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ITC: Evaluación del impacto de la COVID-19 en las pequeñas y medianas empresas y preparación de la nueva normalidad

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El informe Perspectivas de competitividad de las pequeñas y medianas empresas 2020 del Centro de Comercio Internacional (ITC) desvela profundas interrupciones en las cadenas de suministro mundiales.

 

La pérdida mundial de exportaciones de productos manufacturados a causa de las medidas de confinamiento decretadas en los tres centros mundiales de la cadena de suministro —China, la Unión Europea y los Estados Unidos de América— ascenderá a 126 000 millones de US$ en pérdidas en 2020. Prácticamente el 55 % de las pymes afirman que la pandemia ha afectado gravemente a sus operaciones empresariales.

La nueva enfermedad por coronavirus, la COVID-19, está teniendo graves consecuencias para el comercio mundial y las empresas que lo sustentan. A medida que los países afrontan las distintas fases de confinamiento o los períodos de desescalada, se va comprobando que el virus ha afectado especialmente a las pequeñas y medianas empresas (pymes).

La edición de este año del informe del Centro de Comercio Internacional (ITC) Perspectivas de competitividad de las pymes 2020 , publicada hoy (22 de junio) desvela que la pandemia de la COVID-19 ha supuesto una dura prueba para las pymes y las cadenas de suministro mundiales y ha sumido al comercio internacional en una situación de incertidumbre.

La Directora Ejecutiva Interina del ITC, Dorothy Tembo, afirmó: “La pandemia de la COVID-19 ha provocado una crisis tanto sanitaria como económica y ha supuesto diversos retos para las pymes y las cadenas de suministro mundiales. El informe Perspectivas de competitividad de las pymes 2020 analiza el impacto de la COVID-19 en las pymes, las cadenas de suministro internacionales y el comercio y destaca diversas acciones para desarrollar la resiliencia de las pymes, teniendo en cuenta que seguirán concentrando el crecimiento futuro, y para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

“El informe ofrece una guía para las empresas, los formuladores de políticas y las organizaciones de apoyo a las empresas sobre el despliegue de las estrategias de recuperación después de la pandemia. Tiene por objeto ayudar a los ecosistemas de pymes a lidiar con la crisis y prepararse para la nueva normalidad, haciendo hincapié en la necesidad de resiliencia, sostenibilidad e inclusividad en el comercio y el liderazgo», agregó la Directora Ejecutiva Interina.

Aunque en casi todos los países se ha aplicado algún tipo de medida de confinamiento, las conclusiones del informe Perspectivas de competitividad de las pymes destacan que los confinamientos que más han repercutido en el comercio han sido los de China, la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos de América. Estas tres economías representan en su conjunto el 63 % de las importaciones de la cadena de suministro mundial y el 64 % de las exportaciones. El informe cuantifica el valor de la interrupción mundial de estos centros de manufactura en torno a los 126.000 millones de $ en 2020.

Esta interrupción también está teniendo efectos colaterales negativos en los países en desarrollo. El informe Perspectivas de competitividad de las pymes prevé que los exportadores africanos van a perder más de 2.400 millones de $ en exportaciones a la cadena de suministro de la industria mundial como resultado de los cierres de fábricas en China, la UE y los Estados Unidos. El grueso de estas pérdidas —más del 70 %— tiene su origen en la interrupción temporal de los vínculos de la cadena de suministro con la UE.

Basándose en datos recopilados para la encuesta sobre el impacto empresarial de la COVID-19, realizada por el ITC durante los primeros meses de la pandemia, el informe concluye que más del 55 % de las empresas se han visto duramente golpeadas.

Dos terceras partes de las microempresas y las pequeñas empresas afirmaron que la crisis ha afectado profundamente a sus operaciones empresariales, frente al 40 % de las empresas más grandes. Una quinta parte de las pymes afirmaron encontrarse en una situación de riesgo de cierre permanente en los próximos tres meses.

Las empresas del sector servicios son las más duramente golpeadas por la COVID-19, en especial las dedicadas al alojamiento y la hostelería. El 76 % de las empresas encuestadas dedicadas a estos servicios afirmaron que los confinamientos totales o parciales han afectado gravemente a sus operaciones empresariales.

El informe concluye, además, que las prohibiciones y otras restricciones a la exportación afectan al 73 % del comercio mundial de productos relacionados con la COVID-19. Un total de 93 países aplican medidas de exportación temporales relacionadas con el virus, como restricciones o prohibiciones a la exportación de productos sanitarios, pero también de alimentos. Estas restricciones a la exportación dependen de cada región. Unos cuantos países africanos, por ejemplo, han impuesto restricciones a la exportación de equipos sanitarios relacionados con la COVID-19, por ser productos que no fabrican ellos mismos.

Por otra parte, el informe pone de relieve que 105 países aplican medidas temporales a las importaciones de productos relacionados con la COVID-19. La mayoría de estas medidas tienen por objeto facilitar el acceso a alimentos o suministros médicos esenciales, y tres cuartas partes de los países desarrollados han eliminado o reducido los aranceles de los productos médicos desde el comienzo de la crisis. Tan solo el 46 % de los países en desarrollo y el 18 % de los países menos adelantados han adoptado medidas similares.

 

Ajustarse a una «nueva normalidad».

Además de ofrecer un resumen de las respuestas adoptadas por los gobiernos y las medidas para superar la crisis, el informe Perspectivas de competitividad de las pymes 2020 ofrece sugerencias para las empresas, las instituciones de apoyo a las empresas y los formuladores de políticas sobre la adaptación a la «nueva normalidad» durante en la próxima fase.

El informe destaca cuatro temas prioritarios: la necesidad de reforzar la resiliencia de las pymes para soportar futuras crisis; la necesidad de intensificar los esfuerzos para la digitalización de las pymes; el aumento de la apertura y la inclusividad de las cadenas de suministro; y la utilización de la crisis para velar por que las empresas de todo el mundo sean más sostenibles e inocuas para el clima.

Perspectivas de competitividad de las pymes sugiere que las principales empresas deberían considerar inyectar mayor capital social en las cadenas de suministro mundiales en la era posterior a la pandemia. Más concretamente, el informe sugiere que las principales empresas rediseñen sus enfoques para colaborar y compartir costos con las pymes con el fin de garantizar una distribución más equitativa de los riesgos y los costos en períodos de crisis. Esto, defiende el informe, garantizaría una mayor confianza mutua y, al mismo tiempo, ayudaría a que tanto las grandes como las pequeñas empresas resistan y respondan a futuras crisis.

El informe también hace un llamamiento al aumento de la colaboración nacional e internacional para la adaptación a los nuevos estándares y normativas que no cabe duda que van a surgir como resultado de la pandemia de la COVID-19, por ejemplo, nuevos requisitos de mercado, como estándares sobre calidad, seguridad alimentaria o requisitos de salud y seguridad, y también estándares y normativas en materia de protección, resiliencia y gestión de riesgos.

 

Características

El informe expone 85 perfiles de país diseñados especialmente para esta edición. Estos perfiles presentan una previsión detalla del efecto de los confinamientos en China, Europa y los Estados Unidos en las cadenas de suministro internacionales.

Ocho casos prácticos incluidos en el informe muestran cómo ha trabajado el ITC con las empresas, las organizaciones de apoyo a las empresas y los gobiernos a raíz de la pandemia de la COVID-10 y lo que han hecho para minimizar su impacto. Estos países son Bhután, China, Gambia, Guinea, Myanmar y Uganda.

El informe también recoge la importante aportación de Wamkele Mene, el recién nombrado Secretario General de la Secretaría de la Zona de Libre Comercio Continental Africana, que establece un nuevo modelo de crecimiento económico para África en el mundo de después de la pandemia.

 

Elena Rusca, en Ginebra

 

 

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