Crónicas de un país anormal

Este es Claudio Fernando Crespo, teniente coronel de Carabineros, alias “el carnicero”

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El gobierno de Piñera será recordado, especialmente, por la violación a los derechos humanos, concretamente el haber condenado a la ceguera a varios jóvenes idealistas y promisorios, (caso emblemático, el de Gustavo Gatica, un estudiante de psicología de la U. Academia de Humanismo Cristiano), y ya suman 400 personas con traumas oculares.

Con su falta habitual de criterio el Presidente, al comienzo del estallido social, en octubre de 2019, declaró la guerra a su propio pueblo que, en su oportunidad, fue corregido por el general Iturriaga, encargado militar de la zona de emergencia, quien expresó que ´él era un hombre feliz y que no estaba en guerra contra nadie´.

Entre heridos, violados, torturados y vejados por grupos de las Fuerzas Especiales de Carabineros, suman miles de personas, varones y mujeres. Este gobierno ha sido condenado por los distintos Organismos de Derechos, incluido el chileno y la Delegación parlamentaria de Canadá. Hay más de mil querellas presentadas ante la Fiscalía que aún no han sido resueltas.

El Director de Carabineros, Mario Rosas, da cuenta de mil sumarios en contra de funcionarios de Carabineros, cuyos resultados son ínfimos y, lo que es peor, desconocidos por la opinión pública.

El teniente coronel Claudio Crespo estuvo a cargo, en Valparaíso en 2011, de la represión del movimiento estudiantil, ganándose el nombre el nombre de “el carnicero”, fácilmente distinguible por sus 2 metros de estatura y sus gritos anticomunistas.

Producto del sumario, al parecer, el mencionado teniente coronel Crespo fue llamado a retiro en el mes de julio recién pasado, a raíz de haberse negado a entregar a tiempo la grabación de su actuación en la calle Carabineros de Chile con Vicuña Mackenna.

La PDI tiene una brigada especial dedicada a los delitos contra los derechos humanos, (por desgracia, tan importante y necesario departamento carece de recursos), y Chile debiera enorgullecerse de contar con un Organismo policial, cuya tarea dice relación con la investigación de los abusos y delitos en contra de los derechos humanos.

El trabajo de la Fiscalía, y de la PDI como Organismo auxiliar, ha permitido el poder imputar como autor, en grado de consumado, de los disparos que cegaron ambos ojos del joven Gustavo Gatica, quien, sólo tomaba fotografías en las manifestaciones. La derecha, que no tiene ningún respeto por los derechos humanos, se atrevió a acusar al joven fotógrafo de participar en el combate, lanzando piedras en contra de carabineros, (así lo hubiera hecho, la represión brutal no tiene comparación ni excusa alguna con el hecho de condenar a la ceguera a un joven estudiante).

El propio ministro del Interior de la época, se permitió culpar a los otros manifestantes de la “primera línea” de ser los autores del lanzamiento del balín que provocó la ceguera de Gatica.

La Dirección de carabineros ha sido acusada por los defensores de la víctima, Gustavo Gatica, de su falta de colaboración en la investigación, Aún recordamos los dichos del general director, Mario Rosas, al poco andar de las manifestaciones en la Plaza Dignidad, de que “él no dejaría tocar a ninguno de sus hombres…”, pero no le suenan hoy como los dichos otrora del “capitán general” Augusto Pinochet).

Gustavo Gatica se ha convertido en una persona emblemática de la resistencia chilena contra la tortura y los demás abusos de poder por parte de los grupos especiales de carabineros, mostrando una gran entereza, compromiso y valentía contra la injusticia y desigualdad que caracteriza a la actual “democracia” chilena.

La familia de Gustavo Gatica, por su parte, pertenece al magisterio: su madre es educadora de párvulos, su hermano estudia pedagogía… y así con otros familiares. Las declaraciones en el programa “Mentiras Verdaderas”, la madre declaró que no habían recibido ningún tipo de ayuda estatal, salvo palabras de buena crianza, emitidas por la primera dama, Cecilia Morel, (antes había acusado a los manifestantes de ser “alienígenas), y ya es muy tarde para que personajes del gobierno le rindan visitas, y como la familia gatica tiene dignidad, lo único que pide es que se haga justicia en su caso y en todos los demás en que han resultado lesionados varios participantes de las movilizaciones.

La pandemia ha sido utilizada por el gobierno para tender un manto de olvido sobre los graves atropellos a los derechos humanos durante los meses del 18 octubre de 2019 a marzo de 2020. Se sabe que el programa destinado al tratamiento de las víctimas de traumas oculares especialmente, han sido retrasados a causa del Coronavirus.

El ex Fiscal Carlos Gajardo, que tuvo el valor de pedir la cautelar de prisión preventiva para los dos dueños del Grupo Penta, (hoy “egresados y titulados” – en un curso – en “ética empresarial” que, ojalá, nos sirva para perfeccionar la manera de eludir impuestos, (tarea muy respetada por los empresarios chilenos), ex Fiscal que ha asumido la defensa de Gustavo Gatica y, hasta ahora, en forma brillante.

La jueza del caso decidió aplicar la prisión preventiva por el peligro que representa el teniente coronel Crespo para la marcha del proceso, dado los antecedentes del sumario, que ocasionaron su baja de la Institución.

Es cierto que los delitos sometidos al código penal son individuales, sin embargo, la responsabilidad política, sobre todo en derechos humanos, recae en las autoridades, (el ministro del Interior, el subsecretario y los responsables de Carabineros, además del director general).

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

24/08/2020

 

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