Escalada en guerra comercial lleva al mundo a las puertas de una gran crisis
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El enfrentamiento comercial entre las dos mayores potencias económicas del mundo escaló ayer. En acciones tomadas con horas de diferencia, el gobierno de China anunció la imposición de aranceles a mercancías estadunidenses con valor de 75 mil millones de dólares. A esa medida respondió el presidente Donald Trump con la decisión de elevar de 25 a 30 por ciento el gravamen a importaciones desde el país asiático con valor de 250 mil millones de dólares. En ambos casos, las cuotas entrarán en vigor este año.
El tamaño de la disputa política entre ambas potencias se dejó sentir con fuerza en los mercados financieros de todo el orbe. Especialmente, porque avivó los temores por el efecto de una guerra comercial justo cuando los motores de la economía mundial pierden fuerza.
Wall Street, principal plaza financiera del mundo, reflejó el sentimiento de los gestores de fondos de inversión, que ante el escalamiento de la disputa se movieron hacia activos de menor riesgo, como el oro y otros metales. Un termómetro fue el índice Dow Jones, que se desplomó más de 600 puntos, 2.4 por ciento, para cerrar en 25 mil 628 unidades.
Las bolsas europeas también acusaron recibo de la disputa. París cayó 1.14 por ciento; Frankfurt, 1.15; Milán, 1.65; Londres, 0.47, y Madrid, 0.77, entre las más relevantes.
El oro, activo refugio de inversionistas en momentos de volatilidad financiera, subió 2 por ciento, a mil 527.20 dólares por onza.
El gobierno chino anunció que impondrá aranceles de cinco a 10 por ciento a bienes estadunidenses valorados en 75 mil millones de dólares. Incluyó por vez primera el petróleo y restableció los gravámenes a vehículos y autopartes, así como teléfonos móviles, juguetes, computadoras portátiles, ropa, productos agropecuarios, como soya, carne de res y cerdo, y pequeñas aeronaves.
Trump respondió primero con un llamado a empresas estadunidenses a salir de China. No necesitamos a China y, francamente, sería mucho mejor sin ellos. Las inmensas cantidades de dinero hechas y robadas por China de Estados Unidos, año tras año, por décadas, va a y deben detenerse, tuiteó.
Posteriormente anunció que subía de 10 a 15 por ciento los aranceles a bienes chinos por 300 mil millones de dólares a partir del primero de septiembre y que su gobierno aumentaría de 25 a 30 los impuestos a otro grupo de importaciones valoradas en 250 mil millones de dólares.