Crónicas de un país anormal

El arrollador triunfo de Boris Johnson sobre Jeremy Corbyn abre la puerta del Brexit

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El Partido Conservador obtuvo 365 comunes superando, de lejos, la mayoría absoluta, de 325, (el total es de 650). El Partido Laborista, liderado por Corbyn, sufrió la peor derrota desde 1930, con la elección de sólo 200 Comunes. El Partido Liberal Demócrata, centrista, apenas ganó 11 escaños.  El Partido Nacional Escocés logró 48 Comunes.

 

El sistema electoral inglés, por el cual se elige un diputado por cada uno de los 650 Distritos, distorsiona gravemente la representación ciudadana: los conservadores, por ejemplo, apenas lograron el 43,8%; los laboristas, el 32,2%; el centrista Partido Liberal Demócrata, 11,5%; el Partido Nacional Escocés, el 31%. Si consideramos la suma de los porcentajes de NO al Brexit, esta opción hubiera ganado.

 

Los ingleses, después de tres años de tentativas, están hartos del tema del Brexit y lo único que quieren es terminar, de una vez por todas, con la separación del resto de los países de Europa, opción acordada para finales del mes de enero de 2020. Para los electores, lo que importa son los sentimientos y no la razón, y estos fueron decisivos en el triunfo reciente del Partido Conservador.

 

De las tres formas de dominación, claramente definidas por Max Weber, patriarcal, legal y carismática, hoy predomina la última y, como hemos comprobado, le fue favorable a Boris Johnson, (antes se había dado el lujo de cerrar, ilegalmente, la Cámara de los Comunes, y en un país en que la ley no está escrita hay espacios para un líder carismático, fenómeno al cual estamos asistiendo en la mayoría de los países del mundo.

 

El Partido Liberal Demócrata, que representa el centro legal y moderado, prácticamente desapareció al obtener apenas el 11% de los votos, y, por consiguiente, ya no representa el fiel de la balanza entre conservadores y laboristas.

 

El triunfo de Johnson podría tener efectos colaterales que condujeran directamente a la destrucción del Reino Unido: parece evidente que los 48 Comunes elegidos por el Partido Nacional Escocés harían posible la ruptura de esta Isla con Gran Bretaña, por consiguiente, el nacionalismo que favoreció a los conservadores en Inglaterra, le es perjudicial en Escocia.

 

En Irlanda ganó el Partido SINN FEIN, republicano, católico y, además, partidario de unirse con Irlanda del Sur y, de esta manera, continuar en la Unión Europea, y así Johnson terminaría reduciendo la Gran Bretaña a Inglaterra y Gales y, por consiguiente, el sueño de revivir el imperio británico terminaría en una pesadilla.

 

Inglaterra pagará muy caro su independencia del resto de los países de Europa, (hay que considerar que un alto porcentaje del comercio exterior de la Albión depende de Europa y, a lo mejor, cambiaría de amo, esta vez mucho peor, Estados Unidos de Donald Trump.

 

Rafael Luis Gumucio Rivas, (El Viejo)

14/12/2019

   

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