Economía y Mercados en Marcha

El Banco Central y los mil millones de dólares

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El Banco Central de Chile no está llamado a permanecer indiferente o pasivo frente a un crecimiento tan fuerte en el precio del dólar como el que se ha presentado en el transcurso del mes de noviembre. EL BCC no considera conveniente entrar a participar en el mercado del dólar cada vez que se presenten fluctuaciones en el precio de la divisa pues no tiene entre sus políticas el jugarse día a día por mantener un precio determinado del dólar en el mercado cambiario, sino que deja que este fluctúe dentro de ciertos márgenes que no sean nocivos para la economía chilena.

 

Pero el incremento actual ya superó los umbrales de lo conveniente y el BCC ha decidido rapidamente tomar cartas en el asunto: ha decidido salir al mercado a vender mil millones de dólares de sus reservas internacionales. Esta es una cantidad que suena muy elevada a los oídos de cualquier particular, pero no es una cantidad que escape o que supere la capacidad financiera del BCC. Según las últimas cifras conocidas, las reservas internacionales del BCC alcanzaban a fines de octubre las suma de 39.564 millones de dólares, lo cual es una cantidad más que suficiente como para poder utilizar aproximadamente el 2.5 % de ellas para efectos de hacer política monetaria, o política cambiaria en este caso particular.

 

En el mercado cambiario las expectativas de los agentes económicos juegan un rol altamente importante. Si los agentes económicos creen – con razón o sin ella – que el precio del dólar va a seguir subiendo, lo más probable es que efectivamente siga subiendo, pues las expectativas de los agentes económicos, y las acciones que se espera que se desprendan a partir de ellas, contribuirán a que ese fenómeno efectivamente se presente. Con la decisión del BCC de salir al mercado a ofertar mil millones de dólares, las expectativas de crecimiento en el precio del dólar sufren un golpe importante. Primero, por cuanto el mercado cambiario es sensible a las variaciones de la oferta y de la demanda de dólares y un golpe de mil millones de dólares tiene necesariamente que afectarlo. Pero tan importante como aquello, es el mensaje que se le envía al mercado en el sentido de que el BCC está dispuesto y en condiciones de intervenir tan pronto como los vaivenes en el precio del mercado superen los umbrales compatibles con los equilibrios de la economía chilena.

 

En caso presente, una variación del precio del dólar cercana al 7% u 8 % en el transcurso de pocos días tiene efectos negativos sobre el precio de los bienes importados – bienes de consumo, bienes de capital, insumos, materias primas – lo cual lo más probable es que se trasladen, tarde temprano, al consumidor final, todo lo cual puede tener un impacto importante sobre los niveles de inflación.

 

Además, un precio del dólar en proceso de crecimiento hace que las deudas en dólares contraídas por los importadores – que han asumido compromisos de pago a 30 o 60 días – y por otros agentes económicos que han asumido deudas en dólares, se incrementen en pesos, lo cual puede llevar a serios problemas de caja a muchos importadores y productores grandes, y sobre todo a los medianos y pequeños. Aun cuando al final del día logren trasladar a los consumidores el incremento de los costos, el problema de caja se les presentara antes de que el incremento de los precios rinda todo su efecto.

 

En todo caso, es saludable que el BCC tenga la capacidad financiera como para intervenir en los mercados cambiarios, y es importante que se haga política monetaria y no se tenga una actitud meramente contemplativa frente a las ciegas fuerzas del mercado.

 

 

Por Sergio Arancibia

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