Poder y Política

El acuerdo en la gran cocina

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 30 segundos

Ayer el Congreso anunció un Acuerdo nacional por la paz, para poner fin a las protestas populares activas casi por un mes ya. No deja de llamar la atención que sea el Congreso el que piense que es la institución adecuada para detener el movimiento originado el 18 de octubre.

 

La encuesta de Activa Research realizada los días martes 22 y miércoles 23 de octubre pasado, deja a los parlamentarios con la peor evaluación. Apenas un 3,3% estima que los parlamentarios en el Congreso han tenido una buena actuación durante las manifestaciones. El mismo sondeo indicó que el rechazo al Presidente Sebastián Piñera está en un 78,8 por ciento de rechazo y apenas con un 13,9% de aprobación. Sabemos que desde entonces su aprobación está aún más por el suelo en apenas 9,1%.

 

El Congreso y el gobierno son instituciones desprestigiadas y sin legitimidad para conducir el proceso constituyente, el Acuerdo que han firmado ayer diputados desde la extrema derecha pinochetista, la UDI y RN, hasta sectores del Frente Amplio como Revolución Democrática, Comunes (la diputada Mix) y Gabriel Boric, intenta arrebatar la iniciativa a la gente desde la calle para llevarla de vuelta a las instituciones desprestigiadas que durante 30 años han dado la espalda a las necesidades de nuestro pueblo. Igual que en el 88 quieren que el pueblo se trague su “cocina” y engañar nuevamente pasando a llevar los profundos anhelos de cambio y justicia social.

 

El Acuerdo del Congreso busca salvar a Piñera

 

No hay que ser muy brillante para darse cuenta del sentido de las maniobras como un calendario que es anillo al dedo para salvar a Piñera del colapso, con un amarre de dos tercios de quorum, con la prohibición de que los asamblearios constituyentes se presenten a futuras elecciones, mientras se les permitirá hacerlo a los corruptos y aprovechados que han estado en el Congreso estos 30 años. Así ganarán mucho tiempo, un año hasta el plebiscito, más hasta que se convoque la Constituyente, y dos años de trabajo de la Asamblea. Mientras la Constitución del 80 seguirá igual y cualquier agenda social en serio será chutada para adelante. Así esperan que la gente se canse, se desmovilice y se rinda en la apatía.

 

Han usado el “cuco” y presiones de los militares como sus exhibiciones de ayer para conseguir el Acuerdo, y tratar de bloquear la Asamblea Constituyente.  Pero no hay que engañarse, las instituciones todas están muy desprestigiadas, su poder y capacidad de reacción es limitado. El gobierno ni siquiera controla el orden público, Piñera y su gobierno están por los suelos. El conjunto de los aparatos políticos es débil, el Congreso en particular es débil, han perdido la interlocución con la población, y su capacidad de controlar y reconducir la protesta es casi inexistente, solo cuentan con que el factor tiempo juegue a su favor. Es dudoso que un Acuerdo hecho entre políticos, aunque incluya la Asamblea Constituyente como posibilidad futura logren salvar al gobierno de Piñera, al menos para que termine el periodo porque en los hechos ya no dirige.

 

Han sido los millones de manifestantes en las calles los que han forzado a la casta política a aceptar la necesidad de una Nueva Constitución. La rebelión popular encabezada por la juventud precarizada de la clase trabajadora, desató los amarres que vienen desde la transición de la dictadura cívico militar con la complicidad de los políticos de la Concertación.

 

En Chile está abierta una crisis a la vez social y política.  No queremos más el modelo de capitalismo neoliberal depredador del ser humano y de la naturaleza, los “patipelaos” no estamos dispuestos a seguir soportando permanentes abusos, y no aceptamos seguir con la Constitución del 80 de la dictadura, la misma que en una de las tantas maniobras de blanqueo lleva ahora la firma de Ricardo Lagos en lugar de Augusto Pinochet.

 

El pueblo ha abierto desde la protesta en las calles un proceso constituyente y de deliberación de las demandas sociales que la Constitución debe incorporar.  El plebiscito es el mandato del pueblo como soberano de la nación. Ha sido nuestro pueblo trabajador y la juventud, la plebe, que movilizada por millones ha expresado claramente su mandato en las calles.  No necesitó al Congreso ni ninguna otra institución descompuesta, desprestigiada por la corrupción. 

 

El plebiscito ya se realizó

 

Ahora no es el momento de ninguna consulta, menos esperar para ella un año más. Lo que corresponde es la Convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente desde los Cabildos y Asambleas Populares en todas las comunas del país. No vamos a aceptar burdas maniobras que aspiran a ganar tiempo para desmoralizar y desmovilizar a la gente. Todavía no hemos ganado nada, no podemos parar ahora.

 

Asamblea Constituyente, Gobierno de Trabajadores

 

Necesitamos articular los Cabildos y Asambleas Populares para preparar desde ellos la elección de representantes de las Comunas a la Asamblea Constituyente. Cabildos y Asambleas deben discutir permanentemente los avances en la elaboración de la Constitución.

 

La Asamblea Constituyente debería designar un gobierno provisional, porque sería impresentable que Sebastián Piñera que declaró la guerra al pueblo chileno siga en el gobierno en medio del proceso de elaboración de la Constitución. Piñera es culpable de haber intentado un auto golpe, que fracasó a pesar de sacar a los militares a la calle y dejar en sus manos el control del orden público y establecer toque de queda. Piñera es responsable de graves crímenes y violación a los Derechos Humanos y debería ser enjuiciado por ellos, nuestro pueblo no debe aceptar que siga gobernando, con el aval de un Acuerdo espurio que le han dado el resto de sus compinches políticos corruptos.

 

Necesitamos una Constitución que garantice los Derechos Sociales.  Que garantice las buenas pensiones con un Sistema de Reparto, Solidario y financiamiento tripartito. Que garantice la atención de Salud para todos, así como la Educación pública, la vivienda y el empleo. Que ponga fin al deterioro del medio ambiente, la creciente contaminación y privatizaciones abusivas del agua y el mar… Nuestra Constitución tiene que reconocer el caracter plurinacional de Chile, y el derecho a la autodeterminación de los pueblos originarios con sus propias Asambleas Constituyentes.

 

El pueblo trabajador y la juventud han testeado apenas una pizca de su poder. Pero solo con eso nada volverá a ser lo mismo que antes.

 

Por Patricio Guzmán

 

 

Related Posts

  1. Sergio Bustamante says:

    !CONTUBERNIO!… ?Parlamentarios? Mejor digamos MERCENARIOS + traidores SOCIOSLISTOS, Mis respetos al Partido Comunista que no se dejo enganar y hacerse parte de este miserable CONTUBERNIO

  2. Sergio Bustamante says:

    .Chilenos, a no dejarnos engañar por Piñera, por los Luksic ni por esos Parlamentarios y políticos mercenarios de los ricos de Chile, esos viles corruptos que por cuarenta y cinco años han sido parte de la traición a la memoria y al legado de Salvador Allende. ? Constitución elaborada con ellos como jueces y parte?.. !PICHULA!… A estos astutos agentes de la traición y del engaño hay que quitarles el poder, evitar que sigan metiendo sus garras en el Estado para satisfacer ambiciones. En CHILE está creciendo cada minuto una demanda SOBERANA de los ciudadanos de a pie, de los trabajadores, de las mujeres, de nuestra JUVENTUD REBELDE. El Mundo entero está pendiente, atento, pegado a las pantallas de TV conmovido de ver como las Avenidas y Alamedas que heredamos de Allende día tras día se siguen llenando de PUEBLO. Ellos, que han sido testigos de nuestros dolores, de nuestra lucha,y hoy respiran profundo porque ven que CHLE despertó a la limpia felicidad en el combate.
    Chileno y chilena !BASTA YA! Cojamos con fuerza y decisión esta Sagrada Demanda: !CONSTITUYENTE AHORA! Que seamos los hombres y las mujeres Honestas, de nuestra Patria junto con la JUVENTUD REBELDE quienes ELABOREMOS DEMOCRATICAMENTE una Nueva Constitución para CHILE.
    ¡ASAMBLEA CONSTUTUYENTE, AHORA!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *