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Educación Popular: La experiencia del Colectivo Paulo Freire

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La Educación Popular es un instrumento muy importante para la creación, fortalecimiento y desarrollo de las organizaciones populares, ya que mediante el proceso de autoeducación, los propios protagonistas pueden intercambiar ideas, experiencias y conocimientos, lo que les permite analizar su realidad inserta en un sector, localidad o territorio en que habitan o desempeñan sus actividades. A partir de este método de autoeducación, que se traduce en acciones y prácticas concretas, los hombres y mujeres, incluyendo a jóvenes, muchachas, niños y niñas, que participan allí, pueden elaborar propuestas destinadas a mejorar o cambiar radicalmente sus propias condiciones de vida.

La organización territorial, local, autoconvocada y consciente puede, de esta manera, avanzar en la construcción de formas de organización y auto gobierno que, mediante su accionar concreto, le permita ir creando gérmenes de Poder Popular.

En situaciones de crisis las y los integrantes del pueblo, de manera autónoma y creativa, comienzan a generar sus propias organizaciones destinadas a enfrentar y solucionar los problemas que enfrentan.

La actual crisis generada por la emergencia sanitaria en que nos encontramos ha dejado en evidencia uno de los síntomas más dramáticos de la enfermedad social causada por el modelo capitalista neoliberal, como es el hambre. La alimentación de las personas es una necesidad básicas fundamental del ser humano para su susbsistencia, y los sectores populares han actuado rápida y diligentemente para enfrentarla, por fuera de la institucionalidad, creando Ollas Comunes y Comedores Comunitarios.

Esto no es algo nuevo a lo largo de la historia del Movimiento Popular ya que, retrotrayéndonos solamente al pasado reciente de la dictadura cívico militar encabezada por Pinochet, estas formas de organización popular formaron parte de otra serie de iniciativas desplegadas por el Movimiento Social, en la búsqueda de la satisfacción de sus necesidades más elementales, de manera autónoma y autogestionada. Numerosos Comités poblacionales en el ámbito de la salud, la vivienda, el trabajo, la educación, los derechos de la mujer, etcétera, se crearon y fortalecieron en la lucha por la vida y  de Resistencia en contra de la dictadura. Esa Memoria Popular Colectiva es necesario que pueda ser conocida por las nuevas generaciones que hoy – como lo hicieron los jóvenes y muchachas rebeldes de ayer – están insertos en los territorios impulsando la organización popular desde la base.

 

El Colectivo Paulo Freire, que reúne a un gran número de Educadores y Educadoras Populares, buscando nuevas formas y metodologías para enfrentar y romper la situación de confinamiento y aislamiento en que nos encontramos, ha impulsado un primer ciclo de encuentros virtuales, a través de las redes sociales, para intercambiar ideas, conversar y proponer alternativas metodológicas que permitan aportar elementos para enfrentar la situación de pandemia que estamos viviendo, bajo un estado de emergencia sanitario nacional con control militar y toque de queda incluido.

El  jueves 30 de julio, a través de la plataforma Facebook del Colectivo Paulo Freire, se desarrolló en primer encuentro virtual  del “Ciclo de Radio en Línea: En el Silencio, en la Palabra”, tratando el tema “Educación Popular en Tiempos de Pandemia”, que contó con la participación del Educador Popular Luis Bustos. Este Conversatorio fuer moderado por Pilar Santander y Rodrigo Mundaca, integrantes del Colectivo Paulo Freire.

 

Transcribo a continuación algunos extractos de lo que fue planteado en esta ocasión por Luis Bustos:

“(…) Me parece a mí que la práctica de la Educación Popular en el contexto actual, es una práctica que tiene mucha conexión histórica con lo que han sido sus prácticas en décadas anteriores.

Cuando digo eso, quiero señalar lo siguiente: la Educación Popular desde sus inicios ha puesto un particular énfasis en la autoeducación. En tiempos de Pandemia, cuando está muy restringido todo Lo que es la salida, los espacios abiertos, el concurrir a un lugar para poder producir algo, en este caso, para las reflexiones, los intercambios de experiencias, es muy importante el espacio que pueden generar estas redes sociales. Muy importante también el espacio que se puede dar al interior de las propias familias, o en los propios lugares de los vecinos que pueden encontrarse en la salida a comprar al almacén, algún encuentro breve en la Feria; es muy importante esa conversación, ese instante, y eso tiene que ver justamente con desarrollar distintas iniciativas que fortalezcan y potencien la autoeducación (…)Entender entonces la Educación Popular como una experiencia de autoeducación, donde todos aprendemos de todos, donde enseñando aprendemos y el que aprende también enseña.

La segunda idea, que también me parece a mí que ha estado muy presente históricamente en las prácticas, es la actitud de la rebeldía frente a las instancias de opresión. La rebeldía tiene una característica que es muy interesante, que no es solamente mirar las dificultades del contexto, sino mirar los propios límites que yo me auto impongo, para poder hacer lo que creo que es necesario hacer. En el fondo es cómo puedo liberar mis temores, cómo puedo soltar mis miedos, cómo puedo, de alguna manera, generar iniciativas que me permitan desarrollar todo el potencial que está durmiendo, que está oprimido, que está condicionado para poder expresarse y para poder desarrollarse. Por lo tanto, es la capacidad de revolucionarnos. Tiene que ver con el tema del ser humano que queremos construir con estas prácticas (…) En los tiempos de dictadura lo enfatizó y junto con la esperanza de desarrollar la posibilidad de construir una sociedad distinta a la que se estaba viviendo en los tiempos de la dictadura, también estaba el sueño de que tuviéramos un tipo de relaciones humanas en donde la afectividad, la cercanía, la ternura, la amorosidad, la ética, fuera un elemento muy central.

(…) Nosotros tenemos una Pandemia en el contexto de una Rebelión Popular, de un estallido social que está aparentemente en pausa. Si juntamos esta autoeducación con el revolucionarnos, y lo vinculamos en relación con la Pandemia y el estallido social, podemos decir que tenemos ahí una vinculación, nuevamente, con el ejercicio de soberanía popular.

El estallido tiene mucho que ver con esto, tiene que ver con una suerte de hastío del abuso, de un ¡basta!, y de una toma de conciencia de que el poder está en nosotros, en nosotras, y por lo tanto, un profundo cuestionamiento a lo que podríamos asumir como la democracia representativa. No queremos que nos representen, queremos representarnos a nosotras, a nosotros mismos.

Este ejercicio de poder propio me parece que es una forma que de alguna manera le da sentido el por qué promover acciones de autoeducación. Para fortalecer, por tanto, la soberanía popular.

 

Luis Bustos

 

 

Esa soberanía popular tiene que ver con el modo de relacionarnos con los distintos atores de nuestra sociedad, con la manera que tenemos de desarrollar iniciativas y generar vínculos en nuestros mismos territorios. Eso tiene que ver con el revolucionar el respeto, el cariño, el afecto, la fraternidad, la solidaridad. Son elementos muy importantes.

En la actualidad lo podemos ejemplificar, con todas las restricciones que estamos viviendo de movimiento, estos aspectos de autoeducación, de revolucionarnos, de ejercicio de soberanía popular, de que el poder está en nosotros, de que debemos tomar iniciativas frente a, por ejemplo,  situaciones tan dramáticas como el hambre que se empieza a vivir a raíz de las consecuencias que ha tenido no solamente la Pandemia, sino que la Pandemia, repito, en el contexto de Rebelión Popular, estallido social, que pone en jaque el modelo de desarrollo que estamos viviendo. Por lo tanto en ese aspecto no son menores las iniciativas que surgen, por ejemplo, en la cantidad de Ollas Comunes que están presentes a lo largo de nuestro territorio.

(…) Este tipo de iniciativas son, repito, un ejemplo concreto de estas expresiones de autoeducación. La gente va a empezar a juntarse más adelante, por ahora retiran solamente el plato de comida, pero más adelante la gente va a comenzar a juntarse no solamente para alimentarse, sino también va a conversar, se va a reunir, va a tener la posibilidad de intercambiar ideas, sentimientos, experiencias, dolores, y eso es muy relevante.

Lo mismo está pasando con una conexión para poder dotar a estas Ollas Comunes de insumos, con una relación con el comprar juntos para abaratar costos, y se usa esta conexión histórica con lo que fue el movimiento de los ochenta del “Comprando Juntos”.

Además están todas estas iniciativas de las redes sociales, estas mismas experiencias de radios populares, una nueva manera de ir fortaleciendo la autoeducación y el ejercicio de soberanía popular.

Con la cantidad de cesantes que hay es muy probable que en el corto plazo comiencen a existir los Comités de Cesantes y las Bolsas de Trabajo. Nuevamente expresiones e iniciativas que tienen que ver con la capacidad de autogestión, auto organización, y de ir generando una sociedad por abajo.

(…) Esta Pandemia no es que esté dando cuenta de una crisis que tenga que ver con la salud solamente, sino también ha develado una crisis de la educación, del trabajo, una crisis de la previsión; es una crisis de todo, y por lo tanto es una demostración de que es un modelo que ya no da para más.

Tenemos que levantar ahora, con todos estos ejemplos que estoy poniendo, iniciativas que nos permitan expresar propuestas. En la Soberanía Popular tenemos que superar ese paradigma en donde nos sentíamos víctimas del abuso, víctimas de la opresión, víctimas de la explotación; tenemos que transitar desde esa sensación de víctimas a un camino que nos permita liberar y proponer. De ser víctimas, a la proposición; a levantar alternativas a lo que estamos viviendo.

Me parece que tenemos un desafío muy importante, y en este aspecto la Educación Popular, ciertamente, puede aportar lo suyo para que, junto a otras iniciativas y a otros movimientos sociales, podamos caminar juntos en la ruta de construcción de una propuesta distinta.

(…) Cuando yo hablo de una autoeducación, que permita el ejercicio del auto gobierno, el ejercicio de la Soberanía Popular, estoy hablando de un protagonismo en el cual se actúe de una manera muy independiente, que permita la autonomía en relación a los grupos de poder.

Yo, por mi generación, viví esa experiencia, por ejemplo, con el Movimiento Poblacional de los ochenta, donde estaban los Partidos Políticos que querían darle conducción a este Movimiento Poblacional, que era muy rebelde, muy agudo, muy transgresor y que, al mismo tiempo, era muy creativo, y que permitía creer y crear el Poder Popular desde la base. Normalmente los partidos se disputaban esta conducción, teniendo dirigentes y agentes externos que trataban de alguna manera de conducir y controlar ese Movimiento. Lamentablemente terminaban destruyendo al Movimiento, por estas disputas de poder.

 

Olla Común en los años 80

 

Frente a lo que estamos viviendo hoy tenemos Ollas Comunes que son propias de la comunidad, que son propias del territorio, que son propias de la población, pero también están aquellas que aparecen financiadas por alguna instancia municipal, o aparecen financiadas por el  Parlamentario o la Parlamentaria local. Eso es así. Frente a una necesidad tan urgente como es comer, alimentarse, evidentemente la gente no va a mirar de donde viene, pero a mí me parece muy importante que quienes están ahí, por ejemplo los actores locales que están en la línea de la autonomía, que están en la línea del protagonismo y de la creación de poder local, lo puedan desarrollar y ejerzan una reflexión y una pedagogía analítica, que permita hacer las distinciones del caso, para saber quién es quién, a la hora de que esto tome una expresión más de propuesta, que sea más propia de ese territorio, más que fortalecer la institucionalidad.

Solidaridad alimentaria y Ollas Comunes en la actualidad

 

Concluyo: yo ahí tengo un optimismo en que las personas en la actualidad están siendo muy capaces de establecer esa diferencia. Hay  una profunda desconfianza- y eso quedó demostrado en el estallido social- hacia el mundo de la institucionalidad. La gente no quiere ser manipulada, no quiere ser controlada, no quiere ser moldeada a la pinta de un tercero.

(…) Estas prácticas que se desarrollan en la exclusión, y la exclusión yo la entiendo como fuera del sistema, fuera de la institucionalidad, yo digo que tienen un potencial muy grande porque justamente es esa institucionalidad la que está bajo sospecha, la que está cuestionada, la que está interpelada, la que no genera credibilidad, la que está siendo remecida por todo lo que surgió a partir del 18 de octubre.

(…) Esto tienen mucho que ver, yo así lo veo, con la creciente conciencia de que frente a lo que estamos viviendo hay una profunda desigualdad. No es que la Pandemia haya provocado esa desigualdad, estaba instalada de antes, lo que hace la Pandemia es reforzar esa sensación de profundas desigualdades e inequidades presentes en nuestra sociedad.

Frente a estas desigualdades, aparece una mayor confianza en lo propio, en lo que nosotros y nosotras podamos hacer. Se trata, por tanto, de transitar, y eso lo dije en la primera pregunta que tú me formulaste, de esta sensación de víctima a una sensación de expresión de la Soberanía Popular. El poder está en nosotros, nosotros somos capaces, nosotros podemos levantar iniciativas que nos permitan hacer frente a todo esto. Ejemplo: la relación, en lo local, en lo territorial, entre lo que pueden hacer Comités de Salud locales, territoriales -que están surgiendo nuevamente, parecido a los años ochenta-  y el vínculo por ejemplo con el Consultorio del sector. Cómo pueden trabajar juntos, cómo pueden realizar acciones juntos. Ahí no hay una exclusión, hay una suerte de integración, de complemento, de articulación, en las cuales pueden ir haciendo cosas en conjunto. Los Consultorios, no se olviden ustedes, como estrategia para enfrentar la Pandemia, fueron absolutamente marginados, no tuvieron mayor incidencia.

 

Formación de Comités de Salud popular años 80

 

Frente a lo que se viene, a lo que podríamos desarrollar como propuesta post Pandemia en el ámbito de la salud, es fundamental la relación de esos centros con las organizaciones locales, con las organizaciones territoriales y con los actores locales; por lo tanto, estas iniciativas incipientes que están habiendo en este instante de creación de Comités de Salud son estratégicas, ya no para sentirse víctimas de una suerte de exclusión, de marginación, sino para desarrollar acciones que nos permitan promover protagonismo frente a nuestras propias necesidades.

 

 

(…) Con respecto a la pregunta que dejaste planteada Pilar, creo que la estrategia metodológica que estábamos desarrollando, donde el tema de la participación, el aspecto crítico, la co-construcción del conocimiento, el hecho de que la palabra la podemos tener todos, todas y vamos en interacción generando procesos que nos permitan ir aprendiendo en conjunto, lo que hacíamos en presencia, en carne viva, por decirlo así, creo que nos permite también tener ahí un soporte muy importante para ver cómo lo podemos recrear y resituar en el ámbito tecnológico, sobre todo ahora en estas circunstancias. Pienso que las redes sociales han hecho un papel muy importante y lo pueden seguir haciendo. Si uno tensiona de manera más explícitamente educativo el potencial  que pueden tener las redes al respecto, me parece que podríamos hacer ahí también una suerte de traslado de estas estrategias metodológicas que se hacían en vivo, presenciales, en el ámbito tecnológico actual. Hay mucho que hacer y mucho que inventar al respecto. Creo que la radio ofrece múltiples posibilidades (…) Esta experiencia, como otras múltiples que están habiendo por todos lados., están haciendo lo suyo en torno a cómo podemos aprovechar de la manera más eficiente, de la manera más creativa, estos medios tecnológicos.

Es muy relevante la acción educativa que permita promover al ser, no solamente el parecer, sino que al ser, y que tiene que ver con lo genuino, con lo auténtico, con la sencillez.

(…) El modelo de desarrollo, en su expresión cultural, me refiero concretamente al neoliberalismo, no solo tiene que ver con aspectos económicos, también tiene que ver con aspectos culturales. Los aspectos culturales tienen mucho que ver con la apariencia, con la imagen, con lo que se proyecta, con lo que yo quisiera que otros vieran en mí, causar admiración por los bienes materiales, está ligado derechamente al consumismo.

Me parece que una tarea que la Educación Popular ha tenido, tiene y seguirá teniendo, es cómo va generando iniciativas que permitan la promoción del ser, que permita que ese ser vaya desarrollando una cierta ética que tiene que ver con lo que hablábamos delante – y estoy reiterando ahora- con el tipo de modelo de desarrollo que queremos, porque este que está presente, como lo sustentamos hace un rato atrás, tocó techo. A lo mejor tendremos que desarrollar una vida post pandemia muy distinta a la actual, donde esté ´presente mucho más la sencillez, no lo que nos permita acumular.

(…) Un aspecto necesario de asumir es el desafío de auto gobernarnos; eso implica que para poder promover ese auto gobierno, tenemos que enfatizar en lo que esta compañera nos acaba de decir, que producto de las Asambleas Populares, se produce la deliberación. Por lo tanto, abrir una ruta para ese auto gobierno, que nos permita transitar por la deliberación, por el análisis, y por la propuesta. Repito: deliberación, análisis, propuesta. Esto nos permite ejercer un protagonismo, y ese protagonismo nos puede ayudar, nos puede facilitar el hecho de poder reconectarnos con lo que han sido, históricamente, estas prácticas de Educación Popular, con la memoria de acciones que se han desarrollado en décadas pasadas, pero que de alguna manera el desafío actual es cómo nos conectamos en este presente, con ese pasado. Creo que esa es una manera de ejercer esa soberanía popular (…) hay que tener presente la protesta, pero darle mucho más fuerza, más énfasis, a la propuesta.

 

(…) Como lo dijimos al inicio de esta conversación, lo que se generó el 18 de octubre está en pausa, y así y todo, se ha producido movilizaciones en algunas regiones. Eso hace ver que los movimientos sociales están vivos, están presentes.

Por otro lado eso hace que, a nivel de salida, vinculando con la pregunta de Pilar, tengamos la posibilidad que nuestras prácticas puedan generar propuestas que permitan que este movimiento social sea capaz de levantar una alternativa a lo que estamos viviendo, y una alternativa, también, a la institucionalidad.

(…) Lo comunitario también es muy relevante, porque hay que recordar que la hegemonía neoliberal cultural convenció que lo que había eran individuos, que no había Comunidad. Sin embargo, lo que estamos viviendo, pone entre paréntesis eso, lo interpela, lo cuestiona, y emerge la posibilidad de lo comunitario. Nos damos cuenta que frente a lo que estamos viviendo, una de las posibilidades ciertas de poder ir saliendo – de una manera creativa, participativa, digna- de esta situación, tiene que ver justamente con los lazos solidarios, los que se construyen conjuntamente y no sobre la base de esfuerzos y posibilidades solamente de los individuos. Es un desafío colectivo, en donde lo comunitario es lo relevante para poder construir aquello que estamos pensando como diferente, como distinto.

 

Fotografía registrada en los años 80

(…) Siento que lo que estamos haciendo en este instante, más que terminar es iniciar, o reiniciar un camino, aprovechando lo acumulado por las prácticas de Educación Popular y confrontarlas con los desafíos del presente. Crear, re-crear. El trabajo nuestro es una tarea larga e inacabada, y lo hermoso y/ o lindo es que estamos todos y todas invitadas a ser sus constructores.

 

 

 

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 05 agosto 2020

 

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  1. Gino Vallega says:

    Pareciera ser que una vez más , se ha re construído la comunidad chilena como entidad solidaria con auto educación y auto ayuda independiente de los autocráticos poderes fácticos que la sumieron en el individualismo y egoísmo propio del capitalismo y su engendro feroz ,el neoliberalismo.Si el pueblo ayuda al pueblo , se auto educa , se autoestima y se gana su dignidad , como sucediera en los años sesenta del siglo pasado , no puede perder esta vez.

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