A propósito del retiro del 10% de AFP y la necesidad de protección social para la clase trabajadora
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La reciente aprobación en la Cámara de Diputados, y el debate sobre el retiro del 10% de los fondos de ahorros de las AFP como medida para afrontar la actual crisis económica y sanitaria, es un tema que no ha estado exento de polémicas.
Por un lado, el discurso de las y los defensores de este modelo de capitalización individual, que NO es un sistema de previsión, y mucho menos de protección social, han planteado la necesidad de no aprobar esta iniciativa porque golpearía económicamente al modelo de AFPs, lo que podría agravar aún más la actual crisis.
Por otro lado, otros y otras no se han manifestado fanáticos de la propuesta ya que argumentan que lo que la actual crisis requiere es la instalación de una renta básica universal o un ingreso de emergencia de mayor alcance, justamente para no tocar este modelo basado en la expropiación de parte del sueldo que le corresponde a las y los trabajadores, el cual va directamente para las ganancias del gran capital.
Pese a las discusiones que van y vienen entre los diferentes sectores de parlamentarios y políticos de partidos que sirven a la burguesía y al sistema capitalista, desde la clase trabajadora, y en particular desde el clasismo, también tenemos algunas cosas que decir.
Respecto del sistema de capitalización individual, consideramos que la lucha es por acabar con las AFP e instalar y garantizar un sistema de previsión social que sea solidario, de reparto y tripartito. En esa misma línea, es fundamental avanzar en un sistema de protección social integral y para ello acabar con las ISAPRES e instalar un sistema de salud público integral.
En primer lugar, de aprobarse el retiro del 10%, sería innegable que podría significar un aporte inmediato a la premura económica de la clase trabajadora, sin embargo, no es una solución consistente para enfrentar la profundidad de la actual crisis, sobre todo considerando, el porcentaje de trabajadores y trabajadoras a honorarios, informales u otros que no cotizan o cotizan parcialmente en AFPs por lo que la cobertura de esta medida no es para todos los y las trabajadoras y a su vez, es poco consistente. Por otro lado, tampoco soluciona el problema referente a la previsión, y menos al de la necesidad de un sistema de protección social.
En segundo lugar, la afectación que puede significar este proyecto al modelo de AFP no implica un golpe mayor al gran capital, sino más bien uno pequeño y transitorio, reflejado en el retiro de estos fondos, los cuales, según estima el proyecto, serían devueltos por el Estado y empleador y no por la clase trabajadora.
En tercer lugar, el supuesto golpe económico al modelo es más bien un golpe político al empresariado de no tener capacidad de controlar una iniciativa política que instala la idea de que las AFPs no son del todo indestructibles, modelo que es defendido con garras y dientes por la burguesía. Medida desesperada para buscar recuperar la legitimidad de un sistema político caduco y podrido, que se enmarca en un contexto de más alto reproche de comenzada la pandemia con un 71% desaprobación a la gestión de Piñera durante la pandemia.
En cuarto lugar, esta medida sigue potenciando una mirada individual de la previsión, por lo que es importante cuestionarse el carácter individualista y liberal que adquieren estas medidas. Ante esto debemos problematizar estas salidas que sólo fomentan la división de la clase y su fragmentación. Debemos avanzar en una mirada solidaria y colectiva de la previsión social, en donde la sociedad se haga cargo de la tercera edad y asegurar condiciones de vida digna para nuestros abuelos y abuelas.
En quinto lugar, insistimos en que la crisis actual se debe enfrentar con un ingreso garantizado de $500.000 para las y los trabajadores cesantes e informales, el fin a la ley de protección al empleo, el cese del cobro de cuentas de servicios básicos y condonación de deudas en educación y vivienda. Asimismo, la extensión del posnatal y su igualación para el pos natal parental, la contratación inmediata de las y los trabajadores honorarios de la salud y el apoyo psicológico, en implementos de protección y traslado a la totalidad de las y los trabajadores de la salud.
Respecto del sistema de capitalización individual, consideramos que la lucha es por acabar con las AFP e instalar y garantizar un sistema de previsión social que sea solidario, de reparto y tripartito. En esa misma línea, es fundamental avanzar en un sistema de protección social integral y para ello acabar con las ISAPRES e instalar un sistema de salud público integral. De igual forma, acabar con los sistemas de mutuales privadas e instalar un sistema público y solidario de salud laboral orientado a las necesidades de la clase trabajadora.
A raíz de lo anterior, no nos conformamos con migajas y para ello, debemos acabar con el lucro y la mercantilización de nuestros derechos, y dar paso a una nueva sociedad, distinta al capitalismo, que ponga por delante los intereses y necesidades de la clase trabajadora y el pueblo.
¡No basta con el 10%, vamos por todo!
Que la crisis la paguen los ricos
Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras Clasistas AIT
Julio, 2020