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¿Qué hacer con las platas de las AFP?

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La crisis económica y social que estamos viviendo ha puesto en el centro de los debates parlamentarios y ciudadanos el problema de cuándo, cómo, hasta qué límite y bajo qué criterios se pueden usar los fondos de los afiliados a las AFP. Nadie discute que esos fondos son de los cotizantes – y de nadie más –  pero aun así, hay posturas diferentes respecto a qué pueden hacer los afiliados con esos fondos allí retenidos.

Una primera postura es la de NO TOCAR.  Se postula que los fondos de las AFP son solo para fines previsionales y no pueden ni deben utilizarse para otros fines y que para complementar los ingresos de los que la están pasando muy mal hay otros mecanismos posibles. Se deberían, por ejemplo, estudiar fórmulas tales como los préstamos bancarios o un IFE 3.0. Esa idea se complementa con el postulado de que para imprevistos y tragedias de todo tipo están los fondos soberanos y esos son los que deben utilizarse en primer lugar.

Un segundo bloque de ideas sobre el tema del uso de las AFP es la de SUBSIDIAR. Se postula que los fondos de las AFP puedan utilizarse parcialmente por los cotizantes y que los fondos que se retiren deban ser repuestos por el Gobierno por la vía de un bono de reconocimiento o algún otro mecanismo similar. Se propone, por ejemplo, autorizar el retiro de un cierto monto cuyo límite superior sea igual para todos, o autorizar el retiro de un porcentaje de lo acumulado por cada uno, también con un cierto límite superior en materia de monto a retirar.  Este retiro daría origen a un bono de reconocimiento que se haría efectivo al momento de la jubilación, es decir, dentro de un período que va de 1 a 40 años, más o menos.  El gasto fiscal que esto implica se reparte, por lo tanto, en un largo plazo, y no es un cargo fiscal para el presente o para los años inmediatos

Esta fórmula no afecta el monto del fondo acumulado por cada uno, y no afecta, por lo tanto, el monto de las jubilaciones. Las cotizaciones no se reducen con los retiros

Un tercer bloque de idea respecto al tema que nos preocupa se agrupa bajo la fórmula de LOS  AUTOPRESTAMOS. Ser postula aquí que hay que autorizar a los cotizante a retirar parte de sus activos, pero que estos deben ser repuestos por los mismos cotizantes a través de diferentes mecanismos que se plantean al respecto. Los retiros se autorizarían hasta un cierto monto, o hasta un cierto porcentaje de lo acumulado, pero en todo caso lo retirado debe ser reintegrado por el cotizante en un período futuro.

Los fondos que le queden a cada uno después del préstamo obrarián como garantía de la devolución de lo retirado. El que no pague su deuda, jubila con un monto acumulado más bajo.

Las fórmulas para pagar van desde trabajar un año más de lo estipulado en la ley, o pagar por la vía de una cotización mayor descontada por planilla.

 

Un último bloque de ideas que nos parece importante mencionar es la que podemos denominar LAS FÓRMULAS MIXTAS. Se postula en este bloque que los cotizantes puedan retirar parte de sus fondos, pero que la eventual reposición por parte del Gobierno solo sea para los cotizantes de menores fondos acumulados. Los demás, tienen que caer en la formula del autopréstamo, es decir, reponer lo retirado. Se puede subsidiar o dar bono de reconocimiento para los retiros, realizados por cotizantes que tengan, por ejemplo, 3 millones o menos de fondos acumulado e incluso, en estos casos, que el retiro no supere determinada cantidad. De allí para arriba, los retiros tienen que ser reintegrados. Los que tengan que reponer los fondos que se retiren lo harían bajo algunas de las fórmulas establecidas para efectos de los autopréstamos.

¿Quién tiene la razón? En realidad, eso importa poco, pues en definitiva la historia no sigue las líneas que le marca la razón, sino que ésta solo sirve para apoyar la emoción, la presión, la movilización y los intereses de cada uno de los agentes económicos y sociales involucrados, variables todas que son, en definitiva, las determinantes. Allí es donde hay que ganar la pelea.

 

Por Sergio Arancibia

 

 

 

Economista

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