Columnistas

El regreso de Leftraru y el desplome de las élites

Tiempo de lectura aprox: 6 minutos, 6 segundos

¿Qué pasó esta semana? El reventón… tanto fue el cántaro al agua, que al final se quebró. La explosión que muchos anunciaron y que nadie quiso escuchar… después de todo, no hacer nada y dejar las cosas para mañana, es parte de nuestra cultura nacional. Nada nuevo bajo el sol…

Se rompieron los diques, las compuertas cedieron y el torrente se desbordó…las paredes construidas durante siglos por las élites se desplomaron ante la fuerza incontenible de un pueblo que despertó…

 

Ayer el Mundo vio con incredulidad la revolución pacífica más grande de la Historia de la Humanidad y la hicimos aquí, modestamente los chilenos, si, los morenos bajos y de pelo chuzo, las morenas de piernas cortas y de espaldas anchas. La hicimos de nuevo, de nuevo nos mandamos un numerito, pero esta vez es un pasaporte a la esperanza…

 

Los grandes poderes están sorprendidos, despertó el pequeño país que fue el experimento donde se probaron todas las estrategias de las fuerzas globales: el gobierno socialcristiano que comenzó muy bien y terminó mal, el gobierno marxista y democrático, que empezó muy bien y terminó muy mal, la dictadura neoliberal que comenzó muy mal y terminó aun peor, el neoliberalismo con maquillaje democrático que comenzó muy bien y también terminó mal, para después volver a la receta clásica neoliberal de Sebastián y el nuevo socialismo postmoderno aplicado por la funcionaria de Naciones Unidas. Ya lo hemos probado todo… Y no olvidemos que tuvimos también, un intento de insurrección nazi que terminó en matanza, un intento de revolución comunista con inspiración maoísta en los campos sureños y la segunda revolución socialista de la historia de la humanidad que apenas duró 23 días… ¿Que nos queda, si ya lo hemos probado todo? Tal vez nos queda la invasión alienígena que anunció la primera dama en medio de su pánico…




 

¿No será mucho?, como decimos los chilenos. Tal como adolescentes después de una juerga,  nos miramos al espejo y ya no nos reconocemos, ya lo hemos probado todo y nada ha funcionado, seguimos tan tristes como al principio y hoy miramos al horizonte, diciéndonos que nada ha funcionado…

La élite nos repitió incansablemente: ‘el problema es la raza” y nos llegaron a convencer que nuestra extraña mezcla de español y mapuche, de alemán y quechua, de italiano y kawesqar, de palestino y rapanui, de yugoslavo y aimara, era el gran problema y parece que no es así…

 

¡¡¡¡Mirémonos al espejo, chilenas y chilenos!!!! Somos el crisol de la Humanidad, los portadores de lo mejor y lo peor de la Humanidad, llevamos la sangre y el ADN de los mejores y de los peores, el único lugar del mundo donde conviven cada día el cielo y el infierno: las calles de Vitacura donde se respiran aires europeos y la pobla repleta de narcos armados, como si estuviéramos en un país en guerra…

 

Aquí en este pequeño país, en esta republiqueta, como bien nos llamara el recién fallecido Alan García, aquí acabamos de resolver el problema que nadie en el mundo había podido resolver: dejamos en descubierto a los titiriteros de la función, hemos en dejado en descubierto a la élite que nos manejaba y todos nos dimos cuenta…y es mejor todavía, el mundo entero se ha dado cuento que las élites han estado operando igual desde los tiempos de fenicios y babilonios, alterando y distorsionando la realidad evidente, engañando y dividiendo al pueblo, para poder controlarnos…

 

Ya lo dijo Jorge González, el poeta enojado: ‘a otros les dieron esa cosa llamada Educación ‘. ¿Ustedes creen que los chilenos recibimos Educación?, permítanme dibujar una sonrisa en mis labios, nosotros recibimos lo que la élite ha diseñado para nosotros y eso en cualquier lugar del mundo casi no da para capacitación laboral… La élite nos prepara para trabajar en sus fábricas, la élite nos prepara para que atendamos sus supermercados, la élite nos prepara para vegetar en sus oficinas. Es triste, muy triste, pero es así… y si intentamos rebelarnos nos darán azúcar como hacían los holandeses, nos darán drogas como hacen con los jóvenes del Primer Mundo y nos regalarán alcohol como lo hizo Cornelio Saavedra en el Wallmapu, transformaron al pueblo más indómito y valeroso del mundo en una sombra de su sombra.

 

 

¡¡Flojos y borrachos!! Así les dice la élite a los nobles araucanos y muchos repiten como loros… Escuchen bien y se van a sorprender: ¡los mapuches son parte de nuestro futuro y no sólo de nuestro pasado!, en ese pueblo guerrero encontraremos todas las virtudes que requiere nuestro país para encontrar su rumbo: organización comunitaria, espiritualidad femenina, autoridades políticas de la mano de autoridades espirituales, liderazgo horizontal, etc… en fin todos los secretos que buscábamos mirando hacia el Hemisferio Norte y que finalmente, estaban en el Wallmapu, en nuestra Araucanía triste y olvidada…

 

¿Han pensado en que está la elite? Les cuento que anoche no durmieron, anoche pasaron la noche en vela, esperando algún milagro…soñando con algún estallido violento, con algún baño de sangre de última hora que pudiera revertir la situación, soñando con que algún joven carabinero o un joven soldado se atreviera a disparar contra su gente para volver a retomar el control perdido, pero contra los millennials no se puede, esta es la generación invencible, la primera generación de la Historia que no se deja manipular. ¿Qué hubiera pasado si los millennials pisaban el palito… No importa, detrás venían los centennials, que armados de sus videogames y smartphones de última generación, se aprestaban a tomar las armas y escudos obtenidos en War of Warcraft, para dar la estocada final..

 

 

 

¿Y ahora que nos queda? Ahora no nos queda nada y también nos queda todo, Carlos Peña se ha quedado en silencio, el Presidente está tratando de entender lo que pasa y quien sabe si lo va a lograr, Clemente Pérez nos seguirá repitiendo: “Cabros, esto no prendió”, Eugenio Tironi seguirá rearmando su Power Point una y otra vez para explicarnos lo inexplicable y Alejandro San Francisco nos dirá que esta rebelión no es contra la élite, sino que reafirma la necesidad de buscar una nueva élite…

 

 

En fin, el neoliberalismo se está desplomando ante los ojos del Mundo, así como el autoritarismo oriental vive sus últimos estertores y Hong Kong ya lo está mostrando, ellos son el crisol de Oriente, algo así como los chilenos de Asia…Ellos tienen la tarea de encender la mecha en Oriente, así como nosotros cumplimos la tarea de encender la mecha en Occidente…

 

¿Y ahora que nos queda? Ahora no nos queda nada y también nos queda todo, Carlos Peña se ha quedado en silencio, el Presidente está tratando de entender lo que pasa y quien sabe si lo va a lograr, Clemente Pérez nos seguirá repitiendo: “Cabros, esto no prendió”, Eugenio Tironi seguirá rearmando su Power Point una y otra vez para explicarnos lo inexplicable y Alejandro San Francisco nos dirá que esta rebelión no es contra la élite, sino que reafirma la necesidad de buscar una nueva élite…

 

La élite entró en pánico, está asustada, no sabe qué hacer y hará lo posible para mantener el poder que aún tiene, pero será en vano, porque la gente ya despertó, el puma y el avestruz ya se han levantado y la trutruka de Leftraru ha vuelto a resonar en nuestros corazones y ya no volveremos a olvidarlo…el pueblo ya despertó y ya no hay vuelta atrás…el Mundo está mirando este ejemplo y cada país hará lo suyo….

 

¿Y ahora que hacemos?, si ya no nos queda nada por probar…ahora sólo nos queda mirarnos a nosotros mismos, mirar a nuestros vecinos, reconocernos como miembros de la misma comunidad, nodos de la misma red, una red igualitaria y no jerárquica. Ahora tenemos que construir algo nuevo, algo que no existe, algo que marcará rumbos para otros, marcará el camino para nosotros y para el resto de los países que también están despertando…

 

Los chilenos la hicimos de nuevo, como en el Maracaná, corriendo desaforados y arrollando todo a su paso para cumplir el sueño de acompañar a La Roja…como los estudiantes del Instituto Nacional corrieron desaforados para hacer la evasión que encendería la mecha de la rebelión, como Michimalonco corrió desaforado para evitar que el Invasor se hiciera de nuestra capital y la disfrazara de su propia capital…

 

¿Y ahora que hacemos?, si ya no nos queda nada por probar…ahora sólo nos queda mirarnos a nosotros mismos, mirar a nuestros vecinos, reconocernos como miembros de la misma comunidad, nodos de la misma red, una red igualitaria y no jerárquica. Ahora tenemos que construir algo nuevo, algo que no existe, algo que marcará rumbos para otros, marcará el camino para nosotros y para el resto de los países que también están despertando…

 

Hagámosla de nuevo, inventemos el futuro otra vez, ya encendimos la mecha que encendió el polvorín que resonará en todos los confines de la Tierra. Ahora terminemos el trabajo y construyamos los cimientos de una nueva Humanidad. ¿Como lo haremos? Ustedes no saben hacerlo y tendrán que llamarnos a nosotros, nos repetirá incansable la élite, con sus cantos de sirena, pero ya no escucharemos porque ya hemos despertado…

 

Parece una tarea titánica la que tenemos por delante y no es para tanto… si nos conectamos con nuestro corazón la tarea será mucho más fácil. Miremos hacia el cielo y encontraremos las herramientas que nos depara el futuro (transformación digital, Blockchain, inteligencia artificial, robótica, etc…). Miremos hacia abajo y encontraremos las herramientas que nos muestra la madre Tierra y nuestros ancestros (organización horizontal, líderes rotativos, organización comunitaria, etc…) Miremos hacia afuera y encontrarnos muchos ejemplos de lo nuevo (sabiduría colectiva, emergencia en sistemas complejos, transparencia radical, principios de oblicuidad, etc…). Miremos hacia adentro de nosotros mismos y encontraremos nuestra misión y nuestro destino…

 

Estoy en mi departamento de Ñuñoa, viendo como amanece un nuevo Chile y este amanecer no es solo para nosotros, sino para toda la Humanidad, la trutruka de Leftraru ha vuelto a retumbar y la élite se repliega asustada, la tarea ya está hecha, los diques ya se rompieron, nuestras cadenas ya están rotas, ahora somos libres para construir el futuro….

 

Demostrémosle al Mundo que en Chile podemos construir un sueño donde quepan todos los sueños, podemos construir un mundo donde quepan todos los mundos y podemos tener una casa donde quepan todas las cosas y nos sentaremos a comer en una mesa donde caben todos, las mujeres, los hombres, los gays y las lesbianas, los ricos y los pobres, los chilenos y los inmigrantes…

 

Leftraru ha regresado, honor y gloria para el guerrero que ha regresado del panteón de los semidioses ha vuelto para construir la paz y la alegría de esta nación.

 

Mari Mari Marichiweu, diez veces venceremos, cien veces venceremos, mil venceremos!!!!!!

 

 

 

Hernán Saavedra (ingeniero eléctrico de la Universidad de Chile, especialista en Transformación Digital y Cambio Cultural, microempresario y ciudadano del nuevo Chile)



Related Posts

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *