Economía y Mercados en Marcha

Propuesta para un Acuerdo Nacional en Pensiones: duplicar su monto actual sin elevar cotizaciones

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Foto: Agencia UNO

El histórico alzamiento popular iniciado el 18 de octubre del año 2019 ha modificado radicalmente las condiciones del debate de pensiones. Hoy es posible atender esta demanda central del Pliego de Unidad Social: acabar el abusivo sistema AFP y reconstruir un nuevo sistema público de seguro social que, sin aumentar la carga de cotizaciones sobre los salarios, brinde pensiones dignas a nuestras jubiladas y jubilados, y al mismo tiempo mejore las cuentas fiscales. Ciertamente, dicha reforma ayudará a restablecer la convivencia nacional sobre bases más justas y estables en beneficio de todos, especialmente adultos mayores que han sido abusados por décadas. 

 

CENDA quiere sugerir en lo que sigue algunos principios que pueden ayudar a construir un consenso para atender esta demanda: 1) Acabar con el abuso, terminando el sistema de ahorro forzoso AFP, recuperando las cotizaciones que éste hoy se apropia y pasando al Estado la administración del sistema, incluyendo el esquema de rentas vitalicias y seguros de invalidez; 2) reparar el daño infringido, duplicando las actuales pensiones y restituyendo el fondo acumulado a sus propietarios, íntegramente y lo antes posible; 3) aprovechar el considerable superávit fiscal resultante de las medidas anteriores, que alcanza a unos 11 mil millones de dólares anuales, equivalentes a $8,8 billones, 1/5 del presupuesto fiscal y 4,5% del PIB, para mejorar otras pensiones, otras políticas sociales y la clasificación de riesgo del país. 

Acabar con el abuso

  1. Nunca más en Chile se desviarán recursos de cotizaciones previsionales a fines que no beneficien directamente a los trabajadores, porque son la parte de la remuneración de los activos destinada garantizar pensiones dignas a sus mayores. Menos que nada al financiamiento de grandes empresas privadas como se ha venido haciendo por cuatro décadas, recursos que deben provenir íntegramente de las ganancias y rentas, jamás de los salarios. Este abuso gigantesco es la esencia del sistema de ahorro forzoso y debe acabar para siempre en el país. 
  2. Se terminará el sistema de ahorro forzoso AFP, el que se reemplazará por un reconstruido sistema público de seguro social, similar al existente en todos los países modernos y que Chile estableció en forma pionera en 1924. Los afiliados activos y pasivos del sistema AFP se pueden trasladar al IPS, que en lo sucesivo se hará cargo de recaudar cotizaciones, administrar cuentas y pagar pensiones. Conjuntamente con la Superintendencia de Pensiones está capacitado para ello a bajo costo adicional, puesto que actualmente procesa más recaudaciones (de salud) y pagos que el sistema AFP. El Estado se hará cargo asimismo en lo sucesivo del esquema de rentas vitalicias y seguros de invalidez y sobrevivencia. 
  3. Se recuperará de inmediato la totalidad de las cotizaciones previsionales que hoy se apropia el sistema de AFP. Obligatoriamente se descuentan mes a mes a trabajadoras y trabajadores activos y sólo a ellos pues quedan exentos ingresos superiores a $2,2 millones al mes. Alcanzan actualmente a 12,78 por ciento de las remuneraciones imponibles y suman casi diez mil millones de dólares por año, equivalentes a $8,8 billones,18% del presupuesto fiscal y 4% del PIB. 
  4. En lo sucesivo, las cotizaciones se destinarán íntegra y exclusivamente al propósito para el cual fueron establecidas hace un siglo y del cual jamás debieron ser y nunca más serán desviadas: asegurar que todas las trabajadoras y trabajadores activos contribuyan, de manera justa y proporcional a sus ingresos, con su deber de asegurar pensiones dignas, hoy y mañana, a sus padres y abuelas, trabajadoras y trabajadores jubilados. 
  5. No se elevarán las actuales cotizaciones previsionales, que son un impuesto que pagan trabajadoras y trabajadores aunque lo desembolsen los empresarios, hasta que todas las actuales cotizaciones y la totalidad del fondo de pensiones acumulado hayan sido recuperados para el pago de pensiones. Por la misma razón, tampoco se elevará la edad de jubilación, de mujeres u hombres.

Reparar el daño infringido, duplicando pensiones y restituyendo actual fondo a sus dueños

  1. Las actuales pensiones del sistema AFP, cerca de 1,4 millones incluyendo todos los beneficios pagados, se duplicarán en promedio. El gasto actual en pensiones AFP, que alcanzaw a $3,7 billones/año, será suplementado con un monto similar de $3,7 billones/año, de manera que el monto promedio de los beneficios actuales, que hoy equivale a 27% del salario imponible promedio, se elevará al doble, es decir al equivalente a 54% del sueldo imponible, en promedio. Se reajustarán en lo sucesivo según el índice de remuneraciones imponibles, de modo de mantener una proporción definida y estable con éstas. 
  2. Se beneficiará especialmente a las mujeres, terminando con la actual discriminación en contra suya. A salarios y contribuciones iguales, pensiones iguales para hombres y mujeres, respetando las respectivas edades legales de retiro de 60 y 65 años. Asimismo, se mejorarán especialmente las pensiones de EEPP y otros grupos particularmente castigados por el esquema actual, así como las pensiones más bajas como propone NO+AFP. 
  3. Los montos de las nuevas pensiones serán definidos, sin depender de veleidades de mercados financieros. Se determinarán mediante un esquema que considere los aportes realizados a lo largo de la vida activa, pero también los últimos años, asegurando que cada jubilada o jubilado reciba un mínimo aceptable y mantenga un nivel razonablemente parecido al que gozaron en actividad, también en el caso de trabajadoras y trabajadores calificados, jueces y otras personas de ingresos mayores.
  4. Dicho incremento es sustentable hacia el futuro. El monto actual de las cotizaciones, $7,6 billones/año, unos US$10 mil millones, equivalentes a ⅕ del presupuesto fiscal y 4% del PIB, duplica el actual gasto en pensiones AFP de $3,7 billones, sin considerar subsidio fiscal alguno. Por otra parte, la economía chilena satisface con holgura la regla de sustentabilidad en el tiempo de los sistemas de seguro social: el PIB crece más rápido que el número de adultos mayores, tanto en la actualidad como, con mayor holgura, en las proyecciones a futuro disponibles.
  5. El puñado de grandes grupos empresariales chilenos que han controlado este negocio a lo largo de cuatro décadas se pueden contar con los dedos de una mano. Hoy se agregan algunos inversionistas extranjeros. Ellos se han venido apropiando el grueso de las cotizaciones previsionales, en propiedad plena bajo la forma de primas de seguros y adicionalmente como préstamos y capital accionario aportado por el fondo de pensiones. 
  6. Deberán devolver íntegramente y lo antes posible a sus legítimos propietarios los fondos así apropiados. Como pensiones adeudadas en el caso de las compañías de seguros, y fondos prestados o invertidos en sus empresas, junto con sus gananciales. Es la mínima reparación por el gigantesco abuso infringido a los trabajadores, especialmente a sus viejos.
  7. El fondo de ahorro forzoso, mal llamado de pensiones puesto que no guarda relación alguna con éstas como no sea calcular su mísero aporte a las mismas, será puesto a disposición de los afiliados a cuyo nombre está registrado, íntegramente y lo antes posible. Como aporte inmediato a sus nuevas pensiones en el caso de los jubilados, y en forma de otros beneficios a los cuales puedan acceder los afiliados activos.
  8. Dicho fondo acumula hoy el equivalente a 20 años de cotizaciones y se ha conformado principalmente a partir de éstas y subsidios fiscales, pero disfrutan del mismo el sistema financiero y un puñado de grandes grupos empresariales. Pasará a administración del Estado, con la prohibición estricta de darles cualquier uso que no sea aportar al pago de pensiones de los afiliados a cuyo nombre está registrado, y la obligación de trasladar cuanto antes sus inversiones a actividades que los beneficien directamente.
  9. En ningún caso el fondo de pensiones podrá destinarse en lo sucesivo a financiar capitales privados. Este mismo principio deberá respetarse en lo sucesivo de modo escrupuloso, como se hace en los países más desarrollados. También en el caso del fondo de reserva técnica que necesariamente deberá mantener el reconstruido sistema de seguro social para garantizar su solvencia en períodos recesivos, y que en ningún caso deberá exceder dos o tres años de cotizaciones. Dichos recursos son de los trabajadores y en lo sucesivo en Chile no podrán en modo alguno desviarse a beneficiar empresarios privados. 

Aprovechar enorme superávit fiscal resultante para mejorar otras pensiones y la clasificación de riesgo del país

  1. La recuperación de las actuales cotizaciones, $7,6 billones/año, sumadas a la recuperación de los cuantiosos subsidios fiscales al sistema AFP, $2,7 billones, el aporte neto de éste al pago de pensiones, $2,5 billones, y las primas de seguros que hoy se embolsan en propiedad plena las compañías de seguros relacionadas con el negocio, $3,2 billones, totalizan recursos fiscales adicionales de gran magnitud, $16,1 billones. Cubierto el nuevo gasto, duplicado, en pensiones, $7,3 billones, el término del ahorro forzoso dejará un enorme superávit a beneficio fiscal, que en el primer año se puede estimar en unos 11 mil millones de dólares, equivalente a $8,8 billones, más de ⅕ del presupuesto fiscal y 4,5% del PIB (ver cuadro anexo). 
  2. El cuantioso superávit fiscal generado permitirá al Estado elevar las pensiones no contributivas y acumular la reserva técnica del nuevo sistema. Al mismo tiempo, reducir considerablemente sino por completo su actual déficit y necesidad de endeudamiento, mejorando la calificación de riesgo del país y consecuentemente bajando el costo de endeudamiento empresarial. Esto es precisamente lo que ha ocurrido en los países cuyos gobiernos, en muchos caso de derecha, recientemente terminaron sus esquemas de ahorro forzoso, y constituyó el principal incentivo para hacerlo. 

En beneficio del restablecimiento del orden y paz social sobre bases justas, especialmente del bienestar de los adultos mayores pero asimismo del buen funcionamiento de la economía del país, parece más conveniente abordar esta inevitable reforma temprano que tarde.

 

Directorio CENDA 




Santiago, 27 de noviembre 2019

Anexo: 

Beneficio fiscal de terminar sistema de ahorro forzoso AFP (1)

-sep.-2019

Mes (millones $ / mes)

Últimos 12 meses (millones $ último mes)

Últimos 12 meses (millones US$)

Últimos 12 meses (% presupuesto fiscal)

Últimos 12 meses (% PIB)

Cotizaciones obligatorias

624.519

7.644.502

9.232

17,7%

4,0%

Ahorro en subsidios indirectos pensiones AFP (Otras prestaciones previsionales 2)

133.536

1.563.562

1.888

3,6%

0,8%

Ahorro en subsidios directos pensiones AFP (APS, BR)

99.548

1.129.098

1.364

2,6%

0,6%

Aporte sistema AFP a pensiones autofinanciadas (3)

216.388

2.537.016

3.064

5,9%

1,3%

Pago pensiones actuales (4)

(315.936)

(3.666.114)

(4.428)

-8,47%

-1,90%

Saldo neto beneficio fiscal, manteniendo pensiones actuales (5)

758.055

9.208.064

11.121

21,3%

4,8%

Recaudación adicional por esquema pensiones vitalicias traspasado al Estado (6)

218.578

3.044.092

3.676

7,0%

1,6%

Pago nuevas pensiones vitalicias año1 (7)

(700)

(12.941)

(16)

0,0%

0,0%

Duplica monto actual pensiones contributivas (8)

(315.936)

(3.666.114)

(4.428)

-8,47%

-1,90%

Saldo neto beneficio fiscal (pensiones se duplican, Estado asume esquema pens. vitalicias 9)

659.997

8.573.101

10.354

19,8%

4,4%

Fuente: IMACEI-CENDA (www.cendachile.cl)

 

$/US$ =

828

   

Notas:

         

(1) Supone que termina sistema AFP, afiliados se transfieren a IPS, que se hace cargo de recaudación cotizaciones, pago pensiones y administración de cuentas, a cero costo adicional. El costo es bajo puesto que IPS actualmente procesa tantas recaudaciones (de salud) y pagos como las AFP y conjuntamente con Superintendencia Pensiones disponen de capacidad de administración de cuentas. BC puede asumir gestión fondo pensiones.

(2) Al mejorarse pensiones se ahorran Incentivos al retiro, bono mujer, otros bonos, etc. Se supone que del total de la actual partida «Otras prestaciones previsionales», que incluye además de lo anterior las pensiones de gracia, reparaciones, etc., se ahorra un:

90%

(3) Supone que retiros programados se siguen pagando con cargo al saldo individual del fondo de pensiones. Compañías de seguro continúan pagando pensiones vitalicias contratadas, lo que deberán continuar haciendo en montos decrecientes por más de dos décadas. Para efectos de claridad del cuadro se supone que dichos aportes se ingresan al Estado, el que luego paga la totalidad de las respectivas pensiones actuales del sistema AFP (nota 4). Aporte sistema AFP al pago pensiones actuales es igual al costo total de pensiones pagadas menos los subsidios monetarios directos a las mismas en aportes previsionales solidarios (APS) y bonos de reconocimiento (BR).

(4) Incluye el gasto total en todos los beneficios previsionales pagados actualmente por AFP y compañías de seguros relacionadas con el negocio.

(5) Se puede apreciar que al terminar con el sistema de AFP, aún después de pagar las actuales pensiones del mismo, queda un enorme saldo neto a beneficio fiscal ($9,2 billones /año, más de US$11,5 mil millones/año al cambio de 800$/US$, equivalente a 1/5 del presupuesto del Estado y 4,8% del PIB), Dicho saldo excede la recaudación completa de cotizaciones , asimismo, excede el gasto fiscal total en pensiones, incluyendo las militares, actual ($8 billones/año), debido al ahorro en subsidios directos al sistema de AFP y el continuado aporte del fondo de pensiones y compañías de seguros.

(6) Supone que en lo sucesivo todas las nuevas rentas vitalicias y seguros de invalidez y sobrevivencia (SIS) son contratadas con el Estado siguiendo el mismo sistema que hoy beneficia a las compañías de seguros. Esta enorme cifra es la que se embolsan cada mes y cada año en «primas unicas», las compañías de seguros que venden rentas vitalicias, a las que se transfiere cada mes el fondo completo de $60 millones en promedio de cada uno de los 41 mil nuevos pensionados vitalicios del último año, además de $0,8 billones en primas SIS. Cabe mencionar que estas cifras pueden aumentar considerablemente si en lo sucesivo todas las nuevas pensiones, incluyendo las que actualmente van a retiro programado, se entregan por parte del Estado mediante la modalidad de renta vitalicia, lo cual significa que la totalidad de los respectivos fondos de pensiones se traslada al fisco al momento de jubilar. Asimismo, el incremento de las actuales pensiones de retiro programado puede pactarse del mismo modo, es decir, trasladando al fisco el remanente de sus fondos de pensiones a cambio de una renta vitalicia que en promedio será el doble de las actuales.

(7) La cifra corresponde a las nuevas pensiones vitalicias pagadas en el último mes y año. Naturalmente, dicho monto se va incrementando anualmente a medida que se acumulan nuevos jubilados vitalicios contratados con el Estado. En cualquier caso, esta cifra no será significativa a lo largo de la primera década de funcionamiento del nuevo sistema.

(8) Supone que se eleva drásticamente el monto de las pensiones AFP, especialmente las de mujeres, EEPP con daño previsional, especialmente magisterio con deuda histórica además, etc. y las pensiones más bajas, con un gasto total equivalente a duplicar su actual monto en promedio.

(9) Se aprecia que al terminar las AFP y asumir el Estado la administración recaudación y pago de pensiones, aún después de duplicar el monto de las actuales pensiones AFP, el fisco queda con un saldo líquido a favor de $8,8 billones (US$11 mil millones, equivalente a 20,3% del presupuesto fiscal y 4,5% del PIB), situación que se mantiene a lo largo de una década a lo menos. Cabe mencionar que dicha cifra permite equilibrar el presupuesto fiscal, lo que mejora la clasificación de riesgo del país, al tiempo que permite ir acumulando una reserva téncinca del nuevo sistema, la que en ningún caso debe exceder dos o tres años de cotizaciones, así como abordar otros gastos necesarios como mejorar otras pensiones. Todo ello se logra sin tocar el fondo de pensiones acumulado, más allá de la cifra que se retira para pagar los actuales retiros programados, y el traspaso de fondos de los nuevos jubilados al fisco al momento de jbilar, en la misma modlidad que hoy los traslada a las compañías de seguro privadas. El fondo de pensiones mismo debe reducirse rapidamente, devolviendolo integramente a sus dueños, al momento de jubilar mediante el mecanismo recién referido. En el caso de los trabajadores activos, su fondo puede beneficiarlos por ejemplop mediante créditos a tasas razonbables para refinanciar actuales créditos de consumo y compras de bienes. El principio general que debe regir el nuevo sistema de seguro social es que las cotizaciones previsionales es dinero de los trabajadores, cuyo destino eexclusivo es financiar pensiones dignas a los trabajadores y trabajadoras jubladas. Ni un sólo peso puede desviarse a otros destinos, menos que nada a beneficio del empresariado. El fondo de reserva téncica por su parte, tiene por objetivo asegurar el flujo de cotizaciones en períodos recesivos, y nunca debe exceder dos o tres años de cotizaciones alo sumo. EIncluso este fondo no puede destinarse a préstamos empresariales, sino a lo sumo a préstamos al gobnierno para financiar otras prestaciones sociales o a `préstamos a los propios afiliados.



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  1. Las pensiones deben ser pensionadas y sometidas al control ciudadano a través de verdaderos
    legisladores populares, y no granujas que negocian hasta con el agua para cocinar.
    Si alguien ha ganado dos mil millones de dólares es porque es un pillo de marca mayor
    y solo busca cáfilas de asesores que admiren su «esfuerzo» de gran ladronzuelo especulador
    que compra y vende al doble..

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