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El pueblo kurdo pertenece a una de las más antiguas civilizaciones de la humanidad, con más de cuatro milenios de existencia antes de nuestra era. Este pueblo se ha relacionado a través de la historia con los asirios, los medas, los árabes y los turcos otomanos (el Turquestán perteneció al imperio otomano); después de la derrota de los turcos en la primera guerra mundial, ingleses y franceses distribuyeron entre ellos el territorio del imperio otomano, incumpliendo la promesa de Lawrence (de Arabia) de formar un nuevo estado árabe de triunfar, junto a los aliados, en la primera guerra mundial.(Tratado de Sevres, Francia 1920, reconoce el Turquestán y Armenia y el acuerdo Sikes Picot , de 1926, el  Patronato Francés en Siria y Líbano y  el inglés en Palestina)

En el Tratado de Sevres se reconocía al Turquestán como una república independiente, pero este reconocimiento se anuló en el Tratado de Lausana que ubicó a los kurdos en Turquía, (75%), y en Iraq, Siria e Irán el resto.

El territorio más rico e importante es el de Iraq, que tiene gran parte del gas natural y petróleo del área.

Sadam Hussein y el Partido Baas persiguieron a los kurdos, protagonizando crueles masacres. A la caída de Hussein y la invasión de Estados Unidos a este país, el nuevo gobierno iraquí tuvo que enfrentar los ataques ISIS, (DAECH), y los kurdos lograron vencer al Estado Islámico; posteriormente, presionaron al gobierno iraquí para que aceptara la realización de un referendo en que el 97% se pronunció por la independencia del pueblo kurdo respecto de Iraq.




La prensa internacional exagera al valorar en exceso el factor religioso para explicar los problemas y conflictos actuales del Medio Oriente: la disputa entre chiitas y sunitas es tan importante como la que se da entre católicos y protestantes, sin embargo, los problemas religiosos no explican los conflictos, que sí están determinados por intereses económicos y geopolíticos.

Los kurdos son suníes y han recibido también gran influencia de la religión persa, de Zoroastro, pero en su gran mayoría son laicos, y están lejos de cualquier fanatismo musulmán, (por ejemplo, en la constitución del Ejército, en los YPJ ´el ejército femenino´ es tan poderoso como el YPG, ´Ejército masculino´).

Entre los kurdos de Siria, Turquía, Iraq, Irán y Armenia, hay muchas diferencias: los kurdos de Siria, perseguidos por la dictadura chiita, se rebelaron y triunfaron frente al ataque del Estado Islámico, en el norte de Siria; los kurdos en Turquía siguen actualmente perseguidos por el gobierno de Erdogan, y han formado un partido político, de raíz marxista,  Partido Kurdo de los Trabajadores, (PKK), que está declarado fuera de la ley y, además, acusado de terrorista por el gobierno; los kurdos en Iraq han creado un Estado independiente, muy poderoso; en Irán, están dominados por los chiitas.

Los kurdos han sido tradicionalmente amigos, no sólo de Estados Unidos, sino también de Israel, y en su lucha contra el Estado Islámico fueron apoyados por el ejército norteamericano, que les permitió dominar una parte importante del territorio norte de Siria; gracias a los kurdos se pudo derrotar la ocupación de ISIS.

Turquía considera a los kurdos sus enemigos principales, por consiguiente, no pueden admitir que ocupen la franja norte de Siria, y aprovechando el abandono de ese territorio por parte de las tropas norteamericanas, decretado por Donald Trump, los turcos han invadido el norte de Siria con el objetivo de aniquilar a los kurdos.

La decisión del Presidente Trump de abandonar el Medio Oriente ha causado serias polémicas: en primer lugar, se considera una traición a sus aliados kurdos, dejándolos solos en su lucha contra Turquía; en segundo lugar, esta decisión no es muy bien acogida por sus aliados sionistas; en tercer lugar, hay sectores del Pentágono que no coinciden con dejar la hegemonía del Medio Oriente a los rusos; en cuarto lugar, gran parte de los republicanos en el Congreso están en desacuerdo con esa decisión de Trump, (por el contrario, a este respecto, el Presidente Trump cuenta con el apoyo de varios demócratas).

El único norte de Trump, (a falta del “Premio Nobel de la Paz”), es ganar las elecciones presidenciales en noviembre de 2020, por consiguiente, el cumplir su promesa de ordenar el retiro de las tropas norteamericanas en guerras inútiles y eternas sería muy útil para lograr el voto de la mayoría de los norteamericanos.

Donald Trump amenaza al gobierno turco con destruir su economía si aplica medidas desatinadas y violentas en el norte de Siria contra los kurdos, y bien valdría que pensaran los yanaconas latinoamericanos, aliados de Estados Unidos, (Duque, Piñera Bolsonaro, Macri…), que los yanquis siempre traicionan a quien bien los sirve.

 

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

17  7 /2020

 



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