblo del Paraguay, de la historia del Paraguay,  por ende de todo el continente, termina siendo un elemento para nosotros de importancia fundamental.”

 

 

Luego vino la intervención del Académico  ELOY ALFARO, el cual manifestó lo siguiente:

“Debo confesar que del Comandante Alcides conocía muy poco y menos conocía del Ejército del Pueblo Paraguayo. Desde donde vengo he sido parte de otros procesos donde los movimientos más cercanos los conocíamos más, pero esta propuesta liberadora la conocía menos. Al estudiarlo ha sido todo un reencuentro con una postura, con una lógica de  reivindicación distinta, nueva,  y sobretodo pertinente para el momento.

(…) Este no es un libro teológico de liberación como al principio yo asumí, pero sí es un libro anticlerical, y eso creo que es fundamental. No es un libro que hable sobre la teología y cómo liberarnos a través de la teología, que ha sido muy recurrente y común en muchos procesos de Latinoamérica, que han acompañado procesos de liberación, pero en este caso es absolutamente lo opuesto.

El Comandante Alcides, en su libro, tiene una columna vertebral de sus aseveraciones que tiene que ver con una crítica profunda hacia la relación Estado-Iglesia-Poderes, vinculados con todo lo que tiene que ver con espacios de control y dominio hacia la población trabajadora, campesina, los obreros, los estudiantes.

(…) Este texto es una crítica total, sin desvaríos, a la Iglesia y a la religión como la herramienta, el instrumento, que se orienta hacia el dominio, y eso me parece que es súper pertinente en los actuales momentos en los que Latinoamérica está viviendo un proceso yendo hacia los fundamentalismos. No nos olvidemos lo que hizo la Presidenta impuesta en Bolivia, Áñez, que entró con la Biblia al Palacio Presidencial diciendo que hemos recuperado la Iglesia versus la Pachamama, etcétera; o Bolsonaro, con los procesos que también ha tenido de fundamentalismo; en Ecuador no estamos lejos de eso tampoco con la actual Vicepresidenta y otros políticos que andan por ahí.

Creo que es importante no descuidarnos de pensar en los procesos sociales, en los que pensar una Iglesia liberadora, en muchos casos, han sido derrotados, y que hemos encontrado más bien una Iglesia dominadora. El llamado de atención que hace el Comandante Alcides va  por ahí. Yo quería ubicar el texto en esa realidad, más allá de los contenidos que tiene el texto.”

Por último, hizo uso de la palabra JAIME CASTILLO PETRUZZI. A continuación transcribo parte de lo que manifestó en esta oportunidad:

 “Respecto del libro tengo grandes coincidencias con los compañeros, primero con el compañero Ernesto cuando planteaba la necesidad de transformar cada texto en una herramienta de lucha y definitivamente este libro es eso. Es una visión refrescante del marxismo, minucioso, contundente, profundo en el análisis el compañero, para estar en las condiciones en que está.

Eso es lo primero que hay que saludar, pero con mucha fuerza. El hecho de que el compañero al estar detenido, no sé bien las condiciones del régimen carcelario en el que está, pero el solo hecho de estar detenido es realmente un gran coraje y una lucidez tremenda que tuvo este compañero para llevar adelante este escrito.

Cuando el compañero Eloy nos plantea de que al inicio, al encontrarse con estas páginas, pensaba que era una libro sobre la Teología de la Liberación, pero era anticlerical, es una sorpresa encontrarse con el análisis que hace el compañero en este libro, a la luz del marxismo, a la luz del materialismo dialéctico, de lo que es la Iglesia como institución, particularmente en el Paraguay.

Muchas cosas que nosotros desconocíamos absolutamente. La síntesis histórica y cómo juega un rol la Iglesia en todos los aspectos, político, económico, ideológico, de la amplia dominación en esa triada del capital, del imperialismo y de las instituciones ideológicas.

(…) Sin embargo, es necesario destacar también el rol que han jugado muchos cristianos revolucionarios, que de las filas de la Iglesia han pasado a las filas de la rebelión popular, a las filas de la guerrilla, anticapitalista, anti Estado. Sin ir más lejos, en Nicaragua tenemos Comandantes guerrilleros sacerdotes, como el Comandante Gaspar García Laviana, y tantos otros compañeros que cayeron enfrentando a la dictadura de Somoza; también en Guatemala, El Salvador, y por su puesto el ELN en Colombia, Camilo Torres, son ejemplos de cómo compañeros religiosos se han entregado a las luchas del pueblo.

En Chile se desarrolló el Movimiento de Cristianos por el Socialismo, donde también las filas de la Resistencia Popular y de los combatientes dl Movimiento de Izquierda Revolucionaria, tienen varios compañeros héroes que han caído en combate, sacerdotes y ex sacerdotes.

En el Perú fue importantísimo el aporte de la JOC, la Juventud Obrero Católica, que se integró en gran medida a las filas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, y nosotros teníamos el principio que decía “respetamos el derecho de creer y el derecho de no creer”, ser creyentes o no ser creyentes, pero todo en función del Partido y de la Revolución, en función de llevar adelante el Programa de la Revolución Socialista en el Perú y en América Latina.

El libro es, a mi entender, una reivindicación del marxismo a lo que estamos viviendo en este momento, donde, producto de lo que ha sido la evolución del neoliberalismo, de lo que ha sido la evolución del capitalismo, del imperialismo a nivel mundial, estamos en una situación hoy día en que todos los conceptos que teníamos, todas las categorías que manejábamos están siendo necesariamente revolucionadas, siendo necesariamente subvertidas, siendo necesariamente puestas en cuestión. La lucha de clases sigue siendo el motor de la historia, sin ninguna duda, la lucha de clases sigue siendo el norte por el cual la clase obrera tiene que transformarse en una clase en si, tal como lo vemos hoy día en buena parte del mundo, en una clase para sí, que logre conquistar el poder político y hacer las transformaciones profundas que necesitamos en nuestros países, en alianza con la clase obrera y los pobres del campo y la ciudad.

Hoy no podemos nosotros no reivindicar el rol de los revolucionarios prisioneros, el rol de los dirigentes máximos de nuestras organizaciones que, de una u otra forma, siguen produciendo teoría, siguen produciendo reflexiones, siguen reavivando la memoria subversiva y combativa de nuestros pueblos.

En el caso del Perú, donde yo participé y estuve detenido 23 años, los compañeros máximos dirigentes nuestros, particularmente el compañero Miguel Rincón Rincón y el compañero Víctor Polay Campos, que están condenados a 35 años de prisión, han producido también literatura política, han producido ideología desde las cárceles. Me permito saludar el ejemplo del compañero Alcides, y también quiero aprovechar esta tribuna compañeros para dar a conocer algunos de los libros que han escrito los compañeros en prisión. Este es Víctor Polay con su último libro que se llama “Revolución en Los Andes”, en donde hace una síntesis muy autocrítica de lo que es la historia de la revolución, desde el punto de vista del tupacamerismo; este otro libro del compañero Víctor Polay Campos, que se llama “En el Banquillo”, donde hace una defensa histórica del Programa del MRTA, y lo que es el planteamiento en el proceso en el cual fue prácticamente condenado a cadena perpetua. Este otro texto: “La Crisis Global”, de Miguel Rincón Rincón, el segundo mando del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru; y este libro de gran envergadura, que se llama “Socialismo Andino, Balance y Propuesta”.

(…) También quiero nombrar este libro de Mauricio Hernández Norambuena “Un Paso al Frente”, del compañero Comandante Ramiro, del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, compatriota mío, que ha estado 17 años detenido en Brasil y va a cumplir un año detenido acá en Chile, y que actualmente ha sido vuelto a condenar a 30 años.

Traigo a la memoria la situación de estos dirigentes máximos revolucionarios de nuestro continente, porque de eso se trata compañeros, de hermanarnos en esta lucha contra el imperialismo y contra el capitalismo.

Sobre el libro quisiera terminar esta primera parte, antes de las preguntas, sobre una de las citas que pone el compañero Alcides en el libro. Me permito leerla porque es una que reivindicamos todos los marxistas desde que entendemos lo que es esta ciencia del proletariado. Dice: “La miseria religiosa es, al mismo tiempo, expresión de la miseria real y la protesta contra ella, la religión es el sollozo de la criatura oprimida, es el significado real del mundo sin corazón, así como es el espíritu de una época privada de espíritu, es el opio del pueblo” (Carlos Marx). Creo que eso es el espíritu del libro del compañero Alcides.

(…) Una de las tareas que tenemos que desarrollar en este tipo de eventos, es dar a conocer las luchas de nuestros pueblos, eso es lo primero. Lo segundo es que nosotros como militantes, como combatientes, tenemos la concepción de sentirnos parte de un largo e inmenso proceso de lucha de nuestros pueblos, nosotros somos un puntito más en esa larga lucha que empezó desde que llegaron los españoles, en donde nuestros pueblos originarios empezaron a resistir y hasta el día de hoy lo siguen haciendo; diferentes hitos, las luchas independentistas en diferentes grados; las primeras luchas de las Mancomunales; los primeros hitos organizativos de nuestras clases obreras, de nuestros campesinos, las Ligas Agrarias en diferentes países; después los Partidos Políticos; las diferentes sublevaciones, insurrecciones, revoluciones fallidas que han existido; hitos de luchas guerrilleras, hitos de guerrillas urbanas o rurales que han existido en toda América Latina; revoluciones triunfantes, como el caso de Cuba, el caso de Nicaragua, del proceso Bolivariano, sea como sea, con todo lo que podamos tener de atisbo crítico, que lucha por el Socialismo del Siglo XXI, reivindicar el legado de Chávez, ayudar hoy día a esos compañeros.

Todo eso forma parte del entorno político e ideológico del cual nos nutrimos. Esa es la fuerza que nosotros tratamos de mantener en la cárcel. Saber ideológicamente por qué estás en la cárcel, y en la cárcel mantener una actitud de honor y fidelidad, de respeto a los compañeros que cayeron, de lealtad con tus principios, de conjugar bien el verbo y la acción, coherencia, el decir y el hacer. Esta lucha es para toda la vida.

 

Hoy día tenemos tareas urgentes con los Presos Políticos en América Latina. El caso del compañero Ramiro, que es un compañero ejemplar, es un héroe de la lucha contra la dictadura, consecuente en su concepto de militante, muy respetado por las amplias masas populares en Chile, por la juventud, es reivindicado ampliamente. El peso de la dictadura cívico-militar, que se ha ido transformando en lo que hoy tenemos acá, un Estado autoritario, se ejerce sobre el compañero Ramiro y sobre los presos de la revuelta que empezó en octubre. Tenemos prácticamente 2500 presos políticos de la insurrección local, parcial, que se desarrolló a partir de octubre del año pasado; tenemos un centenar de presos políticos mapuche; prisioneros y prisioneras (…)

El libro del Comandante Alcides Oviedo se encuentra libremente a disposición en la página del Movimiento Guevarista Tierra y Libertad; a través de la página Debates Marxistas; Estudios Populares y de Socorro Rojo y Negro del Ecuador.

Durante el panel de comentarios, reflexiones y preguntas se expuso cuál es la situación judicial actual del Comandante Alcides. Gustavo, de la Gremial de Abogados de la República Argentina expresa que Alcides “está detenido desde el año 2004 en Paraguay, permaneciendo la mayor parte del tiempo en aislamiento. Solo desde el año pasado se encuentra en un pabellón en donde tiene contacto con otros detenidos. Estaba próximo a cumplir su condena, pero siguiendo una práctica que se ha hecho común en otros países de América Latina, le armaron dos nuevas causas, en la primera de las cuales resultó con una condena de 40 años por un secuestro que se produjo estando él recluido y aislado dentro de un cuartel de la policía, aplicándosele la Ley Antiterrorista…Recién ha cumplido cerca de cinco años de esa condena.”

Sabrina, abogada brasileña que pertenece al Colectivo que se defiende al Comandante Ramiro en Chile, se refirió a las dificultades que existen en Paraguay para llevar adelante defensas jurídicas, planteando la necesidad de poder ayudarse mutuamente los abogados a nivel latinoamericano.

Se conversó asimismo sobre la importancia que tienen estos espacios virtuales para difundir la situación de las y los presos políticos, para buscar mecanismos de solidaridad concretas a implementar en ese aspecto.

Se destaca el papel de las luchadoras populares, de las mujeres y prisioneras políticas, reivindicando el pensamiento elaborado a partir de ellas mismas. Se sugiere poner en relevancia esa lucha y ese pensamiento en futuros encuentros.

Otras proposiciones expresadas en el foro virtual  dicen relación, por una parte, de poder concretar un Frente Latinoamericano para reforzar más las ideas, crear estrategias reivindicando los derechos y la dignidad de las personas, reafirmando los principios marxistas-leninistas, caminando juntos en la lucha por la liberación;  y por otro lado se insiste en  continuar tejiendo redes solidarias para implementar un Frente Común por la liberación de los prisioneros y las prisioneras políticas de América Latina.

 

 

Reproduzco a continuación palabras del Comandante Alcides Oviedo Brítez, difundidas en la web mediante un audio:

“Camaradas, aquí desde mi lugar de reclusión les envío un abrazo fraterno y revolucionario. Soy Alcides Oviedo y van mis palabras de agradecimiento por el lanzamiento que han hecho del libro de mi autoría. Que el Movimiento Guevarista Tierra y Libertad siga adelante y vaya creciendo cada día más, ¡Hasta la Victoria Siempre!”

Nota: todas las fotografías usadas en esta crónica fueron capturadas desde la web

 

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 15 de agosto 2020

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