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Estados Unidos: historias infernales de pobreza e inmigración

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Durante la 43° sesión del Consejo de Derechos Humanos que se está realizando en la sede de Naciones Unidas de Ginebra, Suiza, expertos en tema de migración y salud de México y Estados Unidos vinieron  a denunciar la dramática situación en la cual se encuentran los migrantes después de las nuevas leyes de Donald Trump.

Los Estados Unidos son un país de migrantes con una población de cerca de 5 millones de personas. Eso corresponde alrededor al 13.7 % de la población de Estados Unidos, de los cuales 27% son de origen mexicana, aunque ahora va aumentando la migración desde China, India y otros países. Últimamente la migración ha cambiado, siendo mayormente de China e India y no solamente de Centro América.

El tema más delicado que afecta directamente estos migrantes es el de la salud.

En Estados Unidos el acceso a la salud no es un derecho. La salud allí es un bien de consumo. No hay acceso universal y las personas obtienen acceso a través de su empleador o del gobierno, si su ingreso es muy bajo.

El resultado de esta política es que el 20% de los migrantes no tienen acceso al seguro médico.

Si una persona no tiene seguro médico va a tener que pagar por sí mismo cada intervención necesaria para su salud. Eso pone problema, principalmente porque en Estados Unidos la salud es muy costosa: un día de hospital puede costar al menos 10 000 dólares.

No tener acceso a un seguro médico afecta a los individuos. Eso implica que las personas no buscan ayuda hasta cuando no sea urgentemente necesario. Este tipo de situación se termina en la sala de urgencia, y eso es todavía más costoso.

El tema de la salud, si bien es un tema central y complejo para toda la ciudadanía de Estados Unidos, es aún más complejo para las personas migrantes, por los cuales acceder a los servicios de salud es casi imposible.

“Hay un verdadero temor entre la población migrantes de acceder a los servicios de salud. Hay niños que nacieron en Estados Unidos y que tienen derecho a acceder al sistema de salud del país, pero como tienen un padre migrante no utilizan eso por miedo”, denuncia Liliana Osorio, de la Universidad de California.

“Nuestra Universidad en Berkeley ha lanzado una iniciativa propia respecto al tema de la salud. La idea es llevar acciones de salud hasta la comunidad de los migrantes. La mayoría de ellos no tienen absolutamente ningún acceso al sistema de salud aquí en Estados Unidos”, explica Liliana Osorio.

 

Una migración que va cambiando

 

La migración hacia Estados Unidos ha ido cambiando en estos últimos años.

Al principio eran hombres solos, provenientes de los países centroamericanos, que llegaban en este país buscando trabajo. Hoy, las cosas no siguen de la misma forma.

Hoy son familias enteras las que buscan entrar en el país norteamericano. Desde Honduras, Guatemala, Salvador, viajan en caravana para pedir asilo en el país de Donald Trump.

Desafortunadamente, el sistema migratorio de Estados Unidos no estaba preparado a estos cambios.

Al llegar al país, los migrantes se entregan a los centros de detención para pedir asilo, pero esos centros no estaban construidos para atender a las familias. Los resultados son lejanos de todos pensamientos racionales.

Una de las respuestas de estos centros fue la separación de los niños de sus padres para dar un terrible mensaje: “no vengan en familia, los dividiremos”. Hasta el día de hoy, 500 niños han sido separado de sus padres y muchos no han podido rencontrarse con sus familias debido a varios problemas administrativos de registro. Liliana Osorio, en respuesta a eso, añade que “nunca hubo un interes real en hacerlo”.

Además, adentro de las personas que llegan a la frontera, 850 000 de los migrantes fueron encarcelados. Hasta el día de hoy, 70 000 de ellos eran niños viajando sin sus padres.

El hecho de que haya tantos niños viajando solos es debido a que muchos padres, al saber que si cruzan la frontera es muy probable que los van obligar a regresar a su país de origen, y que la inseguridad en México es muy grande,  muchos dejan en la frontera a los niños para que crucen ellos solos.

Son hondureños, guatemaltecos, salvadoreños, que viajan pidiendo asilo, cruzando las fronteras sin documentos.

 

El limbo generado por el Plan Trump

El nuevo plan migratorio de Donald Trump, presentado en mayo 2019, prevé un nuevo sistema basado en los «méritos», que prioriza a candidatos altamente cualificados y con buen inglés, en detrimento de aquellos que tienen familia en el país.

El programa ha sido impulsado por el yerno y asesor de Trump Jared Kushner y algunos de sus principales puntos son:

  • Fondos para la frontera: el presidente anunció que se creará un fondo fiduciario permanente, que se sostendrá gracias a «las tasas y las ganancias» generadas en las fronteras. Además, se construirá parte de su famoso muro en «ubicaciones» consideradas prioritarias.
  • Nuevos requisitos: se juzgará a los inmigrantes por sus cualificaciones profesionales, dominio del inglés, ofertas de trabajo o edad.
  • Los inmigrantes deberán someterse a una prueba de «civismo».
  • Una nueva «visa»: el visado «Construye Estados Unidos» para inmigrantes cualificados, facilitando su entrada a EE.UU. en base a un sistema de puntos.
  • Cambios en las «green cards»: el presidente propone cambiar el sistema por el que se conceden las residencias permanentes, aunque no reducir su número. Se priorizará su adjudicación por especialización profesional o nivel educativo, no tanto por lazos familiares o razones humanitarias. En 2017, se otorgaron a 1,1 millón de personas.
  • Fin de la «lotería de visados para la diversidad», un programa de 1990 que asigna aleatoriamente hasta 50.000 visados al año para los ciudadanos de países que tradicionalmente tienen bajas tasas de inmigración a Estados Unidos, y que beneficia sobre todo a africanos. El Ejecutivo dice que lo cambiaría por otro sistema, no especificó cuál.
  • Reducción de peticiones de asilo: el mandatario consideró que hay demandantes de asilo con argumentaciones «frívolas» y abogó por restringir las concesiones de asilo.
  • DACA, excluido: el programa de Trump no incluye ninguna medida sobre DACA, la política creada por Obama que protege a los inmigrantes que vinieron al país de forma ilegal cuando eran niños y que el actual presidente busca eliminar. «Es un tema que divide mucho», justificó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, esta semana.
  • Inmigrantes en situación irregular en EE.UU.: el plan tampoco aborda la situación de las personas que entraron ilegalmente al país y siguen en éste.

El plan de Trump ha sido capaz de desplazar la crueldad, desde Estados Unidos a México. La idea del Plan es que los migrantes mientras  esperan la respuesta del tribunal de Estados Unidos por su demanda de asilo, retornen a su país de origen esperando la respuesta del tribunal.

A causa de eso, miles de personas actualmente están siendo procesados y están esperando en las ciudades fronterizas de México, a ver si se dará curso a sus solicitudes.

¿El problema? Estas ciudades están entre las más peligrosas de México. Las condiciones en las cuales tienen que esperar su solicitud no respetan en absoluto los derechos humanos de ellos mismos. Los migrantes en México se encuentran en un verdadero limbo: no pueden volver a su vida, no saben todavía si podrán construir una nueva en otro país. Sus condiciones son extremadamente vulnerables. Están expuestos a la violencia en la cual se encuentran en México diariamente y sin respaldo ninguno.

Un limbo dantesco que se parece, tal vez, siempre más a un infierno.

 

 

por Elena Rusca

en Ginebra

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