La agricultura campesina ante el amenazante escenario del hambre
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La crisis sanitaria y sus consecuencias económicas y sociales han llevado a que el hambre se haya hecho presente en el escenario nacional y que amenaza con quedarse y expandirse, pero su impacto no sólo tendrá efectos en los sectores urbanos de las grandes ciudades, sino que también, en los sectores rurales.
La amenaza del hambre, que hoy pocos se atreven a desconocer, se manifiesta a nivel nacional, a través de factores como:
- El cierre total o parcial de empresas grandes o pequeñas acompañados del despido definitivo o transitorio de sus trabajadores y la imposibilidad de los trabajadores informales de realizar sus labores usuales, impiden la generación de ingresos suficientes para su mantenimiento familiar y personal.
- La caída o supresión de los ingresos ha ocasionado la disminución de la demanda a nivel nacional, afectando a muchas empresas – sobre todo micro y pequeñas empresas
- La falta de voluntad real del gobierno, para establecer una política de sostenimiento de los ingresos, terreno en el cual se ha obrado con bastante improvisación, y tardanza.
- Nuestro país optó, hace décadas, por un modelo agroexportador diseñado y liderado por y para grandes productores especialmente frutícolas que controlan los recursos de tierra, agua, recursos financieros y mercado de exportación, abandonando las posibilidades de una estrategia de aseguramiento o autonomía alimentaria con producción agrícola nacional
- Es preciso señalar que siendo Chile un país importador de alimentos, el primer cuatrimestre del presente año Chile importó menos trigo, harina de trigo, arroz partido, leche en polvo, carne bovina y pastas, entre otros, respecto al mismo período del año anterior. Lo que hace pensar que esos productos podrían escasear en las cadenas de comercialización habitual de bienes alimenticios.
- Son varios los países que han decidido guardar para sí la producción agrícola para satisfacer la demanda interna, pues no quieren arriesgarse a enfrentar a su población a períodos de hambre.
La Situación de la Pequeña y Mediana Agricultura en la producción de alimentos frescos y sanos
Si bien, a la fecha no se ha hecho presente con fuerza el desabastecimiento de alimentos frescos en los grandes centros urbanos como ferias libres, almacenes de barrio y supermercados, no es posible saber, si ese abastecimiento de verduras y hortalizas aparentemente normal responde a un ajuste a la reducción horaria y diaria de atención de una menor oferta real.”
La producción de la chacarería, y cultivos tradicionales , de la pequeña agricultura, que bien podría haber mitigado en parte esta situación, se ve enfrentada a tres grandes problemas para asegurar el abastecimiento a los hogares: logísticos para distribuir su producción; la sequía con su cada vez mayor dificultad para acceder a este recurso fundamental y, la falta de un apoyo integral, realista y con visión de futuro, hacia el sector para asegurar su producción y con ello la alimentación sana de los hogares no sólo para esta contingencia sino, para cualquier evento catastrófico que pudieran ocurrir en el mediano y largo plazo.
Las políticas de apoyo a los ingresos de los sectores más vulnerables que ha implementado el gobierno, en las condiciones actuales, no son suficiente para paliar el surgimiento del hambre en la ciudad y tampoco lo será en el sector rural. Razón por la cual es necesario y urgente, diseñar e implementar una política diferenciada hacia el sector campesino, que no sólo vengan a paliar la contingencia actual sino, permita mantener y asegurar el trabajo para la producción del abastecimiento permanente de alimentos derivados de la agricultura pequeña.
La política para asegurar la alimentación de los chilenos debe tener un carácter estratégico. Debe ser una política de Estado que vele por el bienestar de la población con seguridad alimentaria y calidad de esta.
Dentro de las medidas que debieran adoptarse en el corto plazo y con carácter de urgentes, para asegurar la producción de alimentos frescos para el consumo de la población y el rescate de la importancia del sector de la pequeña agricultura y la Agricultura Familiar Campesina debieran estar:
1)Congelamiento de los cobros de crédito de Indap y Banco Estado para pequeños agricultores por la temporada agrícola otoño e invierno y temporada Verano 2021, sin detener el flujo de recursos para las próximas temporadas.
2)Establecer un plan agrícola de emergencia con incentivos especiales a los pequeños agricultores, Agricultura Familiar Campesina, y medianos que lo requieran, a través de los organismos del agro, en los cultivos de invierno y cultivos de primavera-verano, para que el uso de los recursos de tierras cultivables, agua e insumos, sean orientados a producir los alimentos más relevantes para el consumo nacional.
3)Facilitar el acceso a los bonos entregados por el Estado a los pequeños productores y familia campesinas en especial a los mayores, el 50% de la población de extrema pobreza vive en los sectores rurales
4)Diseñar e implementar una solución al problema de comercialización de la producción campesina debido a problemas de transporte, logística y venta.
- Entregar apoyo para asegurar las condiciones de salud de los pequeños agricultores y campesinos que por su aislamiento, o grupo etario, no disponen de infraestructura ni de equipos médicos, acordes con sus necesidades.
6)Establecer Constitucionalmente el derecho a la alimentación con soberanía alimentaria y sustentabilidad.
7)Considerar a la Agricultura Familiar Campesina y la pequeña y mediana agricultura como sectores estratégicos para la seguridad alimentaria y el Desarrollo Rural Chileno.
Junio 2020 corp.mundoruralpro@gmail.com
Por Patricio Martínez, Presidente Corporación Mundo Rural PRO