Crónicas de un país anormal

Los fujimoristas: de golpeadores a golpeados. (Los dos cierres del Congreso: 5 de abril de 1992 y 30 de septiembre de 2019)

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 45 segundos

Los líderes de Fuerza Popular, Hugo Becerril, Luz Salgado,  Rosa Bartra y Carlos Tubilo, lloran porque la gente les lanza conos, y la policía, por su parte, les impide el ingreso a la sede del Congreso. Estos admiradores de la familia Fujimori olvidan que, en el pasado, ellos fueron golpeadores: Alberto Fujimori protagonizó un verdadero golpe de Estado, un día domingo, 5 de abril de 1992. En esta ocasión los militares utilizaron sus tanques para ocupar las calles de Lima, y no tuvieron ningún problema para tomar preso al presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Ferrero, y el del Senado, Felipe Osterlink, quien los enfrentó cuando franqueaba la entrada  al Colegio de Abogados.

 

El Congreso en la clandestinidad eligió como Presidente de la República al primer vicepresidente, Máximo  San Román quien, posteriormente exiliado por la dictadura, fue reemplazado por el segundo,   vicepresidente, Carlos García.

 

El APRA había colaborado con sus votos en la elección de Alberto Fujimori, en la segunda vuelta, en 1990, pero en 1992 se pasó a la oposición y Alan García se convirtió en el enemigo principal de Fujimori; cuando la policía allanó su casa logró huir por los tejados de las casas vecinas. Luego de una declaración pública que demostraba que  estaba vivo, y huyó a Francia y, posteriormente,  residió en Colombia. (A diferencia de  hoy, el APRA era democrático, revolucionario y latinoamericanista).

 

Alán García y Alberto Fujimori  abrigaban  a los ladrones y corruptos más connotados de Perú: en   las confesiones de Jorge Barata la mayoría de  los sobrenombres corresponden al segundo gobierno de Alán García, y su muerte no borra sus culpas.

 

Fujimori, en los años previos a 1992, se había embarcado en una lucha sin cuartel contra el Congreso. En esos años el combate  contra la guerrilla de Sendero Luminoso y  los Tupamaros había sido exitosa para el ejército, obligándolos a replegarse en las ciudades, (Lima fundamentalmente); otro hecho que remeció al Fujimori fue  el escándalo desatado por su mujer, Susana Higuchi,  a consecuencia del robo a Perú de la  ayuda japonesa por parte del Presidente, hecho que le valió a Susana Higichi la  prisión en el mismo Palacio Pizarro, así como la traición de su hija Keiko: se transformó en “primera dama”, y hoy quiere mantener preso a su papá, de 80 años de edad, como también logró el desafuero de su hermano Kenji.

 

El golpe del 92 estaba preparado desde antes, pues los militares estaban decididos a tomarse el poder y no soltarlo  en mucho tiempo más, sin embargo, el escándalo por el robo de la ayuda japonesa lo retardó unos días.

 

Desde el punto de vista de la ciencia política el golpe de Fujimori puede clasificarse como bonapartista,  y al igual que cuando Napoleón III canceló la revolución de 1948, el cierre del Congreso por parte de Fujimori  contó con un gran apoyo popular. El hecho de que a los pueblos les gusten las dictaduras  no resta el hecho de que sean tiranías. Así ocurrió con  los italianos respecto de Mussolini y con los   alemanes respecto de Hitler. (Incluso hasta hoy,  el 60% de los peruanos avala el cierre del Congreso por parte de Fujimori, en 1992).

 

La presión de la OEA terminó por obligar a Fujimori a llamar a elecciones para ambas ramas del Congreso, en 1995, en que el tirano logró más del 60% de los votos, y la mayoría en ambas Cámaras (Congreso dicto una constitución que rige hoy)

 

Con el poder total, Fujimori y Montesinos  se dedicaron a robar a destajo el dinero fiscal, y sólo cuando el diputado Alex Kourry fue descubierto en un Vladivideo siendo cohechado por Vladimir Montesinos, los ciudadanos pudieron descubrir que el “chino” y Montesinos eran verdaderos  ladrones. (Montesinos y Fujimori están hoy en la cárcel, acusados de delitos de lesa humanidad) (Fujimori  gano por tercera vez hasta que renuncio por fax desde .Japón )

 

El periodista Nicolás Lucas, en su habitual programa de radio, en el cual resume la otra historia del Perú, relata cómo conoció a Alejandro Toledo, cuyo padre vivía en una casa miserable en las barriadas de Lima. El “Cholo” le decía que a él no le contaran ni de hambre ni de miseria, pues muchas veces se acostaba con el estómago vacío y solo a los 5 años tuvo zapatos. Según el periodista, con ese currículo era el candidato ideal para vencer en las elecciones de 2001 sobre Alan García.

 

Fujimoristas, como Luz Salgado, que aplaudió el golpe de su líder, hoy se presenta como demócrata, y es una más de las golpeadoras que hoy está siendo golpeada, esta vez por un gobierno democrático, que disolvió el Congreso acorde con la Constitución vigente.

 

 

Bibliografía

El  autogolpe de Fujimori en el Perú de 1992

                                     Desde la mirada de  la vanguardia y el país

                                     Yusuke Murakami Perú en la era del Chino  Estudios Peruanos

                                     Sylli Bowen El expediente Fujimori  Lima 2000     

                                     Carlos Ivan Degrgori  La década de la   Anti política 

 

 

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

06/10/2019      

Related Posts

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *