Chile al Día

Talca protesta con la potencia de un trueno

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Fotos: Guillermo Correa Camiroaga

En la ciudad de Talca – castellanización de la palabra tralka del idioma mapudungün que significa trueno – la protesta ha resonado en forma diaria e ininterrumpida durante este período de rebelión popular que se inició el 18 de octubre de 2019.                                                                          

 

Como sucede a lo largo de todo el territorio nacional, los talquinos y talquinas han llevado adelante múltiples expresiones de lucha, desarrollando actividades sectoriales, territoriales y barriales, y diariamente, a las 18 horas, se auto convocan para reunirse y marchar por la ciudad, desplazándose principalmente por la calle Uno Sur hacia la Plaza de Armas, en donde continúan dando vueltas alrededor de la misma, deteniéndose frente a la Municipalidad para gritar allí sus consignas, ya que este edificio institucional no solo represente al poder local en manos de un Alcalde de derecha, sino también al gobierno central encabezado por Sebastián Piñera, en contra del cual el pueblo chileno se ha rebelado exigiendo su renuncia, junto con rechazar el modelo neoliberal imperante y exigir la elaboración democrática y participativa de una nueva Constitución que reemplace a la implementada durante la dictadura cívico militar.

 

 

 Marchar alrededor de la Plaza de Armas en la ciudad de Talca tiene un significado muy especial, ya que en el edificio de la Fiscalía Regional del Maule, ubicado frente a la plaza, en la calle Uno Sur 790, funcionó antiguamente el Banco de Talca, institución financiera en donde Sebastián Piñera cometió fraude e infracciones a la Ley General de Bancos, motivos por los cuales fue declarado reo por el Ministro Luis Correa Bulo el 27 de agosto de 1982.

 

 

Este fin de semana tuve la oportunidad de estar presente en las movilizaciones realizadas en el centro y en la plaza de la capital de la región del Maule, observando en ambas oportunidades una masiva participación de mujeres, hombres, muchachas, muchachos, niñas y niños, las que terminaron siendo reprimidas violentamente por las Fuerzas Policiales, con un “protocolo de brutalidad de alta intensidad”, que se ha transformado en el modus operandi “normal” de las fuerzas represivas a lo largo de todo el territorio nacional.

 

 

Ya no es solo e “zorrillo” (carro lanza gases) el que lanza elementos tóxicos a diestra y siniestra, sino que también  lo hace el “guanaco” (carro lanza aguas) , sea mezclándolos en la misma agua eyectada por sus pitones, como lanzando gases por su parte inferior. A lo anterior hay que agregar el lanzamiento indiscriminado y exagerado de granadas y cartuchos de gas lacrimógeno, además de perdigones y balines. Basta solo con estar presente en cualquiera movilización para poder observar, dimensionar y concluir que la bestialidad con la que están actuando las Fuerzas Policiales no son hechos aislados ni excesos puntuales como quieren hacerlos aparecer, sino que tienen un patrón común que debe obedecer a directrices y órdenes emanadas desde las autoridades superiores, tanto institucionales como gubernamentales.

 

La comprobación de esta brutal e indiscriminada represión – que ante la opinión pública aparece como actos irracionales  y hasta demenciales, pero que lamentablemente nos hacen sospechar  que sean siniestramente racionales – es la enorme cantidad de chilenos y chilenas que han sufrido daño ocular severo, incluso con pérdida de globos oculares, como consecuencia directa de disparos en sus ojos efectuados por agentes del Estado en contra de las y los manifestantes.

 

 

Este “uso excesivo de la fuerza” tiene, sin duda alguna, el objetivo de atemorizar a la población movilizada, constituyendo una forma de Terrorismo de Estado debido al patrón de comportamiento generalizado de las fuerzas represivas que nos retrotrae a la siniestra época dictatorial.

 

Precisamente por esto es que para los chilenos y chilenas que luchan por terminar con años de abusos y desigualdades, el gobierno de Sebastián Piñera se ha transformado en una dictadura y así lo expresan en sus numerosas pancartas y afiches, como asimismo en los innumerables rayados.

 

 

La frase  “Talca sin miedo”, plasmada en los muros de esta sureña ciudad, representa el sentir de todo el pueblo chileno, el cual, a pesar de la brutal represión ejercida en su contra, continúa luchando sin descansar, llevando adelante una rebelión “a mano limpia”, pero con la dignidad como escudo y la potencia de un trueno impregnada en el enérgico grito de sus voces y el rítmico resonar de las cacerolas.

 

 

 

Guillermo Correa Camiroaga, Talca 10 de noviembre 2019

 

 

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  1. Sr, Correa C., ud se ha cambiado a Talca y ahora pregona que esa ciudad es un TRUENO
    Fijese sr. Correa que ni Valparaíso era trueno, sino que una humilde ciudad portuaria
    Ud, sr. Correa QA. es un traidor de su nación ancestral.. Corregirse o muera no tiene vuelta
    su cantinflería traidora…

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