Carta abierta a la Secretaria de Cultura de Morelos, México
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Maestra Margarita Saravia, el viernes 15 de febrero solicité una entrevista con usted para denunciar las amenazas de muerte que recibí por parte de Enrique Anzures, director del Museo Casa Zapata. Abogada Saravia, a mediados de febrero visité sus oficinas de la calle Hidalgo #239, su secretario tomó nota de mis datos personales y un funcionario encargado del despacho, mientras usted trabajaba en otro municipio, escuchó los argumentos de mi denuncia.
No había insistido en buscarla porque el domingo 17 de febrero me enfermé, al grado que estuve hospitalizado, y a la fecha sigo con un riguroso tratamiento médico que disminuyó mi trabajo de investigación periodística. Sin embargo, durante un semestre de espera, su equipo nunca me envió un correo electrónico para dar seguimiento a mi denuncia.
Soy el mayor experto en las biografías de Ignacio Manuel Altamirano, Pablo Neruda y Jesús Sotelo Inclán en Morelos, en el último caso encontré el manuscrito del libro póstumo “Raíz y razón de Altamirano” que el historiador planeaba publicar en 1993, lamentablemente murió, el 3 de octubre de 1989, después de sufrir un accidente automovilístico de camino a Guanajuato. Entrevisté a los amigos de Jesús Sotelo Inclán, estudié el libro inédito de 800 páginas y volví a leer “Raíz y razón de Zapata” (1970). Al revisar la bibliografía complementaria entendí varios puntos que todos ignoramos durante 72 años:
1.- De acuerdo al texto de Mario Gill, Zapata: su pueblo y sus hijos (1952), publicado por El Colegio de México: “Todo Anenecuilco hace responsable a Nicolás [Zapata] de la muerte de Chico Franco”. Como usted sabe, el Coronel Francisco Chico Franco era primo hermano de Emiliano Zapata, nacieron el mismo año (1879), estudiaron juntos en la escuela de Anenecuilco y los designaron guardines de los Títulos Primordiales en 1909. Chico Franco fue secretario del zapatismo, redactor del Plan de Ayala (según consta en la Hoja de Servicios Militares firmada por Genovevo de la O en 1945), Ayudante Municipal de Anenecuilco en 1920 y sucesor de Zapata en el reparto agrario al terminar la revolución.
Chico Franco murió torturado después del asalto y secuestro del Ejército y la policía judicial de Cuautla, el 20 de diciembre de 1947, crímenes ordenados por el diputado federal Nicolás Zapata (primogénito del revolucionario). Chico Franco mantenía una confrontación abierta con su sobrino Nicolás Zapata, al grado que lo denunció con el presidente Manuel Ávila Camacho en 1943.
2.- El diputado federal Nicolás Zapata era un político corrupto del PRI, así lo demostraron los historiadores Berenice Granados, Allan Knight y Emilio Kourí. Para cumplir su ambición de terrateniente, Nicolás Zapata tenía de achichincle al comisario ejidal Sebastián Luna, permítame citar otra vez a Mario Gill y su texto publicado en El Colegio de México:
“Abusando de su influencia política, y sobre todo de su apellido, y aprovechando la tolerancia de Eleazar Roldán y Sebastián Luna, comisarios ejidales, se apoderó de las mejores tierras de Anenecuilco y de una gran extensión en Los Cuartos. Despojó a los dueños y, con ayuda de los ejidatarios, convirtió aquellas tierras de temporal en magníficas parcelas de riego. En Anenecuilco, donde la parcela tipo es de 40 ‘tareas’, Nicolás posee más de 400” (Zapata: su pueblo y sus hijos, 1952).
El comisario ejidal Sebastián Luna fue acusado de participar en la conspiración para asesinar a Chico Franco, Sebastián Luna escapó a Veracruz y murió asesinado, en venganza, a manos de un compadre de Chico Franco.
2.- El problema de fondo llegó en 1993, cuando el régimen de Carlos Salinas designó a Lucino Luna como director del Museo Casa Zapata, institución que resguarda el “Archivo Chico Franco” y los Títulos Primordiales de Anenecuilco. Lucino Luna jamás autorizó a los investigadores, cronistas o historiadores para revisar los documentos, siempre utilizó el pretexto: “perdí la combinación de la caja fuerte”. Sin embargo, en los libros de Lucino aparecen datos del “Archivo Chico Franco”, es decir: un archivo público se convirtió en el archivo privado de Lucino.
¿Cómo no iba a tener prejuicios Lucino si su papá participó en el asesinato de Chico Franco?
¿Cómo no iba a tener prejuicios Lucino si su papá murió asesinado en venganza a manos de un compadre de Chico Franco?
Lucino se jubiló sin pena ni gloria del Museo Casa Zapata, nunca exhibió los documentos del “Archivo Chico Franco”, ni los Títulos Primodiales. Jamás dijo ni una palabra sobre la muerte del traidor Sebastián Luna. Al designar a Lucino Luna hubo conflicto de interés.
3.- El diputado federal Nicolás Zapata amenazó a Demetria Sánchez viuda de Franco, a punta de pistola le exigió las copias de los Títulos Primordiales que resguardaba Chico Franco. Su hija Esperanza Franco denunció en un video casero, y ante la historiadora Elvira Pruneda, el saqueo de Nicolás Zapata:
“Le dijo a mi mamá, te doy setenta y dos horas pa’que los encuentres y mi mamá no tardó tanto, y ahí va, y le llevó todas las copias que eran las que mi papá le había prestado a Chucho Inclán […] con la amenaza y el miedo mi mamá le entregó las copias y unos originales a Nicolás, ahí estaban en la iglesia los viejitos del pueblo Rafael Quintero, Arnulfo Benítez, Manuel Contreras, Heladio Muñoz, Rutilo y Santiago Aguilar, delante de ellos entregó las fotostáticas o las copias que tenía y mi tío, el hijo de Zapata, mi tío Nicolás se quedó con los poquitos originales y les decía ten… Heladio y a cada uno se los repartió y dijo entre sí los demás [documentos] me los llevo”. (Otras miradas de las revoluciones mexicanas, 2015).
La maestra Elvira Pruneda restauró y digitalizó 9 cajas de documentos del Museo Casa Zapata, entregó los discos compactos al INAH-Morelos y al entonces director Lucino Luna. En 2015 salió a la luz pública que los amigos de Nicolás Zapata se beneficiaron con el botín de guerra, las copias de los documentos que repartió el diputado federal sirvieron para comprar el silencio de Rafael Quintero, Arnulfo Benítez, Manuel Contreras, Heladio Muñoz, Rutilo y Santiago Aguilar.
4.- Después de la jubilación de Lucino Luna, el gobierno del corrupto Graco Ramírez designó a Enrique Anzures como nuevo director del Museo Casa Zapata, un funcionario mediocre y más peligroso que Lucino Luna por sus prejuicios familiares. La señora Juana Anzures se casó con Santiago Aguilar, Enrique Anzures falsificó la historia al decir que sus tíos son los últimos guardianes de los Títulos Primordiales, no sabe o no puede explicar de dónde provienen los documentos. Enrique Anzures asegura que Santiago Aguilar fue firmante del Plan de Ayala (1911), pero las fechas no cuadran, debe tratarse de un homónimo. El 27 de noviembre de 2019, Enrique Anzures presentó ante la Secretaria de Cultura de Morelos un texto para que ustedes dictaminen su libro sobre los Títulos Primordiales, en el documento en mi poder, Anzures señala que hará la paleografía de los Títulos Primordiales, sin embargo, la transcripción está hecha desde la década de 1980 por el antropólogo Carlos Barreto Mark (el 14 de abril de 2019, subí la paleografía a mi blog para desmentir a Enrique Anzures).
¿Por qué no investigan el intento de linchamiento que sufrió Santiago Aguilar en Anenecuilco?, si él es un héroe de la revolución debe ser conocida su trayectoria, el intento de linchamiento fue por un problema con los cañeros.
¿Por qué no investigan la carta de recomendación de Carlos Barreto Mark a Enrique Anzures?, si él tiene buenos antecedentes laborales debe existir una carta de recomendación, pero hasta donde sé, Anzures está acusado de robarse varios libros, documentos, cintas de audio y fotografías del Museo Casa de Morelos. Como prueba está la paleografía que pretendía plagiar, o las fotografías del Museo Casa de Morelos que Anzures publicó en un libro impresentable: “Vive Cuautla” (2017).
5.- Enrique Anzures incita a la violencia y difunde una presunta amenaza de muerte de Tiburcio Zapata, ante la falta de argumentos académicos, el director del Museo Casa Zapata buscó el apoyo de los hijos de Nicolás Zapata. A continuación transcribiré algunos fragmentos del chat vía whatsapp entre Anzures y el cronista Mario Martínez con la amenaza de muerte:
4 de febrero de 2019.
Anzures: Que el Lucino le va a partir su madre 3:15 pm
Martínez: no mames al Casasús??? 3:15 pm
Anzures: Y que también Bucho Zapata el hijo de Nicolás Zapata
Lo va a buscar y lo va a matar 3:15 pm
Martínez: no maaaaaa 3:15 pm
Anzures: Ha de ser por eso
Jajajajajajajajaja 3:15 pm
Lo que yo hice fue enseñárselo a la familia Zapata 3:18 pm
Lo que escribió Mario… quería que lo leyeran no? 3:19 pm
Martínez: Pues sí 3:19 pm
Anzures: Pues se lo enseñé a tooooodos 3:19 pm
Ese Mario es un pendejo 3:19 pm
Cuando la viuda de Aarón Aguilar (mi tía Juana Anzures) entregó los títulos primordiales hay una acta, fue en una ceremonia del 8 de agosto, frente a muchas autoridades del pueblo, no nada más así… la gente lo recuerda 3:21 pm
Hay testimonios 3: 21 pm
Ese pendejo se aventó como lo que es… un pendejo 3:22 pm
Martínez: no maaaaa que wey 3:22pm
Anzures: Por eso te digo que ya valió… 3:22 pm
Ahora los papeles ya no se podrán ver 3:22 pm
Ni los que entregó Salinas 3:23 pm
A las 3:47 pm Anzures insistía: “Ahí que lo maten”.
Enrique Anzures cree que puede decidir quién revisa y quién no tendrá acceso a los documentos del Museo, se trata de un archivo público. Afortunadamente, en casa de la maestra Elvira Pruneda logré estudiar las 9 cajas de documentos. Debido a sus prejuicios Lucino Luna “perdió” el disco compacto con la digitalización de los documentos, paradójicamente el nuevo libro de Lucino tendrá imágenes de la digitalización de Elvira Pruneda, reitero: ambos directores del Museo creen que un archivo público es su archivo privado. Con un oficio ante el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) mi editor terminará con el ocultismo y la censura de Luna y Anzures. Del mismo modo, mi editor planea presentar un recurso ante el INAI para saber cuánto gastó Anzures en simular que recientemente “digitalizó” algunos documentos del Museo. En su infinita ignorancia, Anzures desconoce que la digitalización está hecha por la maestra Elvira Pruneda desde 2002. Además de la simulación Anzures está derrochando recursos públicos, a pesar de que 4T sigue los postulados de la austeridad republicana.
El ocultismo y cinismo de Anzures no tiene límites, desvió la atención en El Universal de México: “Anzures Carrillo comentó que el Museo Casa Zapata cuenta con un archivo que está conformado por una serie de documentos que el expresidente Carlos Salinas regresó en 1991 y que ya fueron publicados en el libro Anenecuilco. Memoria y vida de un pueblo de Alicia Hernández Chávez” (1 de abril de 2019). El “Fondo Chico Franco” del Archivo General de la Nación (AGN) consta de 12 metros lineales, Alicia Hernández publicó una selección de documentos, en el Museo todavía quedan inéditos y cartas comprometedoras contra Nicolás Zapata. Por ejemplo, yo acabo de difundir un Manifiesto Zapatista (1915), 100% inédito, que se conserva al interior de la caja fuerte del Museo Casa Zapata (Aristegui Noticias, 8 de agosto de 2019). Son ridículas las amenazas de Anzures: “Ahora los papeles ya no se podrán ver. Ni los que entregó Salinas”. Para comenzar: al director no le compete decidir quién puede estudiar los documentos del “Archivo Chico Franco”, es un archivo público, y para terminar: Carlos Salinas cometió un fraude, lucró políticamente con los Títulos Primordiales y el Fondo Chico Franco en 1991, compró los dos lotes a Guillermo Sotelo Inclán y empastó el Archivo Chico Franco en una lujosa carpeta de piel con la leyenda: “Documentos entregados al pueblo de San Miguel Anenecuilco por el lic. Carlos Salinas de Gortari, presidente de México”.
Maestra Saravia. Anzures representa al régimen de Graco Ramírez, no entiendo cómo la 4T lo ratificó en la dirección del Museo. Anzures proyectó un par de películas de Walt Disney en el Museo Casa Zapata (noviembre de 2018), usted como abogada entenderá el problema de proyectar una película sin la autorización de los distribuidores de Disney en México, haciendo de lado la ofensa ideológica para la cuna del zapatismo, gracias a la mediocridad de Anzures, el Museo fue reducido a una sala de cine gringo y pirata.
Le pedí a mis amigos Laura Espejel, Francisco Pineda, Carlos Barreto, Salvador Rueda y Emilio Kourí que no acepten ninguna invitación de Anzures, eso lo convierte en un cadáver político y le resta prestigio académico al Museo. Anzures debe responder por el plagio de la paleografía de los Títulos Primordiales. Ustedes deben terminar con la simulación, el trabajo de digitalización data de 2002, hace falta una auditoria para averiguar el paradero del disco compacto que entregó Elvira Pruneda, deben cotejar los inventarios de las cajas de documentos. El Estado debe reparar el daño, un descendiente de Santiago Aguilar no puede dirigir el Museo, porque representa la complicidad con los crímenes de Nicolás Zapata. Finalmente, Anzures debe frenar la incitación a la violencia y las amenazas de muerte, está utilizando su nombramiento en el Museo para amedrentar la libre expresión, en lugar de responder a cada una de las irregularidades que cometió. Los símbolos en la historia importan, designar a los descendientes de Sebastián Luna y Santiago Aguilar equivale a nombrar al hijo de Jesús Guajardo o al sobrino de Victoriano Huerta al frente del Museo Casa Zapata. Maestra Saravia, espero que por fin reciba mi solicitud de entrevista, el director del Museo debe separarse de su cargo mientras se investigan estas acusaciones, en sus manos está terminar con el conflicto de interés, hago responsable a Enrique Anzures ante cualquier atentado, el mediocre funcionario continúa amenazándome en Facebook y a través de terceros.
*Periodista, autor de los libros: Ignacio Manuel Altamirano en Morelos, Pablo Neruda en Morelos, El archivo inédito de Jesús Sotelo Inclán y Jesús Sotelo Inclán en Morelos.